El matador del Arenal iniciará la temporada, dentro de una terna de sabor sevillano, el próximo 18 de febrero en una cita, la de Sanlúcar la Mayor, que apuesta por la continuidad
El toreo bulle mientras se anuncian y se preparan festejos de todo tipo el rescoldo de las celebraciones navideñas. Esa efervescencia evoca esos tiempos, no tan lejanos, en los que proliferaban corridas y festivales de preparación para la gran temporada ofreciendo una oportunidad de oro para toreros en trance de lanzamiento. Lama de Góngora (Sevilla, 1992) calienta su propio motor de cara a una cita trascendental para resolver el primer tramo de la campaña. Será en Sanlúcar la Mayor, dando continuidad a la recuperación taurina de la localidad aljarafeña iniciada el pasado año. El cartel, que podría tener un argumento netamente hispalense, no tardará en salir.
Paco Lama rumia su propia madurez taurina y personal en unos tiempos a contrapelo para los toreros en la reserva. Pero todo tiene su tiempo. El pasado año, sin un toro propicio, pudo mostrar su estado de sitio en la recordada corrida coral de matadores sevillanos organizada en la preferia sevillana. La vuelta a la plaza de la Maestranza y la confirmación de su alternativa ocho años después de su doctorado sevillano se encuentran entre sus retos más urgentes.
Yo lo pienso así. Empezar la temporada tan pronto es una gran oportunidad y después del éxito del año pasado –el pueblo entero se volcó después de catorce años sin toros- vamos a iniciar la campaña de nuevo en Sanlúcar la Mayor, el 18 de febrero, buscando la continuidad de la iniciativa. Tengo que repetirlo: es una oportunidad buenísima; queremos llevar una corrida fuerte y que puede interpelar al aficionado de Sevilla para desplazarse al Aljarafe y pasar un buen día de toros. Va a ser una de las primeras del año y queremos que tenga repercusión, que se vea la vuelta de rosca que hemos buscado este invierno, mi evolución…
Se están cuidando todos los detalles. La plaza va a tener una nueva ubicación, ya está circulando el cartel de Pérez Indiano…
Es importante estar pendiente de todo, por el aficionado y por el propio pueblo de Sanlúcar la Mayor en el que resido. El cartel lo ha confeccionado José Tomás Pérez Indiano, una firma de la primera línea del panorama artístico actual. Y la plaza se va a ubicar en el mismo centro del pueblo, pasada la antigua Venta Pazos, a escasos 50 metros. Espero que sea un gran día de toros, que goce del ambiente que se merece el Aljarafe, que no deja de ser una cuna del toreo.
El Aljarafe se ve desde la plaza de la Maestranza. El año pasado toreó esa corrida coral de matadores sevillanos que dejó tan buen recuerdo. Hubo toreros que lograron cortar oreja pero los seis distéis lo mejor de vosotros mismos…
Me encantaría volver a Sevilla. Es mi plaza y estoy listo y mentalizado para que vuelva a suceder. Lógicamente me gustaría que fuera en una terna pero si tiene que ser en un cartel de seis estaría encantado de pisar el ruedo del Baratillo. La pena es que el año pasado no se pudo ver reflejado el triunfo de las cuatro corridas que había toreado anteriormente pero pude disfrutar del toro que me tocó en los primeros compases con la capa. Lo pude torear a gusto y despacio y matarlo bien. Se paró en la muleta y no se pudieron ver algunas cosas pero llegué al hotel con esa satisfacción y con la moral alta. Aquella tarde me sirvió porque no me dejé nada dentro, ni de entrega ni de sentimientos ni emociones. Me sirvió mucho y ojalá pueda repetir. Creo que la empresa valoró la buena entrada de aquel día e incluso, aunque mi toro no embistiera a pesar de sus excelentes hechuras, se pudo ver que el momento en el que me encuentro.
Habla de momento, de evolución… Es algo que también han comentado los profesionales a tenor de los resultados de una temporada alejada de los grandes escenarios pero demostrativa de una situación profesional.
Desde hace cuatro años, en los que estoy a la vera de José Chacón, siento de otra manera. Mi forma de actuar, de expresarme y de evolucionar en los inviernos ha sido diferente. Eso es lo que se pudo ver el año pasado. Cada embestida era un regalo y aproveché la más mínima oportunidad manteniéndome fiel a mi concepto. Suena a tópico pero es algo difícil. Me siento orgulloso de ir evolucionando y espero que este año se pueda ver la vuelta de rosca que vengo buscando. Todo va dando sus frutos pero lo están poniendo difícil para mostrarlo en esos grandes escenarios. Tengo fe en mí mismo y el tiempo acabará dándome la razón. Seguimos luchando.
Son ya ocho años de alternativa. La confirmación en Madrid no debe tardar.
Es el momento de ir a Las Ventas. Quiero confirmar mi alternativa en Madrid y estoy preparado para triunfar allí. Estoy obsesionado con acudir a Madrid. Creo que en estos ocho años de alternativa he hecho méritos suficientes para hacerlo; también para volver a Francia donde pude triunfar de novillero y no he vuelto tampoco. El toreo no me debe nada pero yo le estoy entregando absolutamente todo y estoy haciendo méritos suficientes para poder expresarlo en las plazas grandes. Madrid y Sevilla son mis sueños diarios. Es el momento de confirmar la alternativa.
En estos últimos años no ha renunciado a ese circuito, casi secreto, por algunos ruedos americanos.
América es muy importante para mí, fundamental en mi carrera. Amo México y Perú porque son mis otras dos casas. No sólo no he renunciado a estar allí sino que he apostado por hacer temporada cada año en América. Para mí es fundamental porque me hace crecer como torero, afrontar nuevos retos y empezar cada año de cero. No es fácil porque cada vez que te ves anunciado allí tienes que estar un tiempo alejado de casa, jugándote la vida en situaciones muy complicadas de viajes, del toro que te pones delante… Pero puedo estar satisfecho de haber triunfado en todas las corridas que toreé el pasado año en América, incluyendo un indulto de la ganadería de San Pedro Salamanca. He dejado las puertas abiertas para volver este año con buen cartel.
Ha nombrado México. Es un país que le cambió la vida, en el que encontró una íntima felicidad a la vez que se sumergía casi en otra época del toreo en una etapa vital apasionante.
Fue un momento de mi vida, muy duro al principio, que implicó el punto de arranque de muchas cosas. Necesitaba quitarme un escudo para ganar las batallas. Tenía que perderlo todo para ganarlo todo y me sirvió mucho. Fue lo que me hizo darme cuenta de lo difícil que es esto pero también de que mi vida es el toreo. Intento volver cada año y espero que en éste podamos acudir a plazas importantes. Fue una de las épocas más felices de mi vida pese a su dureza.
Vivir en Sanlúcar la Mayor le brindó una vecindad, una cercanía a los últimos tiempos de Juan García ‘Mondeño’, recientemente fallecido. Fue un torero, un hombre con una riqueza vital impresionante…
He sido vecino del maestro, que en paz descanse. Y sí, he tenido la oportunidad de compartir algunos días con él en estos últimos años. Me llevo el regalo de haber conocido anécdotas maravillosas de los compañeros de su época. Le gustaba más hablar de los demás que de él mismo pero aprendí las formas, la seriedad, la dignidad en la que vivían las figuras del toreo de su tiempo. También la elegancia y la educación personal y taurina que mostraba, la excelente persona que era. No se trata de alabar al que se ha ido, es que es verdad. Tenía una educación exquisita y pude compartir con él y su pareja ratos inolvidables. Desde arriba me va a echar un capote.
¿Qué piensa un torero en invierno?
Cada invierno es diferente pero a mí me gusta escribir. Yo lo llamo el toro invernal. Es un toro que no sale de los chiqueros, que no hace brillar el traje de luces. Pero sí es un toro que te hace pensar mucho mientras crece la barba. No sólo se trata de soñar con objetivos y retos, con triunfos efímeros, de poder ir a las plazas… Lo que intento es ir más allá, ser capaz de conseguir unificar esos sentimientos con tu forma de torear para trascender un poco. Este frío y lluvioso invierno me está sirviendo para darle más motivos a mi toreo, para transmitir cosas más elevadas. Hay muchos proyectos rondando por la cabeza…
Queda ya poco para que suene el clarín…
Si Dios quiere estaremos el 18 de febrero en Sanlúcar la Mayor.