La pureza de la fotografía caracterizó al recordado «Manuel H», sus fotos pasaban de la cámara a la publicación sin mayores ajustes, lente ágil, intuición depurada y su mayor virtud, la humildad.
Ubaté – Colombia. En el próximo mes de julio se conmemoran los cien años del natalicio de uno de los hombres colombianos con mayor legado profesional: Manuel Humberto Rodríguez Corredor, conocido como «Manuel H», tipógrafo, fotógrafo, reportero gráfico y buen ser humano; por su lente pasaron muchos hechos históricos de más de siete décadas y su trabajo aún es un referente para muchísimos medios de comunicación.
Los conocedores del arte fotográfico y que tuvieron cercanía con este ilustre bogotano, cuentan que el trabajo taurino de «Manuel H» era una descripción gráfica de inspiración, los momentos captados solían ser muy oportunos, fruto de la depurada intuición que poseía, se podría afirmar, si el término es válido, que era un lector de sucesos venideros, la lente y su dedo captaban y disparaban con precisión, dejando así, imágenes con profundas narrativas inmersas, por ello se le reconoce y recuerda siempre. Pero algo que adherido a su virtud profesional se le valoró fue la humildad, siempre en Maestro, orientaba a sus colegas con pasión y amor cuando se lo solicitaban y nunca se le escucho un desaire; por eso estas líneas para recordarlo, valorarlo y refenciarlo para valorar la ética en todos los campos profesionales: esfuerzo, disciplina, veracidad y sentido de pertenencia por lo que hacía.
«Manuel H» nació en Bogotá el 14 de julio de 1920, y con corta edad mostró interés por la fotografía, adquirió una cámara alemana «Rolleiflex» con la que laboró durante muchos años, llegando así a la reportería gráfica en 1945, milito en «El diario liberal», periódico que dirigía en su momento Alberto Lleras Camargo y desde 1952 le colaboró al «El Tiempo» hasta 1994. Algo significativo en «Manuel H» fue que a los 28 años de edad registro con su cámara los violentos sucesos del 9 de abril de 1948, tomó en el Cementerio Central de Bogotá una foto al cadáver de Juan Roa Sierra, autor material del magnicidio de Jorge Eliecer Gaitán, esta imagen apareció en las primeras planas de los principales periódicos de la época, así como también registró en esa misma tragedia la imagen del Tranvía de Bogotá incendiado en la plaza de Bolívar. Su extensa carrera lo llevó a fotografiar a los personajes más importantes de la época, tales como deportistas, reinas de belleza, artistas y políticos, entre los que se encontraban Manolete, Carlos Arruza, Pepe Cáceres, César Rincón, Piero, Gabriel García Márquez, Cantinflas, entre otras personalidades nacionales e internacionales.
En sus últimos años de vida, fue reconocido en su labor por la Alcaldía de Bogotá y el Ministerio de Cultura: Año 2000 Orden Civil al Mérito Ciudad de Bogotá en el grado de Gran Oficial, 2004 Premio Nacional Vida y Obra, además de Gran Orden Ministerio de Cultura y en 2007 Orden Civil al Mérito, en el Grado de Comendador.