Sólidos Ferrera y Juan de Castilla

0
21

Sólidos Ferrera y Juan de Castilla con una buena corrida de Santa Bárbara en Manizales

Redacción: Paulo Andrés Sánchez Gil
Extremeño y colombiano pasean tres orejas cada uno y abren la puerta grande; la plaza registró un gran ambiente, con los tendidos prácticamente llenos

La corrida de Santa Bárbara se prestó para el triunfo y con excepción del quinto, que fue un manso, fue una corrida encastada a la que los toreros pusieron el complemento requerido para una tarde de la que el público salió feliz. Lo más importante de la tarde fue lo hecho por Juan de Castilla al tercero, al que desorejó.

Desde el comienzo le exigió bajándole la mano y luego dosificando la fuerza del toro. Lo vio claro De Castilla, que rápido cogió la muleta en la izquierda y lo cuajó en una serie profunda. Luego fue todo poderío y control absoluto de la situación. De rodillas puso a hervir la plaza en tres circulares invertidos y uno más con cambio de mano. La ejecución impecable del volapié le puso las dos orejas en el esportón a pesar de la colocación ligeramente caída de la espada.

En el sexto fue la expresión de su momento torero que ya no solo es halagüeño, sino verdad. El toro no mostró una gran condición de salida, pero peleó en la vara de William Torres. Cinco largos derechazos de rodillas para comenzar una faena que transmitió y prometía ser vibrante, pero el toro se apagó muy pronto hasta que se paró, y en adelante lo poco que pasó fue provocado por el empeño de Juan que no quiso guardarse nada, y la oreja vino de ley.

El otro triunfador de la tarde fue Antonio Ferrera, con tres orejas como un exceso, al hacer guardia la espada en el costillar del que desorejó; un toro que hizo salida de bravo partiendo plaza y pegando un salto que casi llega al callejón y que le dislocó el maxilar inferior. El tercio de banderillas cubierto por Ferrera fue una fiesta de la afición que casi llenó la plaza. A la muleta el toro llegó con pocos arrestos después del golpe contra las tablas y la pelea en varas. Ferrera le dio los tiempos debidos para intentar que el toro no se apagara. En su acto teatral de matar de lejos atravesó la espada y el presidente en su acto de insensatez premió todo contrariando el rito y el respeto que merece con dos orejas a una faena finalizada con la espada haciendo guardia, y con la vuelta al ruedo al toro que se paró en el final.

En el primero de la tarde, Ferrera no se acopló en el tercio de capa. La faena fue de menos a más, con Ferrera más ajustado con la derecha a medida que avanzó la faena. Por el izquierdo los naturales ayudados muy acompasados calaron en el público. El toro, muy encastado, tenía la fuerza justa, y Ferrera lo trató correctamente, pero se fue viniendo a menos el toro que no facilitó el final de faena. Estocada arriba recibiendo de perfecta ejecución.

Emilio de Justo apenas saludó desde el tercio obligado por la afición de Manizales después de una enorme muestra de honradez ante el quinto, el manso de la corrida, aunque debemos señalar que recargó en el peto del caballo. Pero en el inicio de faena la embestida descubrió la mansedumbre del toro, que después de la primera serie se quizo ir a tablas. Esfuerzo de Emilio que por todos los medios trató de sujetarlo, y luego lo intentó en tablas, pero el toro no tenía nada dentro.

El segundo, de bella y armoniosa lámina, pasó cuatro veces al caballo, bien picado y pitado el picador por el público que en mal gesto anhela el monopuyazo. En la muleta las series tuvieron todas buen comienzo y mal final, tanto a derecha como a izquierda, limpios los primeros tres muletazos, pero en los finales de cada serie el toro punteaba el engaño porque salía con la cara alta. Acusó en la lidia la fatiga de los cuatro encuentros con el caballo. Los aceros poco certeros probablemente le privaron de cortar una oreja.

Manizales (Colombia). Martes, 7 de enero de 2025. Toros de Santa Bárbara, bien presentados y en el límite del peso tres de ellos. Encastados y nobles, excepto el quinto que fue manso. Antonio Ferrera, oreja y dos orejas; Emilio de Justo, silencio y ovación con saludos; Juan de Castilla, dos orejas y oreja. Entrada: Casi lleno. Saludaron Andrés Herreray Carlos Rodríguez “Garrido” por sus pares al sexto.

Dejar respuesta