Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora – Foto: Verónica Sierra
Los Aficionados no son bien orientados en los anillos de seguridad, los ejemplares de Santa Bárbara impecables en presentación al individual, desiguales en conjunto y una terna que se la jugó de acuerdo al oficio y concepto de cada uno.
Bogotá – Colombia. La tercera de la Temporada denominada de La Libertad en la Santamaría dejó muchos sabores. En primera instancia la poca colaboración en información de los Oficiales y Civiles de Convivencia en suministrar información verás a quienes querían llegar al coso taurino de la calle 26, presencié respuestas equivocadas como por ejemplo “¿la plaza?, la de Bolívar es mas en el centro”, no es válido que se cerque la Monumental capitalina y se cambie la circulación vehicular con la fina excusa de “proteger” a los aficionados, cuando realmente se está entregando una imagen de prevención y temor para llegar a disfrutar de la liturgia del toro bravo, cuando a través de un instrumento legal emitido por el Burgomaestre distrital sería más eficiente y de paso una buena herramienta para el procedimiento policial.
Lo segundo, a manera constructiva lo expreso, es que sería conveniente habilitar las taquillas de la Plaza, pues muchos aficionados llegaron motivados a ingresar y lamentablemente no encontraron dónde adquirir la boleta para disfrutar del cartel ofertado, lo curioso es que si había personas revendiendo entradas que podrían no ser originales de la empresa emisora y literalmente perjudicando seriamente la solides financiera de la Corporación Taurina de Bogotá, que hace grandes esfuerzos.
En tercera instancia lo ocurrido en el ruedo, se vieron toros muy bien presentados al individual, dispares en conjunto de la ganadería triunfadora en la ciudad de Manizales Santa Bárbara, que fueron limitados en fuerza y raza, exigiendo casi todos distancias cortas y tardando demasiado en acometer con bondad, porque si se debe destacar que los seis gozaron de mucha nobleza. Creo a mi forma de ver y con el sólido argumento sumado en los muchos años que asisto a las plazas, que los clamores manifestados por algunos asistentes fueron insultantes y poco argumentados… De toros, como lo manifestó muchísimas veces Don Ramón Ospina Marulanda, no saben ni las vacas…
Paco Perlaza (Terno Grana y azabache) evidencio la sólida madures y oficio que posee, al lado de la decisión, la honestidad, el valor… la inteligencia, ante el que abrió plaza, un burel limitado, solvento la papeleta y saco agua de pozo seco. Con el segundo que tuvo un poco mas de condición, el caleño ejecuto unas muy buenas chicuelinas en el quite y logro hilvanar dos interesantes tandas por mano derecha al huidizo toro de Santa Bárbara.
Moreno Muñoz (Terno malva y oro) reflejo su caballerosidad en su actuación, “se torea como se es”, reza el adagio taurino, en el primero de su lote parsimonioso en capa y muleta ante un toro con movilidad que no acabó de romper. En el quinto, que brindó a su Señora Madre, la Espada Miriam Moreno, fue paciente, porfió, hilvanó faena a un toro manso con lámina, conectó con los tendidos y logro dar una sonora vuelta al ruedo.
Luis Miguel Castrillón (Terno azul noche y oro) se quedó sin expresar su torería, el burel que hizo tercero, no tuvo recorrido, solo arreones y con el que cerró plaza no logró encontrar camino tal vez por lo agarrado al suelo del toro. Dejó en su última intervención una buenas chicuelinas de inicio.
Ficha del Festejo
Domingo 4 de febrero 2018 – Plaza de Toros Santamaría – 3ª Corrida de Temporada – Toros de Santa Bárbara desiguales en trapío, limitados de raza y fuerza. Paco Perlaza: Palmas y Vuelta al ruedo tras petición de oreja. Moreno Muñoz: Saludo y Vuelta al ruedo. Luis Miguel Castrillón: Silencio y Silencio. Incidencias: Saludaron tras parear: Wilson Chaparro “El Piña” y Emerson pineda en el 2º de la tarde, Jhon Jairo Suaza “Chiricuto” en el 4º y Carlos Rodríguez Garrido en el 5º de lidia ordinaria. Entrada: Tres cuartos de aforo.
