Castellón: Ruiseñor, el legado de un indulto y la maestría de Ferrera

0
58

La primera de La Magdalena dejó un momento para la historia con el indulto de «Ruiseñor», un bravo ejemplar de La Quinta, a manos de un inspirado Antonio Ferrera. La tarde vio además actuaciones destacadas de El Fandi y Manuel Escribano, aunque con desigual suerte con la espada. Ferrera firmó una faena de ensueño, llena de temple y pureza, que culminó con el pañuelo naranja ondeando en el palco. La bravura del astado y la maestría del diestro extremeño marcaron una jornada inolvidable.

Redacción: Juan Pablo Garzón Vásquez- www.enelcallejon.co/ – Web Aliada

Ubaté – Colombia. La tarde en Castellón se vestía de gala para dar inicio a la Feria de La Magdalena con un encierro de La Quinta y una terna de lujo compuesta por Antonio Ferrera, El Fandi y Manuel Escribano. Una corrida que, desde el primer instante, evidenció el gran momento de la ganadería santacolomeña, con toros de encaste, transmisión y nobleza. Pero si algo quedará en la memoria de los aficionados, será el indulto de «Ruiseñor», el extraordinario cuarto de la tarde, que encontró en Ferrera al artista capaz de exprimir su grandeza.

Desde el primer toro, la plaza vibró con la entrega de Ferrera, quien entendió a la perfección las virtudes del santacolomeño que abría plaza. Con su característico toreo de inspiración, le imprimió suavidad a cada muletazo, cuidando la embestida en los primeros compases para luego bajarle la mano y embebérselo en los vuelos de su muleta. Una media estocada efectiva le valió la primera oreja de la tarde, preludio de lo que estaba por llegar.

El Fandi, por su parte, protagonizó una lidia vibrante ante un segundo encastado y con transmisión. El granadino, fiel a su estilo, se lució en banderillas y cimentó su faena sobre el pitón derecho, donde el toro ofreció mayor recorrido. Con determinación rubricó su labor con una gran estocada, paseando un trofeo tras la ovación al toro en el arrastre.

El tercer acto de la corrida fue protagonizado por Manuel Escribano y un «Secretario» de embestida templada y calidad excelsa. El sevillano toreó con cadencia, encontrando el ritmo perfecto para embaucar la bravura del astado en series de gran profundidad. Sin embargo, la espada fue su cruz, dejando escapar un triunfo mayor tras un pinchazo hondo y una estocada entera. Aun así, la fuerza del reconocimiento del público le otorgó una oreja al torero, mientras que el toro fue ovacionado en el arrastre.

Y llegó el momento cumbre de la tarde. «Ruiseñor» saltó al ruedo con ese brío inconfundible de los toros con historia. Desde su salida, evidenció clase y nobleza, destacando en el primer encuentro con el caballo. Ferrera, consciente de la joya que tenía enfrente, compartió el tercio de banderillas con sus compañeros y se dispuso a cuajar una de las faenas de su carrera. A compás, con ese temple que solo los privilegiados poseen, fue hilvanando series de toreo puro, llevando siempre cosida la embestida del toro, que no se cansó de humillar y repetir con una fijeza asombrosa. Cada muletazo era una sinfonía de suavidad y hondura, un recital de toreo eterno que se alargó hasta que el clamor de los tendidos exigió el indulto. El pañuelo naranja flameó en el palco, rubricando la inmortalidad de «Ruiseñor» y la maestría de Ferrera. Un indulto de ley.

Después del éxtasis, el quinto capítulo de la corrida tuvo menos eco. El Fandi lidió con inteligencia a un toro noble, aunque más justo de fuerzas. Hubo técnica y oficio en su faena, pero el listón de la tarde estaba ya en otro nivel. Tras una media estocada efectiva, recibió una ovación y el toro palmas en el arrastre.

El cierre de la función llegó con el garbanzo negro del encierro. El sexto, bravo en el caballo, pero rajado en la muleta, no ofreció opciones a un entregado Escribano. Con disposición y entrega, el de Gerena intentó por todos los medios encauzar la faena, pero el toro se desentendió pronto de la pelea. Silencio para el torero y pitos en el arrastre para el astado.

La tarde en La Magdalena quedará grabada en la memoria de los aficionados como la del indulto de «Ruiseñor» y la maestría de Antonio Ferrera. Un torero que, con su inspiración y verdad, engrandeció la bravura de un toro de bandera, sellando una de esas historias que hacen inmortal la tauromaquia.

Ficha del Festejo

Domingo 23 de marzo, 2025 – Plaza de toros de Castellón. Primera Feria de la Magdalena – Corrida de toros – Toros de La Quinta: 1o: Noble y con cierta clase; 2o: encastado y con mucha transmisión; 3o: con clase y emoción; 4o: extraordinario, mereció el honor del indulto, «Ruiseñor» completo en su conjunto; 5o noble, aunque con menos transmisión; 6o: Sin mucha historia. Antonio Ferrera: Oreja y Dos orejas y rabo simbólicos. David Fandilla «El Fandi»: Oreja y Ovación. Manuel Escribano: Oreja y Silencio.

Dejar respuesta