Tauro Agencia México enero23 de 2018 – Fiel a sí mismo, Diego Ventura no se cansa de triunfar. Ni de experimentar. Ni de probar con todo aquello que le nutre las ilusiones. Una de ellas, conocida aunque íntima, es el toreo a pie. A Diego le gusta torear a pie. Y se le da bien. De hecho, lo borda. Muestras hay muchas ya porque el propio torero no lo esconde. Antes de iniciar la parte de festivales de su nueva temporada, Ventura ha pasado varios días en México, entre otras cosas, preparándose para tomar parte en un festival privado al que le invitaron a torear a pie. Y a ello que se puso el cigarrerro el pasado sábado en la Plaza de Toros Cortijo de Nirvana, donde se midió a un novillo de Teófilo Gómez al que desorejó tras completar una excelente faena con el capote y con la muleta, que, una vez más, sirvió para poner de manifiesto su buen concepto. Gustó y se gustó Diego. Disfrutó mucho con la experiencia y conquistó al público presente con una actuación redonda y de mucha torería rematada, además, de una extraordinaria estocada.
Al final del festejo, se subió ya a caballo y compartió la lidia de otro novillo con el rejoneador Paco Velasquez, quien en unos días comenzará su primera experiencia en España. También torearon los matadores de toros Vicente Bejarano y Alejandro Amaya, que obtuvieron los máximos trofeos. Aunque no era día de medir en premios, sino de disfrutar. Y Diego Ventura lo hizo y a lo grande. Lo justo para regresar a España y empezar ya otra temporada, de nuevo, con las máximas ilusiones vigentes y renovadas.