Una terciada corrida de Juan Bernardo Caicedo, con pocas bondades, desclasada salvo el corrido en el cierre y una terna de gran nivel, inspirados, llenos de tauromaquia al punto de tapar lo malo del encierro.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora – https://enelcallejon.webnode.es/
Manizales – Colombia. “La verdad os hará libres”, y la libertad por la tauromaquia es lo que estamos aclamando, por ello se deben decir las cosas como son, apaciguando la emoción y viendo con razón y la realidad, por ello desde el ojo del contexto, se puede decir que en la tercera corrida del ciclo manizalita, el rey de la fiesta escaseo para la ocasión de muchos factores, entre algunos, el trapío, la bravura sensata y la clase, cualidades primarias para determinar en nota alta las condiciones favorables a la liturgia que nos reúne en una plaza de toros. De pronto se levantará ampolla, pero es mejor expresar las cosas a tiempo, para que en estos momentos de difícil caminar, se pongan los correctivos y se le siga dando salud a la feria de mayor interés en Colombia.
El cuarto festejo del abono de la capital caldense, tercera corrida de toros, gozó de una terna excepcional, sin tacha alguna, son toreros que tienen un enorme sentido de pertenencia por su profesión, saben que se deben a los públicos y que por delante de lo que les toque en los sorteos, piensan siempre en dejar lo mejor de sí. Entrando en materia, la corrida de Juan Bernardo Caicedo en Manizales fue terciada, es decir en el encierro hubo toros dos, el segundo y el sexto, y novillos con cara los restantes, la conclusión más obvia lo decían las tablas, fechas y números que no concordaban con los consecutivos y pesos rallando el limite inferior de lo estipulado en el reglamento taurino nacional, además de que al verlos se notaba lo lavados en carnes. Ahora bien, en juego, pese a que hubo bravura, claro está al límite, la virtud de que se vieran de manera diferente, estuvo en las manos prodigiosas de la terna, sin duda alguna Antonio Ferrera, Daniel Luque y Juan de Castilla se jugaron la piel, echaron mano a los recursos del buen torear y dieron una tarde que se puede catalogar de histórica por todo lo hecho por ellos.
El encierro de Juan Bernardo Caicedo a ojo de buen cubero tuvo las siguientes características: 1o anovillado, bizco, limitado en bravura y casta, desclasadito y huidizo. 2o bien hecho, bravo, encastadito, que acudió a media altura. 3o anovillado, sin fuerza, limitado en casta y bravura, le costó humillar, pitado. 4o hecho, bravo, encastadito, huidizo, desclasado, el palco alto le concedió la vuelta al ruedo, sin mérito, irrespeto al torero (Antonio Ferrera) quien en verdad lo hizo ver mejor. 5o anovillado con cara, bravo, encastadito y desclasado. 6o hecho, bravo, encastado, noble, con clase, que se rajo al final, aplaudido.
Antonio Ferrera, está en ese momento cumbre de la maestría, con lo mínimo en los astados devela una expresión de gran magnitud, descifra los terrenos del toro, los tiempos que deben dársele, lo que se debe hacer en cada tercio, siempre a favor del burel, imprimiendo esa torería de inspiración. Con el abre plaza en capa abrió caminos de embestir al burel, en pañosa faena de entrega, sitio, temple y mando. Media y Estocada. Silencio tras aviso. Con el cuarto de lidia ordinaria en capa, vara, banderillas y muleta, sin desentonar en nada, todo hecho dentro de los cánones, hilvanó una faena sentida, con gusto y torería. Estocada efectiva. Dos orejas mas que merecidas.
Daniel Luque, es uno de los toreros sevillanos más puros en la actualidad, imprime una suavidad y parsimonia a cada ejecutaría, que hace que un segundo se trasforme en gran tiempo, es una alegría verle en la dimensión que hoy ha alcanzado, por sus manos en la Monumental pasaron dos ejemplares que sin serlo los hizo ver grandes, con el primero de su lote en capa discreto abriendo los caminos al burel, en muleta faena de gusto, empaque, variedad y belleza artística. Estocada en lo alto. Dos orejas. Con el quinto de lidia ordinaria parsimonioso en capa, en muleta la virtud del temple, postura torera y los tiempos al burel, dio lugar a una faena exquisita donde sonaron los acordes de Feria de Manizales, premio en esta plaza a faenas grandes. Gran Estocada. Dos orejas.
Juan de Castilla, es un torero colombiano que viene creciendo con esperanzadora carrera, sin afanes ni prisa viene apropiando una tauromaquia de guerrero incansable, no deja cartucho sin explotar, se mide a sus compañeros de cartel, con respeto, dignidad y rivalidad profesional. Con el primero de su lote en capa buenas verónicas, en muleta tiempos al burel y parsimonia, hilvanó una faena variada con entrega. Estocada efectiva. Dos orejas. Con el cierre plaza en capa a porta gayola, luego un par de largas y verónicas bien hechas, en pañosa mucha torería y ortodoxia, hilvanó una faena llena de contenido, donde sonaron también los acordes de Feria de Manizales. Gran Estocada. Dos orejas.
Ficha del Festejo
Monumental de Manizales – Jueves 11 de enero 2024 – 3ª Corrida de Toros, 4º festejo de Feria –Toros de Juan Bernardo Caicedo, terciada, desclasada, limitada en fuerza, bravura y casta. Antonio Ferrera: Silencio tras aviso y Dos Orejas. Daniel Luque: Dos Orejas y Dos Orejas. Juan de Castilla: Dos orejas y Dos orejas. Incidencias: El toro que hizo cuarto desde la salida presentó dolencia en a su anterior derecho. Buenas Varas de Cayetano Romero, Luis Viloria, William Torres y el español José Manuel García. Efectivos pares de banderillas en sus turnos de Emerson Pineda, Iván Dario Giraldo y Carlos Rodríguez.