Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora – Enelcallejon.webnode.es – Web Aliada
Los Toros de Achury Viejo dejaron historia en Cali y Luis Miguel Castrillón izó el Pabellón Nacional con todos los honores en Cañaveralejo.
Cali – Colombia. La sultana del Valle en la segunda del ciclo ferial ha vivido una de las tardes más llena de contenido por todo lo que se conjugó y por ello no debemos dejar pasar por alto, en primera instancia el rey de la fiesta, el Toro. Como se alegra el público, los toreros, los montados, los monosabios, los periodistas, las peñas y todos los que están en la plaza cuando se ve por la puerta de chiqueros un buen mozo, un burel con edad, trapío (condición fenotípica del animal), movilidad de salida, que como acuñaba Don Abraham Domínguez, que tiemble la plaza, eso es el primer paso de esta profunda liturgia… la expectativa de gozo, ya cuando se va desarrollando la lidia, lo que sume o lo que reste es virtud ganadera en el manejo de su dehesa, además, en el momento también influye sustancialmente lo que se le hace por delante con orientación del torero titular.
En unas cuantas palabras es dispendioso describir dos de los seis toros de Achury Viejo que marcaron la diferencia, me centro en el que abrió plaza y el que hizo de tercero, ambos contaron con una enorme virtud para el arte de Cuchares, la clase, esa forma fina de acudir a los engaños de manera franca, mostrando su poderío pero peleando con limpieza, sin ganar la lucha con ventajas, eso, y el tendido lo entendió con sus oles, es la esencia del encuentro escénico del encuentro entre el instinto y la inteligencia… Es arte.
Otro contenido fuerte de la tarde fue el profesionalismo de la terna, indiscutiblemente, fuera de resultados, se vieron tres matadores de toros en una dimensión diferente, le dieron la importancia a la plaza, sus comparecencias tuvieron su concepto a flor de piel y generaron de principio a fin una atención firme en todo lo que ocurría en el albero, que bueno devolverle el espíritu a la tauromaquia con el sentido de pertenencia y el concepto personal.
David Mora (Terno tabaco y oro) en su primer comparecencia dejo esa inspiración que lo ha hecho grande, hilvano una faena de ensueño, vibro la copa champañera, lamentablemente la rúbrica no fue firme y el triunfo se refundió. Con el cuarto de la tarde, de condición muy diferente al abre plaza, armo otra obra pero no llego al punto deseado.
Alberto López Simón (Terno azul turquesa y oro) no tuvo la suerte del año anterior, su lote no tuvo fondo y sus obras no tuvieron ebullición, se rescatan detalles muy toreros, las ganas, la porfía, los esfuerzos, será el próximo sábado ante los Salentos de Don Antonio José González Caicedo.
Luis Miguel Castrillón (Terno azul noche y oro) dejo ver en Cañaveralejo, en la plaza que lo hizo Matador, de que esta hecho, que brillante actuación en el tercero de la tarde, mente clara, suavidad, temple, sitio, distancia, tiempos acordes, mando y finura. Nadie puede decir lo contrario, el Torero paisa y Valero hicieron la combinación perfecta, que capítulo tan lleno de contenido, fue más que merecidos los reconocimientos. Con el cierre plaza no hubo acople, no se pudo danzar como se quería y la labor no tuvo eco.
Ficha del Festejo
Cali, Colombia – Miércoles 27 de Diciembre, 2017 – Monumental de Cañaveralejo – 2ª de Feria – Toros de la ganadería Achury Viejo bien presentados, desiguales en peso y de variado juego destacándose los corridos en primer y tercer lugar, el último en mención mereció la vuelta al ruedo. David Mora: saludo tras 2 avisos y saludo. Alberto López Simón: palmas y silencio. Luis Miguel Castrillón: 2 orejas y palmas. Un tercio de aforo.