Manizales: El Cupo de Libardo, Manolo lo Pincho

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En una emocionante tarde en la Feria de Toros y Ciudad de Manizales, seis toreros colombianos compitieron por un cupo para la Feria del 2025. Manuel Libardo destacó con dos orejas tras una elegante faena bajo la lluvia, mientras que Manolo Castañeda cerró la jornada con una actuación ovacionada, aunque falló con la espada y perdió la oportunidad de asegurar su cupo. Los demás toreros tuvieron actuaciones variadas, con momentos de brillo, pero sin lograr sobresalir por completo.

Redacción: Javier Enrique Baquero Pardo – JABA

Manizales – Colombia. Con un clima primaveral y los tendidos llenos de alegría, se vivió la corrida de toros de la Feria de Toros y Ciudad en la capital caldense, donde se disputaba un cupo para la Feria de Manizales 2025.

Antes del paseíllo, un pequeño de unos tres años deleitó al público. Con rodillas en tierra y vestido con un traje corto español, nos brindó la lidia de una carreta. Desde la puerta gayola, pasando por las verónicas, realizó un emotivo brindis al público y ejecutó una serie de tandas por derecha y por izquierda que fueron coreadas por los aficionados. ¡Olé por los toros, olé por los niños taurinos!

En el paseíllo, seis toreros colombianos intercambiaron el capote por el tricolor nacional, acompañando desde el ruedo los actos protocolarios. En ese momento, los olmos de Colombia y Manizales soñaron con más fuerza que nunca. Se lidiaron astados bien presentados de la ganadería de Don Ernesto Gutiérrez, que en su mayoría ofrecieron un buen comportamiento.

Seis matadores de toros se disputaron el galardón de la feria, y cada uno, a su manera, dio lo mejor de sí.

El primero en saltar al ruedo fue el torero de Ubaté, Manuel Libardo, quien saludó al primer toro de la tarde, un ejemplar negro y bien hecho de Gutiérrez, con cinco verónicas y una media verónica. Con la muleta, Libardo estuvo correcto, templando y mandando, llevando siempre al astado con pureza y buen torear. Las palmas llamaron a la música en medio de la lluvia, mientras Libardo continuaba su faena con elegancia. Certero con la espada, cortó dos orejas, lo justo hubiese sido una. El toro, aunque noble, careció de chispa, pero aun así fue premiado con la vuelta al ruedo.

Ricardo Rivera, en segundo lugar, tuvo un breve paso con la capa antes de llamar a los picadores. Con la muleta dejó algunos buenos detalles, pero no logró sacar el mejor partido del toro, resultando en una faena larga y densa. Con la espada estuvo displicente, lo que llevó a un justo silencio.

El antioqueño Luis Miguel Castrillón fue el tercero en comparar. Dejó pocas lanzas y, con la muleta, no logró destacar. La faena careció de fluidez y, tras varias dificultades con la espada, recibió tres avisos, dejando más pena que gloria.

David Martínez, en cuarto lugar, lució a la verónica con temple y mando. Tomó las banderillas, destacándose con dos buenos pares. Con la muleta tuvo buenos momentos, pero la faena perdió fuerza. La espada, tras tres intentos, finalmente encontró su sitio, lo que le valió una vuelta al ruedo.

Sebastián Cáqueza, en el quinto puesto, no dejó huella con la capa. Con la muleta estuvo correcto, pero sin lograr una faena con coherencia. La espada tampoco era destacable.

El cierre de la tarde lo protagonizó Manolo Castañeda, quien saludó al palco antes de tomar el capote y, rodillas en tierra, ejecutó una larga cambiada. A continuación, realizó dos verónicas pegadas a tablas y un lance inspirado en El Pana. Tras la pica, mostró variedad con suertes mexicanas y, con las banderillas en mano, colocó tres pares de gran poder. Dio la vuelta al ruedo ante una atronadora ovación. Con la muleta, brindó a su apoderado y ejecutó una faena llena de detalles. Templó y mandó, sacando partido de un toro que a veces no quería embestir. Su faena tuvo fondo, forma y valor, pero la espada encontró hueso, y con ello se esfumó su copa a la Feria de Manizales.

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