Pesadísimo Castella, estoqueador De Justo y entregado Téllez
Redacción: Carlos Ilián – marca.com
Plaza de Madrid. Décima corrida. Dos pinchazos y estocada (silencio). Asistencia: 22.035 espectadores (más de tres cuartos de entrada). Toros de JANDILLA / VEGAHERMOSA (3), en general carentes de la más mínima casta. SEBASTIÁN CASTELLA (4), de lila y oro. Estocada corta y caída. Un aviso (ovación). Media estocada trasera y tendida. Un aviso (silencio). EMILIO DE JUSTO (5), de grana y oro. Dos pinchazos y estocada (silencio). Estocada (silencio). ÁNGEL TÉLLEZ (5), de tabaco y oro. Pinchazo y estocada (silencio). Estocada. Un aviso (palmas)
Después del zambombazo de Roca Rey quedaba flotando en el ambiente ese vientecillo triunfalista, como si lo de la tarde anterior se pudiera revivir. La buenísima entrada, superando de largo los tres cuartos, demostró que la gente se había contagiado del efecto que normalmente tienen las tardes con triunfos de puerta grande. Lo malo es que la corrida de Jandilla, infecta, de absoluta falta de casta, convirtió la tarde en puro plomo, un infumable espectáculo de toros que cansinamente trasegaban ante los engaños sin dejar una gota de emoción.
Tal vez el lote de Castella, sin pasar de amables colaboradores, dejó al menos una puerta abierta al torero que en ambos ejemplares se puso el mono de trabajo para aburrir infinitamente en una sucesión de muletazos, algunos en su primero sobre la mano izquierda y otros chispazos en los redondos al cuarto de la corrida pero dentro de un espesa actuación. Repetición del Castella de tantísimas tardes, sin faltar los cambiados por la espalda, más vistos que el tebeo.
A Emilio de Justo le va el toro encastado pero la borrega de ayer lo convierte en uno más, lejos del torero que hace poco en Sevilla se hizo respetar con los victorinos en una actuación importante. Ayer se colocó siempre en el sitio de verdad y se pasó cerca los pitones, pero dentro de un trasteo sin historia. Con la espada, especialmente en el quinto, hizo lo mejor de la tarde en jun soberano volapié.
Ángel Téllez confirmó su alternativa. Delante un lote de mansos insoportable. El joven torero puso todo de su parte hasta unos muletazos de rodillas en el sexto pasando un susto de muerte al caer en la cara del toro. Y poco más en su confirmación.