Jarol Sánchez y Daniel Salas Deslumbran en la Novillada sin Caballo de Toros y Ciudad 2024

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Jarol Sánchez y Daniel Salas fueron los grandes protagonistas de la novillada sin caballos en la Feria de Toros y Ciudad 2024. Salas cortó una oreja tras una faena marcada por el temple y la estética, mientras que Sánchez, con dos orejas y salida a hombros, mostró un dominio interesante del toreo.

Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora– https://enelcallejon.webnode.es/ – Web Aliada

Manizales – Colombia. La plaza de Toros y Ciudad 2024 vivió una noche de gran emoción en la novillada sin caballos con erales de la ganadería de Altagracia. Con un cartel repleto de jóvenes promesas, el festejo fue una muestra de entrega, valentía y calidad torera. Jarol Sánchez y Daniel Salas se erigieron como los más reconocidos de la noche, dejando huella con sus faenas llenas de temple, arte y mando. Junto a ellos, otros novilleros dieron lo mejor de sí, enfrentándose a una serie de novillos que exigieron técnica, valor y conocimiento.

José de Antía: El Esfuerzo de la Primera Faena

La tarde arrancó con el primero de Altagracia, un novillo que, aunque manseó de salida, pronto buscó las tablas, mostrando casta y ciertas teclas que complicaron la lidia. José de Antía lo recibió de hinojos con una larga cambiada, para luego ejecutar unas verónicas acompañadas que despertaron los primeros aplausos del tendido. Sin embargo, en la faena de muleta el novillo no permitió que el joven torero desarrollara su concepto, quedando las tandas al hilo de las tablas sin mayor lucimiento. Con esfuerzo, De Antía intentó sacar lo mejor del burel, pero la faena no alcanzó mayores alturas. Una estocada trasera le permitió dar la vuelta al ruedo como premio a su disposición y entrega.

Daniel Montes: Calidad en la Pañosa

El segundo novillo de Altagracia fue un ejemplar bravo, pronto y noble, que a media altura ofreció posibilidades de lucimiento. Daniel Montes, en su turno, aprovechó estas virtudes para dibujar unas verónicas correctas, aunque sin mucho brillo en el capote. Fue con la muleta donde Montes mostró su mejor versión, logrando correr la mano con temple e hilvanando una faena de cierto calado, especialmente por el pitón derecho. No obstante, el cierre de faena fue algo deslucido, descomponiendo lo que había construido. Tras un pinchazo, colocó una estocada certera que le valió una oreja, reconociendo así su esfuerzo y la calidad de algunos pasajes de su actuación.

Eduardo Valenzuela: La Valentía ante la Adversidad

El tercero de la tarde fue un novillo manso y complicado, con poco recorrido y cierta complejidad en sus embestidas. Eduardo Valenzuela lo recibió con una portagayola de gran mérito, seguida de una larga cambiada de rodillas y unas verónicas que mantuvieron al público expectante. Sin embargo, el novillo se fue rajando poco a poco, poniendo a prueba la habilidad del novillero para sobreponerse a una lidia difícil. Con la muleta, Valenzuela dejó destellos de su torería, aunque la faena estuvo marcada por altibajos y apuros que le restaron continuidad. Dos pinchazos y una estocada desprendida lo dejaron en silencio, a pesar del esfuerzo realizado.

Daniel Salas: Faena de Templanza y Sentido Torero

El cuarto novillo, aunque limitado de bravura y casta, ofreció algunas virtudes que Daniel Salas supo aprovechar. Con el capote, Salas ejecutó unas verónicas templadas y bien compuestas, dejando claro desde el inicio su concepto estético y profundo del toreo. Ya con la muleta en mano, el joven novillero mostró un gran sentido de la lidia, administrando los tiempos con parsimonia y estética. Las tandas, aunque breves, tuvieron hondura, y su faena fue un ejercicio de temple y técnica, muy bien recibida por el tendido. Tras una media lagartijera de impecable ejecución, Salas cortó una merecida oreja, consolidándose como una de las figuras destacadas de la tarde.

Jarol Sánchez: La Consagración de una Promesa

La gran ovación de la tarde fue para Jarol Sánchez, que se enfrentó al quinto novillo, un bravucón encastado que, aunque noble y pronto, no reunió las condiciones para el indulto que se le concedió. Desde su arriesgada portagayola, Sánchez dejó claro su arrojo y valentía, continuando con unas verónicas profundas y templadas que hicieron vibrar a la plaza. Con la muleta, Sánchez mostró un dominio absoluto del ritmo y las distancias, llevando al novillo con temple y buen sitio. Su faena fue hilvanada con gran sentido del toreo, logrando la conexión total con el público. El clamor fue unánime: dos orejas para Sánchez, que salió a hombros en medio de una atronadora ovación, dejando claro que su futuro en los ruedos es prometedor.

Juan Rojas: Una Oportunidad Perdida

El sexto y último novillo de la tarde estaba destinado a Juan Rojas, pero un incidente desafortunado truncó su actuación. El novillo, que se malogró en la primera parte de la lidia, fue devuelto, pero el sobrero no fue sacado debido a que resultaba demasiado fuerte para las capacidades del joven novillero. Así, Rojas no pudo culminar su actuación, dejando al público con la expectativa de verlo en futuras tardes.

Conclusión de una Gran Noche

La novillada sin caballos de la Feria de Toros y Ciudad 2024 fue una muestra del talento emergente en el toreo, con Jarol Sánchez y Daniel Salas como grandes protagonistas. Ambos novilleros destacaron por su templo, arte y dominio de la lidia, dejando al público con la certeza de que el relevo generacional en los ruedos está asegurado. Mientras tanto, José de Antía, Daniel Montes y Eduardo Valenzuela también mostraron entrega y disposición, enfrentándose a una ganadería de comportamiento variado que puso a prueba sus habilidades. La afición quedó satisfecha, y la noche taurina será recordada como un momento clave en el desarrollo de estas jóvenes promesas.

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