
ENTREVISTA/ Rubén Amón, pregonero del Carnaval del Toro 2025: «Ciudad Rodrigo es ese espacio donde el porvenir de la tauromaquia está garantizado»
Hablamos con el conocido escritor y tertuliano a falta de 11 días para la realización de su pregón en el Teatro Nuevo «Fernando Arrabal»
Redacción: Héctor María García Jerez
¿Qué tal llevas estos días previos al pregón? Porque la expectación es considerable…
Pues espero estar a la altura de la expectación. Tengo algunas ventajas a mi favor y es que conozco bien la materia de la que voy a hablar y después tengo el antecedente de mi padre, que hizo un pregón en 1988, que fue el año en el que murió, siendo lo que más presión me causa por el impacto que tuvo en su día ese pregón y porque no es fácil seguir con el linaje considerando la trayectoria de mi padre. Yo creo que la parte emocional pesa más que ninguna otra, en este caso, estando en la misma tribuna que ocupó mi padre ya hace tantos años. Me da tranquilidad mi conocimiento de la materia y me inquieta el antecedente de mi padre.
El de tu padre es un pregón que todavía se recuerda, sin llegar a destriparlo ¿Tu pregón tendrá una línea similar o estará más centrado en tu propia obra?
Creo que tengo que hacer una cosa totalmente distinta, porque es mi padre, es verdad, pero tenemos maneras y criterios muy diferentes de hacer las cosas y no tendría sentido que me pusiera a emularlo ahora. De hecho, me estoy preguntando si lo quiero escuchar o leer, porque me han facilitado tanto el texto como la palabra de ese pregón y creo que no voy a escucharlo ni leerlo hasta que pase mi actuación; precisamente para no estar bajo esa sugestión, que sería un poco excesiva y para no tener ni siquiera la tentación de emular nada, que sea una cosa propia. Naturalmente de mi padre sé muchas cosas y he aprendido muchas cosas, porque iba con él a los toros, pero quiero mantener una distancia, de forma que un pregón no tenga nada que ver con el otro. Ni de forma, ni de fondo ¿no? es mejor hacerlo así, un poco a contraste, que por afinidad.
¿Cómo surge la proposición de hacer el pregón mayor del Carnaval del Toro 2025?
Bueno, se dirigieron a mí. No es que me hubiera postulado. Yo entiendo que es porque tengo un perfil, digamos, atractivo respecto a lo que significa en lo serio y con que yo hago activismo por la tauromaquia. Yo hago posiciones de influencia en medios de comunicación y es difícil que se me identifique a mí con ningún partido, no hay manera de hacerlo. Pero sí que se me puede identificar con una constancia y una implicación total en la defensa de la tauromaquia, y como yo he escrito al respecto hasta ensayos, por ejemplo, este último: «El Fin de la Fiesta», y por donde yo voy hago apología de la defensa de la tauromaquia tiene sentido que desempeñe este papel en el pregón de Ciudad Rodrigo. Por eso se dirigieron a mí y a partir de esa propuesta dije que sí inmediatamente.
En relación a «El Fin de la Fiesta», ese ensayo donde hablas del futuro del mundo del toro… ¿Cómo afecta el Carnaval del Toro a ese porvenir de la tauromaquia?
Yo creo que Ciudad Rodrigo es ese espacio donde el porvenir de la tauromaquia está garantizado, pues se observa en todas sus dimensiones. El toro en la calle, el toro en la plaza, el toro en el campo, el bolsín para los chavales que empiezan, el festival para los matadores que se van, como el caso de Ponce… y se vive la tauromaquia en la plenitud, en una exuberancia que no es tan característica en otros lugares de España. Ciudad Rodrigo reúne todo lo que el paraíso taurino representa; pero no es paradisiaca la situación de la tauromaquia y, sin embargo, creo que estamos viviendo momentos muy interesantes, un punto de inflexión, que tiene que ver con la afluencia masiva de gente joven a la plaza y con el impacto que tienen también los toros en el ámbito popular.
También creo que hay un cambio de tendencia, en el que después de tanto látigo prohibicionista hay una especie de recuperación de las libertades. Esta idea de que el problema de prohibir los toros no es tanto los toros como prohibirlos, es más a lo que una sociedad decida con sus hábitos y sus costumbres. En ese sentido creo que vivimos el cambio de péndulo, que va a la otra dirección. Por eso es una coyuntura muy interesante. Yo hace 4 años tenía una visión mucho más negativa y ahora tengo una visión mucho más entusiasta y en esa visión creo que forma parte la irrupción de Roca Rey, como punto de encuentro de muchos aficionados o «neo-aficionados» que están yendo a los toros no por herencia, si no por elección. Es casi descubrir ahí lo que sucede, lo que nos quieren prohibir y como se puede combatir esa idea de la prohibición.
A Roca Rey no lo tenemos esta edición, aunque ya lo tuvimos en 2013 como 2º del Bolsín Taurino; igualmente, ¿Qué te parecen los carteles de Ciudad Rodrigo este año?
Me parecen muy atractivos. Me parece que a Ponce le va a costar despedirse teniendo ahora el circuito de los festivales para seguir en activo, pues creo que no es fácil salirse de esto. Me gusta que esté Raquel Martín, como representación de los jóvenes y de las mujeres, que están adquiriendo una notoriedad también en la fiesta. Me gusta esa combinación de veteranos y jóvenes, y me gusta también que esté Miguel Ángel Perera, porque creo que es un torero que tiene un mérito enorme, pues ha sido siempre el antisistema de verdad, desde su valor y desde su coherencia, por ejemplo, ha dado mucha credibilidad a la tauromaquia. Me parece muy atractiva la combinación de los carteles y los chavales que están reunidos.
¿A qué persona conocida invitarías al Carnaval del Toro o recomendarías pasarse por aquí?
A Pedro Sánchez, porque tiene una visión completamente tergiversada de lo que es la tauromaquia y porque es desconcertante la asiduidad con la que presume de ser antitaurino sin conocer la tauromaquia en su esencia y en su evidencia. Además, creo que cuando el PSOE ha traicionado sus obligaciones con la tauromaquia lo ha hecho confundiendo de lo que se trata la tauromaquia. No hablo solo de su aspecto estético o creativo, también de su implicación en el campo, en la tierra, en la fijación de población rural… en todo lo que tiene que ver con la personalidad de una cultura. Por eso estaría bien que viviera hasta qué punto la tauromaquia tiene esa visión integral de las cosas, valores, méritos medioambientales o del interés cultural y estético. Vivir la tauromaquia en su plenitud es lo que ofrece Ciudad Rodrigo, en su exuberancia, en todos sus aspectos reconocibles.
¿Es eso lo que le puede enseñar Ciudad Rodrigo también al mundo del toro?
Digamos que en Ciudad Rodrigo la tauromaquia se plantea en todas sus dimensiones, en su condición polifacética. Por eso decía antes que del toro en la calle, al toro en la plaza, del toro en el campo a la posibilidad de abrirse camino los novilleros, el lugar a donde llegan las figuras, la parte popular, la lúdica, la más profunda, la más litúrgica… La tauromaquia es enormemente rica y Ciudad Rodrigo la expone en todas sus posibilidades. Por eso tiene tanta importancia hacer un pregón como este, porque te vas a dirigir a un público, a un auditorio, que vive la tauromaquia desde las entrañas y que lo hace en un lugar extremo, porque estamos ya en un espacio al este de España, a la frontera con Portugal, lo cual lo hace todavía más atractivo, como si fuera un espacio de resistencia.
¿Qué es lo que esperas ese viernes de carnaval? ¿Cuál es el plan que tienes para esa jornada?
Yo voy a «dejarme intoxicar», en el mejor sentido de la palabra, y a vivir la experiencia en su plenitud y, desde luego, cuando haga el pregón no voy a cometer el error de comentarles a los vecinos de Ciudad Rodrigo qué es Ciudad Rodrigo, no voy a explicar a nadie como es su fiesta ni lo que significa, porque sería la mirada de un turista que llega y trata de contarles a los vecinos de la Mezquita de Córdoba cómo es la Mezquita de Córdoba ¿no? esto es muy habitual y voy a tratar de evitar eso. Procuraré hacer un pregón que sea sorprendente, que sea chocante y que no haga pedagogía de lo que todos los mirobrigenses sabéis. No se trata de eso y lo que si que quiero es vivir la experiencia en su plenitud, todo lo que supone estar en el primer plano para sacar de esa experiencia la idea de vivir un acontecimiento.
¿Qué crees que es lo que motiva a la celebración de fiestas relacionadas con el toro? Tanto en sitios como Ciudad Rodrigo, como en ciudades mucho más grandes…
La tauromaquia es un milagro que tiene que ver, lejos de la barbarie, con la mayor expresión de civilización. Lo digo porque cuando se relaciona la tauromaquia con la tortura y con la barbarie se olvida al contrario de que todo el acontecimiento, me gusta llamarlo acontecimiento, parte de transformar lo que es una faena de matadero, de relación industrial con la muerte, en un fenómeno cultural y estético. Animales sacrificamos a millones, y digo millones porque, en el caso de los cerdos sacrificamos al año 50 millones y en el caso de los bovinos más de 3 millones y medio, por lo que existe una visión industrial de la muerte de los animales y después existe una dimensión litúrgica-cultural que te transforma el hecho de morir de un animal en un acontecimiento estético y plástico, así como litúrgico y cultural; y eso tiene un poder que es imposible de desterrar. La diferencia de la tauromaquia es la diferencia de un arte extremo, vanguardista; nada que ver con lo conservador, ni con lo arcaico.
Claro que tiene la virtud de la tradición, pero también tiene la expresión de la vanguardia; por eso a mí me molesta mucho que hagan bandera de la tauromaquia los partidos conservadores, porque no tiene nada de conservador. Tiene mucho de tradición, pero muy poco de conservador y es tan genuino lo que pasa en una plaza de toros, esa coreografía entre el erotismo y la muerte, entre la creatividad y lo mortal, que lo convierte en irresistible y eso es lo que le garantiza su credibilidad, la autenticidad de lo que allí sucede.
Un mensaje que quieras dar a todos los que nos están leyendo de cara a este carnaval
Bueno, mi objetivo es escandalizar a los mirobrigenses en el mejor sentido de la palabra, porque la tauromaquia es un felicísimo escándalo, ese es mi mensaje.