OTOÑO – MADRID: REVOLUCIÓN DE OCTUBRE

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Una encerrona hasta la contra en el quinto… pero Morante –que reapareció sólo para hoy-, Dólar, Bombón, Fino, Nazarí o Sueño salvaron junto al protagonista del hito este histórico 6 de octubre.

Redacción: Carlos Palacio – Cultoro.es – Web Aliada – Foto: Sara de la Fuente



Madrid – España.
Una revolución bolchevique en toda regla. También en octubre, también para buscar su propio camino y también con el 17 -como las Puertas Grandes que hoy ha conseguido Diego- como fecha clave. No fue bolchevique, sino cigarrera la guerra que hoy ganó Ventura.

La plaza en la que tiene más Puertas Grandes que El Viti, 17 con hoy; el coso que le ha respetado y que él ha tomado como templo para ser dios a caballo cada vez que hace el paseíllo. Y lo hace y se ha encerrado hoy en él en un año interiormente especial por la connotación que la ausencia de Sevilla tenía esta campaña.

Porque hoy lo demostró: la afición joven no conoce batalla individual similar a la que está llevando Diego contrato a contrato. Porque cree que así lo merece y lo demostró saliendo a hombros en una encerrona hasta la contra en el quinto… pero Morante –que reapareció sólo para la encerrona-, Dólar, Bombón, Fino, Nazarí o Sueño salvaron junto al protagonista del hito la histórica tarde del 6 de octubre.

El primero fue un toro que si tenía fijeza, también es cierto que le faltó romper a embestir. Todo lo tuvo que poner él desde salida, tratando de buscar querencias y terrenos para provocar en las cercanías. Con la grupa ejecutó un quiebro, llegando muy cerca de la cara del animal y con mucho compromiso. Mató de rejón completo que requirió de descabello. Ovación.

El segundo fue un animal de Miura bastante rápido en sus movimientos. Cuando arrancaba al galope, lo hacía sin ritmo, intentaba arrear primero y cuandi llegaba a tocar el caballo se paraba. Le ponía en el muslo los pitones y era realmente peligroso en la distancia corta. Con Guadalquivir lo recibió a portagayola Ventura, saliendo explosivo el de Zahariche. Siempre muy metido en la lidia el cigarrero, pero deslucido a la hora de clavar. No fue una faena redonda, pero sí de mucho compromiso. Sacó a Nazarí en banderillas, pero no tuvo ritmo ni constancia final. Para terminar, y tras sacar a Nazarí para concluir labor, hubo palmas.

El tercero fue un toro de María GUiomar Cortés de Moura bajo, de cuartos muy cortos, por lo que no galopaba sino que tenía un trote sostenido con más ritmo y fijeza que los astados anteriores. Más conjuntada la labor, tuvo más ritmo y el primero lo recibió con Campina, centrando al toro muy bien y parándolo casi en un palmo de terreno, haciendo círculos. Con Fino comenzó faena de banderillas, clavando y citando muy de frente a la hora de los quiebros, de hecho uno de los quiebros fue emocionante andándole hacia atrás aprovechando las querencias. Pudo hacer cambios de sentido metiéndose por dentro cerca de las tablas, librando tres veces de muy efectiva forma. Con Jaguar hizo un quiebro invertido para después clavar al violín, que gustó y llegó mucho arriba. Con Remate clavó las cortas, pinchando dos veces en un rejón con derrame. Silencio.

El cuarto fue un toro exigente, que fue complicado: tendía a distraerse, pero cuando tenía un objetivo, sacaba codicia y esa raza geniuda que se confunde con casta. Pero la complicación de arreones de bravuconería era lo que realmente mostraba. Intentó Ventura encelarlo con Caoba, fijándolo, intentando que no se fuera, por lo que era complicado. Con Juan Manuel Munera compartió tercio de banderillas. No fue lucido pero sí con mucho compromiso. Tendía siempre a querer quedarse en chiqueros, algo que se lo puso difícil para matarlo. Tres golpes de descabello y silencio.

El quinto fue otro toro de Miura que tuvo más motor pero que se orientó muy pronto de todo lo que se estaba haciendo, cortándole la salida a los caballos y cerrando justo cuando iba a llegar al embroque. Se lo puso complicadísimo al animal, recibiéndolo con Campina. Con Nazarí fue tirando de las embestidas, pero cuando llegaba a alcanzar al caballo el astado, se frenaba. Con Bronce dejó buenos quiebros, pero se fue orientando mucho más el astado. Mucho compromiso del rejoneador a pesar de que el toro no se definió. Con Remate, dejó cortas al violín y dejó un rejón de muerte muy certero. Oreja con petición de la segunda.

El mejor toro de la corrida fue el sexto, aunque sin ser extraordinario. Tuvo fijeza, motor, ritmo, transmisión y las complicaciones de la casta por momentos. Con cambios de pista se confió mucho, y con Sueño le apretó muchísimo y casi llega a tener un percance. Le dieron una vuelta al ruedo excesiva al toro. Fue el mejor astado del encierro, encastado, bueno, pero sin llegar a ser de bandera. Sensacional labor del cigarrero, que después de haberlo recibido a portagayola, salió Sueño. Templadísimo fue el galope de costado inicial. Después, con Morante, puso una gran banderilla y le pegó el bocado al toro, con lo que la gente se volvió loca. Con Dólar puso el par a dos manos sin cabezada. Sin terminar de ser absolutamente limpia, sí fue rotunda la labor. Intensidad y entrega del rejoneador, que tras tumbar de rejonazo al animal cortó dos orejas de ley.

Ficha del festejo

Plaza de toros de Las Ventas. Quinta de la feria de Otoño. Corrida de rejones. Casi lleno. Toros de Miura, Sánchez y Sánchez y María Guiomar Cortés Moura. Diego Ventura, en solitario, ovación, palmas, silencio, silencio, oreja y dos orejas.

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