El peruano perdona la vida a Emir, de Ernesto Gutiérrez, en el último festejo del abono; la divisa colombiana lidió, además, dos toros premiados con la vuelta al ruedo
La última corrida de Manizales fue un jolgorio: la terna se repartió siete orejas, el tercero de la tarde, de nombre Emir, fue indultado y dos toros más de Ernesto Gutiérrez fueron reconocidos con la vuelta al ruedo. Roca Rey brindó la faena a ese tercer toro de la tarde al alcalde Jorge Eduardo Rojas.
Las primeras series tuvieron el mando que necesitaba el toro, que se desplazaba con calidad pero sin mucha chispa. Transmitieron los templados muletazos del peruano, que luego con la mano izquierda tuvieron aún más hondura. Larguísimos los naturales, y en cada uno el olé roto de Manizales. Tuvo tanto poder la muleta de Roca Rey que el toro se fue a más y su cotización la elevó hasta confundir al público que rápidamente pidió el indulto. Sonaba el pasodoble Feria de Manizales y el torero sin dar tregua en su supremacía. Final de faena por luquesinas, obligadas de nuevo por el mando de Roca Rey, y a pesar de que el toro se paró, el presidente lanzó el pañuelo del indulto, y la plaza, enardecida, jubilosa, y el alcalde como en campaña, descendió del palco a devolver gentilezas. Todo era fiesta.
El toro que cerró la feria tuvo un comportamiento muy diferente al indultado tercero, menos docilidad. Sin embargo, Roca Rey de nuevo impuso su ley, quizá menos vistoso, y hasta con recato, y con algunos muletazos menos limpios, pero llegó de nuevo al público desde su magneto para poderle a los toros. El triunfo quedó sentenciado en el tercero porque pinchó al del broche de oro.
Cayetano se metió a la afición de Manizales en el bolsillo. Al quinto lo toreó con gusto, variedad y mucha estética con el capote, dos largas a una mano, una chicuelina y revolera con serpentina que calaron hondo en los tendidos. Manizales redescubrió a Cayetano y lo ha hecho a lo grande. Serio, por momentos con desmayo, y muy personal su manera de bajarle la mano al toro, al que cuajó por ambos pitones. Muy buen toro, que tuvo buen comportamiento en todos los tercios. Los naturales que pegó esta tarde Cayetano han sido toreo caro. Mató de un estoconazo y aquí también de ley las dos orejas que a punto estuvo de negar el palco.
Había cortado su primera oreja en el segundo de la tarde, bien toreado a la verónica. Con la muleta costó ligar las series porque el toro muy rápido quiso refugiarse en tablas, pero Cayetano, muy hábilmente y francamente bien, lo sujetó y lo cuajó por el pitón izquierdo especialmente. La faena estaba hecha y se fue con el toro a tablas a concluir allí la labor con mucho mérito también.
A Luis Bolívar se le notó con menos entusiasmo que en otras ocasiones, que en las dos ferias de Manizales anteriores, de las que fue proclamado triunfador. En el cuarto remontó su pálido saludo. Otra sensación, otro carácter. Muy seria la faena, sin agobiar al toro, y recreándose en cada pase. Sonaba el pasodoble La municipal del maestro Victoriano Valencia como fondo de una obra llena de sentimiento. El estoconazo en la suerte de recibir por sí solo merecía premio, y para quienes se emocionaron con la extraordinaria faena de mimo y toreo roto, ya la otra estaba ganada.
El saludo del festejo no fue el mejor, no pudo lucir su buen capote porque el toro fue tardo. La faena de muleta fue una lección de paciencia y sapiencia ante un manso que desde que se plantó con la muleta tuvo tendencia a tablas. El pulso impecable del torero, dando tiempo y aire al toro, hasta hacerlo romper y hasta cuatro series no muy ligadas logró empalmar en los medios. Todo mérito de Bolívar. En la querencia algunos aliños, pero la espada cayó defectuosa y apenas alcanzó para saludar una ovación.
FICHA DEL FESTEJO
Manizales (Colombia), domingo 14 de enero de 2024. Toros de Ernesto Gutiérrez, dispares de presentación y juego. El tercero, de nombre Emir, herrado con el número 498 y de 456 kilos, indultado. El cuarto de nombre San Silvestre, número 100 y de 478 kilos, y el quinto, de nombre Amadis, número 102 y de 450 kilos, premiados con vuelta al ruedo. Luis Bolívar, ovación con saludos y dos orejas; Cayetano, oreja y dos orejas; Roca Rey, dos orejas simbólicas y silencio tras aviso. Entrada: Tres cuartos de plaza. Saludaron en banderillas Joselito Cruz, en el segundo, Francisco Durán “Viruta”, en el tercero, y Carlos Gutiérrez y Emerson Pineda, en el cuarto. Se llevó a cabo el homenaje a Clovis Velásquez que se retiró de los ruedos, poniendo su última vara esta tarde. Una vuelta al ruedo a hombros de sus compañeros subalternos, que acompañaron todas las cuadrillas, los toreros y los monosabios que le hicieron calle de honor.