Juan de Castilla tuvo una tarde desafiante en Céret, enfrentando al tercer y sexto toro con poca opción de triunfo. A pesar de su esfuerzo y algunos buenos muletazos, no logró ligar suficientes pases y falló con la espada y el descabello, resultando en silencio por parte del público en su segunda lidia.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora – https://enelcallejon.webnode.es/ – Web Aliada
Arbeláez – Colombia. En la Plaza de Toros de Céret, Francia, se celebró el primer festejo 2024 ante un casi lleno en los tendidos. Los toros de Sobral, bien presentados y de juego variado, ofrecieron una tarde de emociones y desafíos para los matadores Damián Castaño, Gómez del Pilar, y Juan de Castilla.
El tercer toro, sardo y bonito de cara, mostró bravura en el caballo, pero llegó parado a la muleta. Juan de Castilla intentó sacarle muletazos de uno en uno, aprovechando la bravura residual, pero sin continuidad. Mató de un soberbio volapié, recibiendo un aviso y saludo del público.
El sexto toro, alto, cuajado y sardo, se lastimó al salir y, aunque se recuperó, su ímpetu inicial disminuyó. Tomó tres puyazos fuertes y llegó a la muleta con buena condición, pero afectado por los incidentes previos. Juan de Castilla dio lo mejor de sí, logrando algunos buenos muletazos, pero no pudo ligar lo suficiente para triunfar. Falló con la espada y el descabello, resultando en silencio del público.
El quinto toro, ensabanado, capirote y calcetero, salió con más pies que fijeza, sembrando pánico al arrollar al torero a portagayola. Tomó tres puyazos de lejos, entrando fuerte en el caballo de Sangüesa, quien toreó a placer. En la muleta, el de Sobral embistió con genio, complicando la faena. Gómez del Pilar se mostró valiente, logrando muletazos importantes y matando de un soberbio volapié. Obtuvo una oreja tras fuerte petición y bronca a la presidencia por no conceder la segunda.
La tarde continuó con actuaciones destacadas de Damián Castaño, quien perdió el triunfo con los aceros frente al mejor lote, y Gómez del Pilar, quien se llevó una oreja en una corrida marcada por la casta y la emoción de los toros de Sobral.