La Plaza de Toros de Valencia fue testigo de una tarde cargada de emociones en la Feria de Fallas. Andrés Roca Rey deslumbró con una faena de máxima quietud al bravo «Frenoso», logrando desorejarlo en medio de una petición de indulto no concedida. Alejandro Chicharro, en su alternativa, dejó detalles de calidad y cortó una oreja a su primer toro, aunque la espada le negó mayores trofeos en el sexto. Talavante, por su parte, no encontró material propicio en su lote y se marchó en silencio. La tarde, con un lleno absoluto y un ambiente vibrante, confirmó la grandeza de Roca Rey y la prometedora calidad de Chicharro.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora- www.enelcallejon.co/ – Web Aliada
Arbeláez – Colombia. Desde el primer instante, Valencia vibraba con la emoción del rito taurino. Se lidiaban seis toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés en la primera corrida de la Feria de Fallas tras la suspensión del día anterior. A las cinco en punto, Alejandro Talavante, Andrés Roca Rey y Alejandro Chicharro pisaban la arena, listos para la batalla.
Chicharro abrió la tarde con “Alabardero”, un toro de 550 kilos que manseó en el caballo, aunque dejó pasajes interesantes en la faena del joven torero. Chicharro, con el valor de la juventud, citó desde los medios de rodillas, conectando con el tendido. A pesar de la falta de transmisión del toro, supo exprimir cada embestida con entrega, cerrando con bernadinas ajustadas. La espada cayó tendida y el descabello fue necesario, pero la voluntad tuvo premio: una oreja que reconoció su entrega.
Talavante no corrió con la misma fortuna. “Casero”, el segundo de la tarde, fue un toro de seria estampa pero sin entrega. Lo intentó el extremeño, tratando de construir una obra de altibajos, pero el toro nunca rompió hacia adelante. A pesar de sus esfuerzos, no hubo conexión con el público, y tras una estocada final, fue silenciado.
El momento cumbre de la tarde llegó con “Frenoso”, el tercero del festejo. De 551 kilos, bravo y encastado, encontró en Roca Rey un torero a su altura. En el quite, el toro arrolló al peruano, que en un gesto de reflejo y torería se giró en el suelo evitando la cornada. La plaza ya era suya. Con una quietud pasmosa y una autoridad insultante, toreó con un temple y serenidad asombrosos. Cada serie, cada pase, tenían la verdad del que pisa el terreno de los valientes. La música de «La Concha Flamenca» acompañó la obra maestra que cerró con una estocada hasta la bola. Dos orejas de inmediato y vuelta al ruedo para el bravo toro. La locura se desató en los tendidos, pidiendo el indulto que la presidencia no concedió.
Talavante tampoco tuvo suerte con el cuarto, “Bolero”, de Toros de Cortés. Un toro sin entrega, sin clase, sin emoción. No hubo opciones para el extremeño, que tras finiquitarlo, volvió a marcharse en silencio.
El quinto, otro serio ejemplar de Victoriano del Río, sacó genio y peligro sordo. Roca Rey lo recibió con verónicas a pies juntos, pero en un lance, el toro le pisó el pie derecho. Dolorido pero firme, prosiguió con la lidia, dejando un esfuerzo sincero ante un toro que huía y se defendía. Extrajo faena en terrenos comprometidos, robándole muletazos con poder. Estocada algo baja, petición no atendida y ovación tras aviso.
Cerró la tarde “Jilguero”, un castaño de 558 kilos al que Chicharro saludó en la puerta de chiqueros. El toro fue recto a por él, obligándolo a tirarse al suelo para evitar el arrollamiento. Fue el preludio de una faena de entrega, en la que el madrileño aprovechó la nobleza y humillación del astado. Por ambas manos, firmó series de calidad, asentándose y mostrando su concepto de toreo templado. La plaza se volcó con él en la segunda mitad de la faena. El epílogo, con un desdén y una trincherilla de trazo artístico, lo encaminaba al triunfo, pero la espada jugó en su contra. Un pinchazo antes de la estocada redujo el premio a una vuelta al ruedo con sabor a triunfo.
Así se cerró una tarde en la que Roca Rey demostró por qué es el torero más impactante del momento, y en la que Chicharro dejó claro que su futuro tiene cimientos sólidos. La Feria de Fallas arrancó con la emoción a flor de piel y la afición rendida a la torería en estado puro.
Ficha del Festejo
Plaza de toros de Valencia. Quinta de abono de la Feria de Fallas. Corrida de toros. Lleno de no hay billetes. Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés (4º). El tercero de nombre Frenoso premiado con la vuelta al ruedo. De cierta calidad a menos, y que acabó a media altura, un primero sin fuerza; Sin entrega el segundo; De extraordinaria clase y bravura la del tercero, de vuelta al ruedo; Deslucido y sin entrega el cuarto; De áspera condición y tarda embestida el quinto, deslucido en su conjunto; De noble y humillada condición la del buen sexto. Alejandro Talavante (Terno carmesí y oro): Silencio y silencio. Andrés Roca Rey (Terno azul soraya y oro): Dos orejas y ovación tras aviso. Alejandro Chicharro, que tomaba la alternativa (Terno primera comunión y oro): Oreja y vuelta al ruedo tras aviso. Incidencias: Juan Carlos Rey y Fernando Sánchez saludaron tras parear al primero al igual que Antonio Chacón y Paquito Algaba en el tercero.
