TALAVANTE INDULTA UN TORO DE REGALO EN AGUASCALIENTES, MIENTRAS QUE ARTURO GILIO CORTA DOS OREJAS Y DIEGO SILVETI UNA
Con un magnífico ambiente en tarde soleada y calurosa, este domingo se realizó la cuarta corrida de la feria de Aguascalientes, en la que participaron, el español Alejandro Talavante y los mexicanos Diego Silveti y Arturo Gilio.
Se jugó un encierro con edad y bien presentado de San Miguel de Mimiahuapam, del que destacaron los corridos en primero, segundo y tercer lugar, además del séptimo que fue de regalo.
Diego Silveti, fue el primero en cortar un apéndice en esta corrida del serial hidrocálido y lo logró ante el segundo toro de Mimiahuapam, al que el guanajuatense le ejecutó un escalofriante quite por chiquilinas en las que se pasó muy cerca a “Tauromaquia” que, aunque duró poco, fue agradecido con la actitud y paciencia de Silveti, quien le caminó y le dio distancia en los primeros muletazos para después acortar los terrenos logrando detalles de mucho mérito y personalidad, con un punto importante de entrega, pues durante toda su labor, también aguantó las ráfagas del viento que sopló con fuerza.
La estocada recibiendo, fue entera y de suya valía la oreja, que al final el público le exigió al juez de plaza Cesar pastor.
En su segundo, Silveti, volvió a emocionar al tendido con un ajustado quite por gaoneras en los medios, para después, aprovechar las embestidas claras pero no de mucha entrega del quinto de la tarde “Alas de México” con el que Silveti volvió a estar inteligente, sin forzar a su enemigo, dejando al toro estar a su aire para luego pegarle muletazos muy templados por ambos pitones rematando sus series con adornos y desplantes de muy buen gusto.
Una actuación seria, solvente, sobria y relajada la de Silveti, quien no pudo coronar por sus fallas con el estoque, perdiendo así las orejas y retirarse entre aplausos.
Arturo Gilio, cortó la segunda oreja de la tarde en el primero de su lote, un astado muy emotivo con el que el lagunero estuvo variado y valiente.
La decisión de Gilio le permitió cortar la oreja del tercero de la tarde en una faena que emocionó a los tendidos.
En su segundo consiguió reafirmar su triunfo, con otra oreja, ésta de mucho mérito, pues el astado mostró debilidad y se fue apagando poco a poco, lo que no mermó la actitud del diestro lagunero que tras algunos muletazos de mucho esfuerzo y dejar una estocada entera, consiguió su segunda oreja , asegurando su salida por la puerta grande.
Poca fortuna la del español Alejandro Talavante, quien a su primero lo tuvo que sobar y consentir para que no doblara las manitas y así poder arrancarle algunos naturales de buena manufactura.
Su segundo que desde su salida mostró debilidad, poco le permitió hacer al ibérico quien tuvo que abreviar para escuchar división de opiniones.
Su raza y determinación lo llevaron a anunciar un toro de regalo, también de la ganadería de la familia Bailleres, el cual resultó noble, emotivo y de gran clase. “Centinela” al que toreó con suavidad hasta bordar una faena emotiva y de gran impacto en los tendidos, abrochando así la cuarta corrida de feria.
El toro fue claro y alegre. Hubo petición de indulto mayoritario y aunque el juez de plaza Cesar Pastor se reservaba el premio, Talavante siguió toreando hasta conseguirlo, bajo el clamor popular.
El noble y emotivo “Centinela”, número 120 con 518 kilogramos regresó al campo bravo siendo el segundo indulto de la feria.
Al final Arturo Gilio y Alejandro Talavante terminaron saliendo en hombros.
FOTOS: MANOLO BRIONES.