Los Mondoñedo en la segunda de Toros y Ciudad, fueron muy nobles, tanto que la casta se refundió, ese picante, alegría que los caracteriza por su encaste. Los actuantes cada uno en su bagaje dejaron lo que sus recursos y formas le permitieron, en resumen, un festejo interesante, con muchos matices para la reflexión en favor de la fiesta.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora
Manizales – Colombia. Se dio tramite al segundo festejo de la feria manizalita Toros y Ciudad, donde la invitada inesperada fue la lluvia, cuando se lidiaba el segundo de la tarde, se vino un aguacero como los que no se veían hacia muchísimos años, por fortuna para todos solo duro unos buenos minutos y se pudo continuar con el festejo, el único perjudicado, por decirlo así, fue el novillero manizalita, que debió realizar el último tercio acompañado del agua que caía con muchísima fuerza.
Con referencia al festejo se registra que los novillos de la ganadería Mondoñedo, la primera dehesa fundada en el país, fue muy noble, al punto de refundir esa casta viva que caracteriza a la línea Contreras, es de aclarar, que bravura hubo, los ejemplares acudieron a los avíos, pero con una extraña sosería en su mayoría que sorprendió por la característica ya reseñada, sin embargo, el encierro cumplió y como se dice en el argot popular, todos los dedos de la mano no son iguales. 1o bravo, fijo, noble, limitado de casta y fondo. 2o descafeinado, desrazado, sin mucho que decir. 3o descastado, soso, sin alma. 4o con bravura, pero sin casta, tardo y noble. 5o bravo, de recorrido corto, noble y limitado en casta. 6o descastado, tardo para el caballo, se debió coger en corto, un marmolillo.
Los actuantes la verdad sea dicha, tal como están las cosas en la geografía taurina para los novilleros, mostraron credenciales muy bien ganadas, el sexteto citado, dieron lo mejor de sí, afrontaron con decoro cada burel, acoplando su técnica y concepto a lo que le ofrecía su contendor, sin tacha y sin ser presuncioso, la fiesta tiene futuro, lo importante es que no nos cieguen la libertad que consagra nuestra Carta Magna con insulsos y facílicas teorías que rayan el absurdo.
Juan Gómez «Dinastía» anduvo en torero toda la tarde, ejerciendo incluso su labor sin tacha de director de lidia, en capa y muleta, siempre mano baja, administró en su burel los tiempos, deleitó con su concepto y dejó en la parroquia muy buena sensación. Pinchazo y estocada. Oreja.
Maikel Ramírez, le toco el último tercio bajo el torrencial aguacero, sin embargo, sin desencajarse puso voluntad y decisión en su labor, exploró en dique seco, logrando algunos pasajes interesantes, lastimosamente estuvo pesado con la tizona. Silencio con dos avisos.
En este punto de la tarde la Presidencia anunció que se daba un espacio prudencial para, si calmada la tempestad, se reanudara el festejo, por fortuna fue así y los Monosabios de la Monumental hicieron como acostumbran, su impecable labor para dejar el albero apto para continuar la lidia.
Anderson Sánchez puso mucha voluntad, sin perderse del pentagrama y mano baja siempre ejecuta tanto en percal como en pañosa lo que el Mondoñedo ofrecía, lastimosamente también estuvo pesado con la tizona y su labor quedó registrada con un silencio con dos avisos.
José Gallo en su comparencia acentuó esa cualidad que es tan necesaria en el toreo, la parsimonia, pues hizo las cosas bien, por momentos falto el temple, pero hilvanó una faena aceptable, los aceros no fueron finos lastimosamente. Silencio con aviso.
Juan Palacios «Pantera» mostro una gran cualidad, el valor, con capa acompañó templadas verónicas, alegró en el tercio de banderillas ejecutando la suerte conocida como «trascuerno«, tomada de la tauromaquia antigua, donde para poner las avivadoras se salta el burel de frente y con las piernas abiertas sobre, se dejan los palos en el lomo. En muleta anduvo algo embarullado, sin embargo, dejo alguna que otra tanda de deleite. Estocada certera. Oreja.
José Gómez (Rejoneador) evidenció dotes de buena doma, además de tener jacas de buen linaje, pese que tuvo por delante un marmolillo para el caballo, solventó la papeleta y en muchos tramos alegró la parroquia. Rejón caído efectivo. Palmas.
Ficha del Festejo
Monumental de Manizales – Segunda de Feria – Novillada con Caballos – Novillos de la ganadería Mondoñedo, desiguales de presentación, escasos de casta, y nobles. Juan Gómez «Dinastía»: Oreja. Maikel Ramírez: Silencio con dos avisos. Anderson Sánchez: Silencio con dos avisos. José Gallo: Silencio con aviso. Juan Palacios «Pantera»: Oreja y José Gómez (Rejoneador): Palmas.