Homenaje al Doctor Francisco Páez: Una Vida al Servicio del Arte, la Medicina y la Tauromaquia

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Ayer sábado 23 de noviembre, en una emotiva y sobria ceremonia religiosa celebrada en la Iglesia Cristo Rey, familiares, amigos y representantes del mundo taurino despidieron al doctor Francisco Páez. Médico, ganadero y apasionado aficionado taurino, su legado trasciende generaciones como ejemplo de bondad, erudición y dedicación a sus múltiples pasiones. Durante cuatro décadas, fue figura central de la Plaza de Toros de Santamaría y referente en la cría de toros de lidia.

Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora  – www.enelcallejon.co – Web Aliada

Arbeláez – Colombia. En el recogimiento de la Iglesia Cristo Rey, familiares, amigos y colegas se reunieron ayer sábado 23 de noviembre al mediodía para despedir al doctor Francisco Páez, conocido cariñosamente como «Pachito». Con una ceremonia íntima pero profundamente sentida, los asistentes evocaron la memoria de un hombre que dejó una huella indeleble en la medicina, la ganadería y la tauromaquia.

Nacido en Guateque, Boyacá, y formado como médico cirujano en la prestigiosa Universidad Javeriana, el Dr. Páez dedicó su vida al cuidado de los demás, ejerciendo en instituciones como el Seguro Social y la Plaza de Toros de Santamaría, donde trabajó durante 40 años. Sin embargo, su impacto trascendió los quirófanos y los ruedos. Fue un hombre universal, como lo describieron sus amigos, apasionado por la literatura, la música y la historia, así como un defensor acérrimo del arte taurino.

En el transcurso de su vida, Páez cultivó amistades que valoraban su generosidad, ingenio y erudición. Sus historias, a veces reales, otras nacidas de su imaginación, capturaban a quienes lo escuchaban, desde sus hijos y nietos hasta sus colegas del mundo taurino. Representantes de la Unión de Toreros de Colombia, picadores y banderilleros, destacaron su trato igualitario, pues atendía con la misma dedicación a figuras como Morante de la Puebla o a subalternos anónimos.

Además, como criador de toros de lidia, fundó la ganadería San Martín, ubicada en Gachantivá, Boyacá, y ocupó cargos de liderazgo como presidente de la Asociación de Criadores de Toros de Lidia de Colombia y de la Federación Latinoamericana. Su compromiso lo llevó a participar en el Comité Mundial de Criadores de Toros, donde compartió espacio con grandes referentes internacionales como Pedro Domecq.

El doctor Páez encarnaba una devoción por la tauromaquia clásica, rindiendo culto a figuras como Luis Miguel Dominguín y El Viti, con una visión atildada del toreo como expresión artística. Su amor por la cultura taurina era equiparable a su pasión por la literatura hispana y la historia colombiana, ámbitos en los que se sumergía como lector asiduo.

En la ceremonia, amigos como Jerónimo Pimentel y Rafael Moscoso recordaron su espléndida capacidad como conversador y la falta que hará en los ruedos y las tertulias. Su sobrino destacó la riqueza de su personalidad, la cual combinaba una comprensión profunda de la vida con un respeto sereno por la muerte, dejando una lección de humanidad que trasciende su partida.

La Unión de Toreros de Colombia, en un comunicado, expresó sus condolencias a la familia Páez, en especial a su esposa Graciela González y su hijo Juan Carlos Páez, destacando su legado como un caballero honorable y amante de la tauromaquia. “Que la tierra le sea leve a tan estimado y querido maestro y amigo”, señalaron, subrayando la pérdida de un consejero invaluable, tanto en lo personal como en lo profesional.

La despedida al doctor Francisco Páez fue un homenaje a una vida dedicada al servicio, la cultura y el arte taurino. En las bancas de la iglesia, mientras sus amigos y colegas celebraban su legado, quedaba la certeza de que su memoria seguirá viva en la plaza, en los libros que amó y en las historias que aún resuenan entre quienes lo conocieron.

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