La Crónica de San Isidro: La Generación Z

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A ese necesario relevo generacional que el mundo del toro necesita para no morir le hace falta con urgencia una clase de valores y fundamentos de lo que nunca debe dejar de ser el toreo.

Redacción: Marco Antonio Hierro – Cultoro.es – Web Aliada – Foto: Luis Sánchez Olmedo

Madrid – España. Cuando uno se refiere a la Generación Z habla de ese grupo de mozalbetes que nacieron después del fin de siglo y que ahora –afortunadamente- se están acercando al toreo para engrosar las filas taurinas contra la que se les viene encima en una sociedad donde el toreo se entiende como una rara avis porque –sencillamente- no se entiende. Y esa Generación Z, tan necesaria para el relevo generacional del público que acude a Las Ventas, casa mal con el aficionado que lleva décadas con el culo calentando la misma piedra, porque el toreo que él conoció tiene el peligro de cambiarse por esa especie de histeria colectiva que activa una serie tan sencilla como ligada con ritmo y bien ‘vendida’ como dicen los apoderados antiguos.

Y tanto lo han vendido que ya no se sabe muy bien qué hacer en el ruedo de una plaza a la que no se iba a ver al paisano con el bocata de tortilla, sino a aprender a respetar la liturgia de un rito –que no debe dejar de serlo jamás-. El problema es que hoy en día ya comienzan a aparecer toreros que pertenecen a esa generación, que movilizan a sus amigos de la misma edad, que son amigos, pero no han vivido los valores ni tienen los conocimientos para aplaudir más allá de que en el ruedo está tu colega. Y eso es un problema. Y grave.

Lo es porque a estas horas Francisco de Manuel, que dio una vuelta al ruedo tras estoquear sin mucha historia a un sobrero tris de Mayalde que no fue mejor que los dos que se habían ido para atrás de El Pilar, entiende que ha salvado la tarde y que le sirve para seguir navegando. Ojalá sea así y vaya cogiendo el oficio que hoy no demostró, el gobierno que faltaba hoy en sus telas y la cabeza fría para ver las virtudes de los toros, primero, y estructurar las faenas, después. Y es que te sirve de poco el arrojo para echarte de rodillas si después no te quieres morir con las rodillas llenas de barro de haberlas metido en el piso. Y más bien de nada vale colocarse, con los dos toracos de El Pilar que le cupieron en suerte, al hilo del tercer pitón si lo hubiesen tenido. Y un amigo debe decirte estas cosas, porque hubiese valido el tercero –devuelto sin que nadie acierte a saber por qué- de haberte querido morir del embroque para adelante, cuando la empujaba el toro con los riñones y el alma. Pero ese sitio, con el bagaje de Fran, aún quema más de la cuenta, pero eso la Generación Z ni lo sabe ni tiene quién se lo enseñe, por lo tanto, la terraza de Las Ventas se convierte en la sesión de tarde de la disco más antigua de la ciudad. Y todos encantados de habernos conocido, con la plaza llena casi todas las tardes.

Hoy contribuyó mucho a llenarla Pablo Aguado, un torero que ha descubierto hoy que esto de El Pilar embiste tan despacio que le encaja como un anillo a su forma parsimoniosa y lenta de entender los trazos. Suyo fue el toro de más clase –la tuvo excelsa ese segundo- y suyos fueron, tal vez, los muletazos más estéticos que se vieron en la tarde. De hecho, la sonrisa de oreja a oreja del sevillano reflejaba que estaba disfrutando con ese cual gorrino en lodazal, Pero ese toreo, que ya tenía un trasfondo superior, no estaba concebido para paladares Z, porque para ellos la velocidad del muletazo, el ritmo, la altura, la profundidad y la cadencia son misterios que nos inventamos los cronistas para aparentar que sabemos más que nadie. Y ese segundo de Moisés mereció mejor final que el tibio aplauso del tendido más veterano.

Y veterano, que no Z, es Diego Urdiales, el que más conoce esta casa de los tres anunciados hoy. Fue imponente verlo con el primero, un toraco colorao más alto que él al que le sopló las cuatro verónicas y media mejor voladas de la tarde. Porque conoce el ritmo lento de El Pilar, que no es falta de raza, ni de codicia, ni de bravura, sino selección de un ganadero que pretende que sus toros embistan así: al ralentí. Porque el torero capaz de torear a esa velocidad será el habilitado para pasear rabos. Pero eso no lo saben los de la Generación Z. Solo entienden que se aburren cuando aquello no corre mucho y los trapos no vuelan haciendo círculos, como los abanicos de Loco Mía –a quien tampoco conocerán los Z-.

Por eso es tan importante reconciliar a esta plaza con su origen de exigencia, con su baremo de medir, con su sanedrín de canallas sentados en la piedra al sol que no tienen la mala educación de gritarle a un tipo cosas que tampoco comprenden; porque Generación Z la hay de pañuelo blanco y también de pañuelo verde, Y a veces es sonrojante escuchar las cosas que se gritan en un tendido. Y luego tienen al torero delante y no son capaces de soplarle las mismas memeces porque en el fondo –muy en el fondo-, ellos saben que sólo gritan para hacerse notar. Y no hay nada más perturbador ni suplicio más grande para el que está en la cara que no escuchar, mientras torea, ni el vuelo de una mosca. Porque eso significa que ya no te hace caso ni la Generación Z.

Ficha del Festejo

Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Decimosexta de abono de la Feria de San Isidro 2023. Corrida de toros. Caso lleno. Tarde nublada. Siete toros de El Pilar (uno como sobrero) y un sobrero de Conde de Mayalde (tercero tris) de sería estampa. De gran calidad por el pitón derecho, pero de escaso fondo y fuerza. Duró poco; Duró poco su clase en el capote, aunque tuvo un punto más de fuerza y muy buen fondo; tercero y tercero bis devueltos por falta de fuerzas; Bien hecho, pero manso, reservón y con peligro el tercero tris; Manso, parado y deslucido; Noble y desfondado el quinto; Tuvo más fondo el sexto, que no terminó de humillar ni de desplazarse. Diego Urdiales (rioja y oro): Ovación y silencio. Pablo Aguado (malva y oro): Ovación tras aviso y silencio. Francisco de Manuel (corinto y oro): Vuelta tras aviso y silencio tras dos avisos.

Partes Médicos:

– Francisco de Manuel: Contusión con hematoma en dorso de mano izquierda, pendiente de estudio radiológico. Pronóstico leve.

– Pascual Mellinas (Cuadrilla de Pablo Aguado): Puntazo en cara lateral de muslo derecho, pendiente de estudio ecográfico. Pronóstico leve.

– Juan Sierra (Cuadrilla de Pablo Aguado): Coxalgia izquierda postraumática. Pronóstico leve.

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