Redacción: Javier Fernández-Caballero – Cultoro.es – Web Aliada – Foto: Diego Alcalde – Tauroemoción
El Martes Mayor de Plasencia, en Cáceres, acogía este 4 de agosto un duelo entre Enrique Ponce -que se fue de vacío- y Emilio de Justo -que paseó cuatro orejas- con toros de El Torero
Plasencia – España. El Martes Mayor de Plasencia, en Cáceres, acogía este 4 de agosto un duelo entre Enrique Ponce y Emilio de Justo con toros de El Torero en el primer festejo taurino en Extremadura de la desescalada. Enrique Ponce llegaba a Plasencia con recientes triunfos cosechados en los compromisos de Osuna y Navas de San Juan, donde ha sumado dos puertas grandes con ocho orejas y un rabo. Emilio de Justo venía con el aliciente de ser uno de los triunfadores del 2019; siendo uno de los toreros más esperados por los aficionados y con triunfos de renombre en Jaén, Madrid o Dax.
Silenciado resultó Ponce tras pasaportar al primero del festejo, un animal de El Torero falto de fuerzas y siempre muy a menos.
Una gran faena dejó al segundo de la noche Emilio de Justo, un animal al que pasaportó con mucho gusto y firmeza por ambas manos y al que ya dejó un relajado y bello saludo a la verónica. Lo mejor de la faena llegó por el lado izquierdo, gustándose al natural antes de enterrar el acero a la primera de forma efectiva y pasear una oreja con fuerte petición de la segunda.
Parecía el tercero que iba a romper en la faena de la muleta de Enrique Ponce, pero finalmente no humilló y le imposibilitó el lucimiento al diestro valenciano. Dejó momentos buenos pero sin que cuajase la labor, ya que las condiciones del toro dificultaron el resultado final del trasteo, aburriéndose el animal. No ayudó nada al entrar a matar.
También gustoso fue el recibo a la verónica de Emilio de Justo al cuarto. Quitó por chicuelinas con el compás abierto con mucho sabor antes de que su subalterno Morenito de Arles se llevase un susto. Al público fue el brindis de De Justo, que inició por abajo de forma extraordinaria una faena en la que, por ambas manos, transformó la embestida del animal en belleza por derechazos y al natural. Por manoletinas cerró su faena, matando a la segunda y paseando otra oreja.
Puso todo de su parte Enrique Ponce para mantener en pie al quinto, que pecaba de falta de fuerza. A pesar de ello, se llevó un largo puyazo. Brindó el animal a toda la familia taurina: “Quiero brindar este toro a toda la afición, a todo el mundo del toro, a todos los toreros y a las cuadrillas que no están toreando. Quiero mandarles todo mi apoyo y toda mi fuerza. Va por ellos”, dijo el maestro valenciano. Tras ello, selló una faena en la que tuvo que subir la mano para sostener las pocas fuerzas del animal. No acertó con la espada y fue ovacionado tras aviso.
La cuasi perfecta colocación de Emilio de Justo fue la virtud principal de su faena al sexto, un animal al que ya dejó destellos capoteros muy caros, pero fue al natural cuando dibujó franela en mano los muletazos más sentidos de todo el festejo. También por la diestra ligó con muchísimo gusto a un animal que se entregó pero muy a menos. Mató bien al animal y paseó las dos orejas de éste.
Ficha del Festejo
Plaza de toros de Plasencia, Cáceres. Corrida de toros del Martes Mayor. Tres cuartos de entrada del aforo permitido por la autoridad sanitaria. Toros de El Torero. Enrique Ponce, silencio, ovación y ovación tras aviso. Emilio de Justo, oreja, oreja y dos orejas.