Cali, la feria de la esperanza: «Cuando había abundancia, todos querían torear en Colombia; ahora necesitamos que no nos dejen solos»

Luis Bolívar se despedirá en la plaza a la que regresa también como empresario para intentar rescatarla con sus socios mexicanos, Luis y Pablo Álvarez, de la situación que vive Colombia

REDACCION: ElMundo

Hace una semana que los representantes de la empresa Toro Vive, encabezada por Luis Bolívar y los mexicanos Luis y Pablo Álvarez, lanzaron en el restaurante Coque, en Madrid, los carteles de la próxima Feria del Señor de los Cristales de Cali. Que Cali vuelva a tener feria en medio de la extraña situación que vive la fiesta en Colombia parece un milagro, y que lo haga tras la salida de Tauroemoción, también. La situación es más que compleja. De ella, y de todo, hablamos con Bolívar (LB), que cierra su carrera en su tierra como matador de toros, y con Pablo Álvarez (PA).

Luis, hace unos meses que la noticia era la prohibición de los toros en Colombia y ahora nos encontramos con tres corridas de toros, un festival y una novillada organizadas por Toro Vive para el próximo invierno. ¿Qué ha pasado en este tiempo que no nos hayamos enterado?

LB. Ha pasado que no podemos dejar de luchar. La Ley que prohíbe los toros en Colombia se firmó el 24 de julio. De hecho, el presidente realizó un acto en la Santamaría con el objetivo de que fuera multitudinario y le sirviera para mejorar su imagen pública y una plaza que se ha llenado siempre con miles de aficionados apenas recibió a una cuatrocientas o quinientas personas para el numerito de Petro. Al día siguiente, ya eran varias las demandas que esa Ley empezó a recibir, unas por inconstitucional y otras por vicios de trámite. Esas demandas han sido tramitadas por el sector, aunque otras han sido de aficionados a título personal. Resulta que los fallos de la Corte Suprema por cuestiones constitucionales están tardando alrededor de dos años, por lo que se ha pedido una cautelar, es decir, que se suspendan los efectos de la Ley hasta que se emita ese fallo, mientras que ya veremos dónde paran también los otros argumentos y recursos que se han interpuesto. Igualmente, la Ley permite la celebración de festejos durante tres años, siempre bajo las condiciones que dicte el Ministerio de Cultura, que aún no se ha pronunciado. Es decir, en este momento, bajo esas circunstancias, se pueden dar toros en Colombia. De hecho, justo este fin de semana pasado se celebró en Manizales la feria de «Toros y ciudad», con cuatro festejos, sin ningún inconveniente.

Y con este panorama, Pablo, ¿no es un riesgo exagerado hacer empresa?

PA. Lo es, pero es peor no hacer nada. Lo que no podemos es quedarnos inmóviles y hacer un Don Tancredo con Colombia. Al contrario, hay que salir, enfrentar el toro y capear el temporal. Imagínate que al menos una de las acciones que comenta Luis tenga éxito, y que llegue diciembre y Cali no tenga feria. Ese sí sería un drama. Por eso no podemos bajar los brazos y es ahora cuando hay que ser valientes. Hace poco tiempo mi hermano Luis y yo estuvimos en Cali, todavía teníamos la imagen de esas ferias de casi 20 corridas de toros, todos los días llenos, y nos encontramos con un panorama completamente diferente, muy triste. Por eso, cuando Bolívar, que es un torero con el que siempre nos ha unido una gran amistad, nos comentó que quería dar la batalla por Cali y trabajar por, no solo mantenerla viva sino intentar revitalizarla, no nos lo pensamos y nos implicamos con toda la responsabilidad. Apostando fuerte. Sabemos que hay que invertir y que tenemos mucho trabajo qué hacer, pero estamos dispuestos a hacerlo con todas las consecuencias.

¿Son conscientes los toreros de la situación en Colombia?

PA: Todos los que se han anunciado en esta feria que hemos organizado lo han demostrado. Les hemos hablado de la situación, de la apuesta que estamos haciendo y no han dudado en aceptar y asumir el compromiso. Tengo qué decir que si esta feria es viable empresarialmente es porque los toreros se han implicado. Quizás la mayor dificultad ha sido la de ajustar las fechas, porque son las fiestas de Navidad, todos quieren también estar con sus familias, como es normal, pero no han rehuido el compromiso con Colombia.

¿No debería estar en estos carteles Juan de Castilla, el torero colombiano que más proyección ha mostrado esta temporada en España?

PA: Por supuesto, fue nuestra intención, pero como pasó con él y con otros con los que quisimos contar en Cali, simplemente no hubo acuerdo. Ojalá que las leyes permitan que el año que viene podamos dar toros nuevamente y que podamos contar con él. No obstante, estamos muy satisfechos con los carteles programados, porque hay variedad, están las figuras, que han querido arropar a Luis Bolívar en su última actuación en su plaza de Cañaveralejo, un cartel rematadísimo con Manzanares, Castella, Talavante y los toros del maestro Rincón, que el otro día nos acompañó en la presentación. Pero también será el debut en Colombia de Fernando Adrián, que a pesar de su reciente lesión, ha confirmado que estará en condiciones para torear en Cali. Contar además con Antonio Ferrera, Manuel Escribano, Román, El Payo y Jesús Enrique Colombo, dentro de una feria corta, la dota de variedad e interés. Además, nuestro objetivo es crecer y dar oportunidad también a los locales, por eso habrá un debut con picadores en una novillada mixta, que abrirá también un lugar para un novillero sin picadores.

Luis, ¿se despide de los ruedos?

LB: Sí, es una forma muy bonita de cerrar el círculo. Cañaveralejo es la plaza donde nació mi deseo de ser torero, incluso fui acomodador, después he podido bajar a la arena y triunfar en mi tierra es de las cosas más satisfactorias que he podido vivir. Y ahora, 20 años después de convertirme en matador, de haber pasado por tantas y tantas experiencias, creo que es el momento de dar un paso al costado y defender la tauromaquia desde otra área. Serán dos tardes muy especiales, mis últimas dos en Cali, pero quisiera también hacer una temporada corta en algunas plazas de España que han significado mucho para mí. Después volveré a Cali con la ilusión de poder seguir trabajando para que la Feria de Cali vuelva a ser lo que era. Confío en que podemos ganar la pelea que estamos dando y que la cordura se imponga a la censura. Pero para eso es necesario estar todos unidos. Antes, cuando había abundancia, todos querían venir a Colombia, torear, estar en todas las ferias, y ahora que vienen mal dadas necesitamos que no nos dejen solos, tienen que darnos importancia y visibilidad. Al final, lo que pase aquí puede pasar en otro país y no podemos dejar que este movimiento avance.