Apoteosis en León, Toreros y Ganadero a Hombros

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Redacción: ALEJANDRO SILVETI

Los indultos conseguidos por Isaac Fonseca y Diego Silveti, además de las tres orejas de Andrés Roca Rey, hicieron que el público se desbordara esta tarde en la plaza “La Luz” de León que registro un entradón.

Inteligente faena de Diego Silveti a su primero. Al notar la falta de fuerza y  desacompasadas embestidas  del primero de Villa Carmela, subió la Muleta para torearlo a media altura y realizar un emotivo trasteo que terminó con ajustadas Bernadinas, intentó matar recibiendo, pero pinchó. Luego de un estocada que tardó en hacer efectos, el público lo llamó a saludar al tercio.

En su segundo, la voluntad y esfuerzo de Diego Silveti no fueron suficientes, pues su enemigo duró muy poco, obligando al guanajuatense a pisar terrenos comprometidos para arrancarle los muletazos.

Diego emocionó con su toreo por alto, para luego eternizarse con la espada y escuchar dos avisos.

Sin embargo, la raza de Silveti, lo encaminó a regalar un toro. Fue ahí, donde la suerte le favoreció.  Se topo con “Cónsul” numero 490  con 458 kilogramos, un astado de extraordinarias condiciones, bravo, noble y emotivo al que Diego le hizo una faena por nota por ambos pitones. Provocando el jubilo del público que de manera unánime e inobjetable solicitó el indulto para el toro de Villa Carmela, poniendo el broche de oro a un festejo inolvidable, en el que los tres diestros y el ganadero salieron a hombros.

La emotividad del segundo de la tarde, primero de Roca Rey, le permitió de inicio, lucir en un ajustado y emocionante quite por chicuelinas y tafalleras y realizar una faena, que caló hondo en los abarrotados tendidos leoneses. Aunque el astado no tuvo clase y si mucha movilidad, Roca Rey aprovechó dicha circunstancia para realizar una faena variada que rayó a grandes alturas, rematando con muletazos en redondo. Estocada ligeramente caída para cortar las dos primeras orejas de la tarde, en tanto que los restos del de Villa Carmela eran galardonados con una vuelta al ruedo.

Pese a tener ya el triunfo en la espuerta, el peruano salió en su segundo a derrochar voluntad y entrega, topándose con otro burel de poco fondo, deslucido y que en cuanto pudo se fue a las tablas. Ahí Andrés, le extrajo muy buenos muletazos. Tras un estocada ligeramente trasera, el juez le concedió una oreja, no obstante que el público solicitaba una segunda.

Por su parte el michoacano Isaac Fonseca, tuvo un inicio vibrante con el tercero de la tarde, al ponerse de rodillas en los medios y pasarse al toro por la espalda. Ya de pie, Fonseca aguantó y consumó de muletazos por ambas manos. Al sentirse podido, el toro de Villa Carmela, este se fue a las tablas y ahí el michoacano malogró su trasteo con la espada, sin embargo entre gritos de “torero, torero” Fonseca, fue ovacionado en el tercio.

En su segundo, el michoacano volvió a entregarse.  Con el capote, se fue a los medios para recibir de rodillas al sexto de la tarde, sufriendo un trompicón. Se recolocó y entonces si, pegó largas cambiadas muy emocionantes.

Con la muleta, ante el toro de mayores cualidades del encierro, Fonseca, estuvo variado y templado, consumando muletazos de gran calado en el público, que de pie, solicito el perdón inobjetable, para el toro de Villa Carmela. La afición estalló en jubilo cuando el juez otorgó el perdón.

Al final de esta corrida memorable, Diego Silveti, Roca Rey, Isaac Fonseca y el ganadero fueron paseados en hombros.

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