Redacción: Juan Guillermo Palacio
El triunfo parcial de Castrillón obligó a López Simón a salir de su zona de confort en el quinto, pero no obtuvo premio; entregado y con poso David Mora en su lote
Cali – Colombia. Metido en un sánduche gourmet entre dos diestros del grupo principal, David Mora y López Simón, un joven torero colombiano, Luis Miguel Castrillón, con una carrera para nada estelar, salvó la segunda corrida y el primer tercio de la Feria Taurina de Cali.
Una vez más demostró que sigue dando pasos seguros en un proceso de maduración que viene forjando desde que fue triunfador de la feria de Medellín en el año 2016.
Esta vez aprovechó las bondades de Velero, un toro de Achury Viejo cortado a su medida, con el que se recreó ligando muletazos y series de fina ejecución. Le dio confianza, aire y medida, y el toro le recompensó con embestidas rebosantes que él aprovechó dibujando muletazos llenos de ligazón, temple y longitud. Ningún gesto por fuera de los cánones del rito. Con una tauromaquia sobria, íntima, sin demagogia, supo conquistar el corazón de esta ciudad.
Algunas veces hemos criticado su fría personalidad, sin entender que el toreo es para él una ceremonia de introspección. Cuando eso se comprende y además le sale un toro compatible con su personalidad, Castrillón llena vacíos con una tauromaquia llena de sentidos.
Fue un campanazo que despertó a sus compañeros de cartel. David Mora había estado digno con el primero, con el que dibujó trazos hondos de derecha. Pero un fallo con la espada hizo sonar dos avisos que hundieron el interés de una historia sin fin.
Apostó todas las fichas al cuarto negro. Toreó a la verónica con aires de Curro Vásquez, su mentor, pero rápido el juego se le fue cerrando. El toro tenía una bravura muy justa. Mora tuvo el mérito de obligarlo a pasar con mando. Un gesto para reconocer, pues logró construir una faena completa donde poco había por hacer. Cali, tantas veces dadivosa, no pidió ningún premio. Tal vez lo merecía.
Alberto López Simón también tuvo que resignarse. El primero se fue quedando y ninguna fisioterapia mejoró su movilidad. Porfió hasta que el toro se echó del cansancio (y del aburrimiento) y luego fue obscenamente apuntillado sin previa estocada. Queda la duda, si la decisión de iniciar el tercio de muleta de rodillas ayudó a limitar su movilidad.
El triunfo parcial de Castrillón también obligó a López Simón con el quinto a salir de su zona de confort. Un juego de toques consecutivos con la muleta le permitió dibujar tres circulares aislados. Algunos anunciaron un milagro. Pero Lázaro no quiso andar. López Simón, el triunfador del año anterior, fue esta vez un torero pasivo y lejano.
El sexto no le permitió a Castrillón alargar el banquete. El colombiano le dio prematuramente el aval de a su querencia muy rápidamente, y el toro cayó en la tentación de la lujuria y la comodidad. Pero ya todo estaba consumado. Luismi había salvado la segunda tarde, una corrida estratégica que, de haber salido mal, hubiese puesto la feria en picada luego del bodrio de ayer.
Más importante que las dos orejas y que el triunfo, fue que Castrillón no cedió a la presión de estar toreando al lado de dos diestros más placeados e importantes. Supo mantener la serenidad y la concentración. Parece tener metas claras. Su personalidad, antagónica al espectáculo y a las dinámicas del star system, lo llevó por el camino más largo. Hoy demostró que Colombia tiene un torero que es capaz de santificar sus fiestas.
Síntesis del festejo:
Temporada 60 de la Feria de Cali, miércoles 27 de diciembre del 2017. Segunda corrida. Día soleado. Menos de un tercio de asistencia. Se lidiaron toros de Achury Viejo, parejo, bien presentado, de los cuales destacaron dos (primero y tercero). Segundo, cuarto, quinto y sexto tuvieron juego discreto y menos movilidad. David Mora: saludo tras 2 avisos y saludo. Alberto López Simón: palmas y silencio. Luis Miguel Castrillón: 2 orejas y palmas.
La feria continúa hoy jueves 28 de diciembre con la corrida goyesca para Manzanarres, Cayetano Rivera y Guillermo Valencia quien tomará la alternativa. Los toros serán de Las Ventas, de César Rincón, ganadería que también está anunciada para el jueves 29. Tiene la responsabilidad de salvar la feria.