Roca Remonta

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Roca Rey corta dos orejas al último toro, cierra la feria en triunfo y con otro apéndice del segundo bate al Juli que se fue ovacionado y pitado. Muy discreto encierro de Gutiérrez… 

Roca Rey corta dos orejas al último toro, cierra la feria en triunfo y con otro apéndice del segundo bate al Juli que se fue ovacionado y pitado. Muy discreto encierro de Gutiérrez… 
Redacción: Jorge Arturo Díaz Reyes

La húmeda tarde, la más esperada de la feria se iba a pique, con cartel, lleno, mano a mano y todo. El quinto había sido arrastrado en medio de una bronca a partes iguales para toro y torero, que resumía la frustrante corrida. Una oreja gentil del manso segundo no paliaba la decepción.

Pero para eso están los toreros. “Centellita”, pocacosa, anovillado, en el filo de la mansudumbre que al final acusó rajándose, fue la tabla de salvación. Roca Rey se aferro a ella y con él, la plaza plena. Gentes de todas partes, que no querían resignarse. Negro, lucero, terciado, delantero, 448 alegres kilitos que festejaron las seis verónicas y media, la mayoría muy lentas. Arandia lo recibió de largo, a galope, con herrón en sitio, lo sostuvo (no mucho, no fuera que claudicara) y se fue ovacionado. Alex Benavidez y Héctor Fabio Giraldo saludan tras tercio celebradísimo, y, claro, el brindis al taquillón era de protocolo.

Dos rodillas en tierra y de largo entró el torito en órbita por la derecha, cinco veces, galopando, cambio por la espalda y dos por el pecho. Aquí fue, pareció clamar el tendido. Ya de pie, como estaca, raza de torero quieto, cinco diestras más, un molinete y arriba el remate semicircular. Esto se caía, cuando estalló “El gato montés”. Siete más, ligadísimas, de las que no dan respiro y unen un ole con el otro, y el forzado ¡Bum! ¡Venga ya! Pero el hombre compone y el toro lo descompone. La rajada se insinuó. La muleta hizo lo que pudo por contener el escape. Media docena de naturales largos, impuestos a regañadientes, con la virtud del mando, y pese a ello, la rajada descarada. Pero hay lidia para mansos. Tras este fue Andrés, y metido en el área de candela, haló y haló, en suertes de abigarrado surtido. Derechas con y sin espada, de frente, tres cuartos y perfil, naturales, cambios por la espalda, luquesinas atropelladas, pases de costado, circulares, molinetes invertidos, desplantes y una estocada cumbrera, que como un rayo tiró patas arriba al toro. Pitos al arrastre, las dos orejas para el torero y el cortejo triunfal.

Porque había recibido ya una del requeterrajado segundo, tras un pinchazo y un espadazo efectivo, mientras que con el soso cuarto había estado pinchaúvas. Pese a todo eso, hizo la tarde suya.

El Juli halló tres problemas que no pudo resolver: La frialdad del publico con él, la desproporción entre su vitola y la pobre presencia de sus oponentes, y su propia espada, que como le sucedió tantas veces el año pasado, pesó en su contra. Eran muchas cosas. Aun así alcanzó momentos festivos. La lidia total del primero, pastueño pero soso, que descontando las hechuras, si es que se puede, alcanzó una corrección de plana perfecta. La gente le cobró la estocada pasadita, el tardo descabello y el aviso, dejando al palco sin argumentos para premiar. El cuarto, también anovillado, bueno, todos, no decía nada. Todo hubo de ponerlo él, pero los dos pinchazos y la espada desprendida acallaron la parcial. Y para completar, ya vencido y resignado, el quinto manso se le quedó parado y la corta porfía por lograr moverlo terminó estrellándose cinco veces en hueso y un descabello sin haber estoqueado lo cual desató una rechifla con visos de bronca odiosa. Luego, cuando se iba le aplaudieron duro, quizás apenados, quizás por los viejos tiempos, quizás por todas las anteriores.

Esta corrida cerrojo de Ernesto Gutiérrez es acendrada tradición manizalita. Por su historia, su prestigio, su éxito consetudinario… Pero esta tarde a un pelo estuvo de ser un rotundo fracaso. No lo fue gracias a Roca Rey y a la disposición de un público que no estaba dispuesto a dejarse aguar la fiesta, que a estas alturas retumba en toda la ciudad.

FICHA DEL FESTEJO

Domingo 8 de enero 2023. Monumental de Manizales. 7ª de feria. Nubes y lluvia. Lleno. Seis toros deErnesto Gutiérrez, de pobre presencia y juvenil aspecto, nobles pero escasos de bravura. Pitados todos en el arrastre, menos el primero

El Juli, saludo tras aviso, silencio y pitos.
Roca Rey, oreja, silencio y dos orejas.

Incidencias: Saludaron: Alex Benavidez y Héctor Fabio Giraldo tras parear al sexto. Al terminar la corrida Roca Rey salió a hombros.

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