El Senado francész rechaza prohibir las corridas de toros a los menores de 16 años
«¿Es aceptable que los menores presencien el sufrimiento de un ser vivo? (…) Debemos proteger su inocencia», defendió en vano la senadora centrista Samantha Cazebonne, quien impulsó la proposición de ley rechazada.
La oposición de unos 250 senadores a la propuesta de ley, frente unos 60 a favor, permitió suprimir sus dos únicos artículos, para alivio de las asociaciones taurinas que habían denunciado un atentado contra la «libertad» y la «tradición».
El ministro de Justicia, Didier Migaud, anunció al inicio del debate la oposición del gobierno de derecha al texto, asegurando que corresponde a los padres ser los principales «protectores» de los menores y decidir sobre su asistencia a los toros.
«Respetemos nuestras identidades, respetemos nuestra cultura y dejemos a los padres elegir si transmitirla», defendió el senador conservador, Laurent Burgoa.
Francia, donde las corridas se celebran sólo en su tercio sur alrededor de las plazas de Bayona, Mont-de-Marsan, Nimes, Arlés o Béziers, es uno de los ocho países con este espectáculo, que desaparecerá en 2027 de Colombia.
En la mayoría de esos países se permite la asistencia de los menores, aunque en algunos solo si están acompañados por adultos. Las prohibiciones son pocas, como en Ecuador, donde los menores de 16 años no pueden presenciar estos espectáculos.
«Francia perdió la ocasión de cumplir con las recomendaciones del comité de Derechos del Niño de prohibir el acceso de los menores a los espectáculos de tauromaquia», lamentó la presidenta de la Alianza Anticorrida, Claire Starozinski.
¿Maltrato animal o tradición?
Este comité de la ONU recomienda desde hace años a Francia y a otros países con tradición taurina tomar medidas para «proteger» a los menores, al considerar que estos espectáculos son de «violencia extrema».
«No siempre se puede estar de acuerdo con las posiciones de la ONU (…) No son el alfa y el omega de lo que tenemos que decidir en Francia», respondió durante el debate el senador conservador Max Brisson.
La proposición de ley reavivó el debate en Francia entre quienes consideran las corridas como un maltrato animal y quienes las ven como un componente de la tradición y de la identidad, así como un elemento de la economía local.
«El Senado superó una etapa importante en el camino hacia la protección definitiva de la corrida en Francia», celebró la Unión de Ciudades Taurinas de Francia (UVTF), subrayando que los padres tienen el derecho a incluirla en la educación de sus hijos.
Sin embargo, un 75% de los franceses es favorable a prohibir las corridas de toros, según un sondeo de Ifop divulgado en febrero.
En 2022, el diputado animalista Aymeric Caron ya intentó abolir esta práctica, pero acabó retirando su proposición de ley al denunciar una «obstrucción» parlamentaria por parte de los legisladores procorrida, para impedir su votación.