Indulto de Luis Bolívar para inaugurar la feria de Cali

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El diestro colombiano comienza de forma brillante su adiós a los ruedos y su etapa como empresario de Cañaveralejo; Fernando Adrián, aquejado de un cuadro de gastroenteritis.

Luis Bolívar debutó como empresario y comenzó su breve temporada de retirada de los ruedos alzándose con el triunfo en la corrida que abrió la temporada en CañaveralejoFernando Adrián apenas pudo debutar en Cali, sin suerte en el único que lidió, por un cuadro de gastroenteritis que le impidió torear el último de la tarde.

Con un indulto en el que se impuso la efervescencia del público ante una tarde que no levantaba en emociones, y que decidió tomarse por relajo lo que debió reservarse para el culto, se abrió la feria. La faena tuvo emoción cuando Bolívar toreó al natural, acompañó con temple la calidad de la embestida por el pitón izquierdo, y se descubrió al toro del que antes pocas virtudes se habían podido destacar en los dos tercios precedentes. De ley hubieran sido las orejas si en lugar de pasearlas por la vía del indulto, lo hubiera hecho estoqueándolo como correspondía. No es cierto que un indulto mal concedido eche arriba la feria.

Al segundo de la tarde, Bolívar también le hubiera cortado las orejas de no haber malogrado con la espada y el descabello, que debió utilizar en seis oportunidades, la gran faena que planteó. Pletórica en mando, a favor del toro y sus terrenos, haciendo las concesiones exactas para imponerse desde el poderoso inicio de faena de rodillas y una larguísima y rotunda serie.

Antonio Ferrera cortó una oreja del primero de la tarde tras una faena de buen comienzo en el que predominó el temple y la conexión con el público, que lo arropó toda la tarde y para el que Ferrera tuvo como gesto pasajes de toreo hondo. La estocada quedó caída y el remate de faena no tuvo la consistencia de la primera parte, por lo que fue apenas justa la oreja concedida.

A los lidiados por Ferrera en tercer lugar al correrse el turno para dar espacio a la recuperación de Fernando Adrián y en sexto lugar tras confirmarse el padecimiento del torero debutante, los toreó el extremeño con entrega, gran técnica y un manejo del escenario que ya es sello de su tauromaquia. Los toros fueron muy diferentes. En el tercero la recompensa al esfuerzo fue poca, porque el toro transmitió muy poco; además lo pinchó cuando ya la faena había perdido ritmo. El sexto fue otro de los buenos de la corrida de Gutiérrez, al que también el público erráticamente quizo indultar, más por la fiesta que quizo armar Ferrera desde la salida del toro, y después ordenando a la banda cambiar el pasodoble con el que el director decidió acompañar la faena, como si el criterio del presidente hubiera quedado en entredicho por el indulto del quinto, hasta las series irregulares y los pinchazos que transformó en ovaciones de una parte del público. Histrionismo que da réditos, aunque en este caso haya terminado con mayor sensatez en silencio a la labor, porque el toro valió solamente media faena.

La afición de Cali que quería ver al debutante Fernando Adrián se fue con la desazón de apenas verlo debutar a turno corrido y en mermadas condiciones. El toro que le tocó al madrileño, además, fue el manso de la corrida y poco ayudó. Fernando Adrián, recién salido de la enfermería por incontrolable vómito, no pudo sacar partido.

Cali (Colombia), jueves 26 de diciembre de 2024. Toros de Ernesto Gutiérrez, bien presentados, con calidad y de diverso juego, excepto el cuarto de la tarde. El quinto, de nombre Luchador, herrado con el número 171 y de 496 kilos, indultado. Antonio Ferrera, oreja, silencio y silencio en el que estoqueó por AdriánLuis Bolívar, silencio y dos orejas simbólicas; Fernando Adrián, división de opiniones en el único que lidió. Entrada: Media plaza. Saludó Ricardo Santana en el quinto tras extraordinarios pares. Ovacionada la soberbia vara de Luis Viloria al sexto.

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