Penúltima de Manizales: Responsabilidad de Salvaguardar la Fiesta y los Criterios del Indulto

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La penúltima corrida de la Feria de Manizales dejó en el ruedo algo más que faenas y aplausos: una reflexión profunda sobre la importancia de cumplir estrictamente las normativas taurinas para conceder el indulto a un toro. Entre la controversia generada por el cuarto ejemplar de Juan Bernardo Caicedo, los matadores Luis Bolívar, Alejandro Talavante y Daniel Luque brindaron actuaciones que resaltaron el papel del arte y la ética en la tauromaquia.

Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora- www.enelcallejon.co/ – Web Aliada

Manizales – Colombia. La penúltima corrida de la Feria de Manizales, con toros de la ganadería Juan Bernardo Caicedo, ofreció una tarde de luces y sombras, no solo por la calidad dispareja de los ejemplares lidiados, sino también por las decisiones tomadas desde el palco alto, particularmente el polémico indulto del cuarto toro de la tarde.

La responsabilidad del Palco Alto

El presidente de un festejo taurino tiene la tarea crucial de garantizar el cumplimiento de las normativas vigentes y de actuar con imparcialidad. En esta ocasión, el indulto del cuarto ejemplar generó controversia entre los aficionados y expertos. Aunque el toro, bravo y codicioso en algunos momentos, no cumplía con las condiciones fenotípicas y conductuales exigidas para la gracia máxima, el presidente decidió concederlo, argumentando así que en el astado manifestó una «bravura extraordinaria.»

Esta decisión pone en el centro del debate la necesidad de que el Palco Alto sea riguroso al evaluar criterios como trapío, bravura y comportamiento integral del animal en cada tercio de la lidia.

Ganadería y encierro

Los toros de Juan Bernardo Caicedo presentaron un juego desigual y, en su mayoría, mansearon. Aunque algunos ejemplares fueron nobles y encastados, otros mostraron falta de trapío y condiciones fenotípicas que no correspondían a su edad declarada.

El cuarto toro, indultado, quedó en el centro de la polémica. Si bien fue bravo y codicioso en ciertos momentos, los expertos y gran parte de los tendidos coincidieron en que no mostró una bravura extraordinaria que justificara el honor.

La actuación de la Terna

Luis Bolívar (Terno azabache y oro con cabos en primera comunión)

En el primero de su lote, el Torero Caleño saludó con bellas verónicas que entusiasmaron al público. Sin embargo, la escasa entrega del toro condicionó una faena que, aunque torera y de conocimiento, no logró el máximo esperado. Con la espada se mostró pesado, recibiendo división de opiniones tras dos avisos. En el cuarto toro, Bolívar brilló. Su lidia fue un despliegue de temple y distancias que culminó con la concesión del indulto. Sin embargo, la polémica acompañó su triunfo: la generosidad del palco alto opacó lo que podría haber sido una actuación impecable en términos artísticos. Pese a las dos orejas otorgadas, Bolívar decidió no pasearlas, en señal de respeto a los aficionados que cuestionaron la decisión presidencial.

Alejandro Talavante (Terno tabaco y oro con cabos en primera comunión)

El Torero pacense tuvo una tarde de altibajos. En su primer toro, dejó ver destellos de su arte con tandas de gran torería, pero la faena fue breve y rematada con un pinchazo y una estocada. El público guardó silencio. En el quinto de la tarde, Talavante se mostró más inspirado. Con la capa, ejecutó faroles y verónicas que arrancaron aplausos, pero en la muleta la faena quedó limitada a dos tandas destacadas. Aunque intentó ir tras el burel con decisión, el toro terminó por rajarse. Una estocada efectiva le permitió saludar desde el tercio, cerrando su actuación con dignidad.

Daniel Luque (Terno primera comunión y azabache)

El torero gerenense fue el triunfador de la tarde en términos artísticos. En el tercero de la tarde, Luque aprovechó las cualidades del toro para hilvanar una faena de honradez y gusto. Cada muletazo conectó con los tendidos, y su estocada certera le valió dos orejas. En el último toro del encierro, Luque mostró una lidia parsimoniosa, con tandas medidas y exquisitas. Sin embargo, el burel, descastado y manso, no permitió mayor lucimiento. Su labor fue silenciada, pero su profesionalismo quedó patente.

Reflexión final

El indulto es una herramienta clave para preservar la bravura y pureza de la raza del toro de lidia. Sin embargo, su mal uso puede desvirtuar esta tradición y afectar la credibilidad de la fiesta. La corrida en Manizales dejó una lección contundente: el rigor normativo desde el Palco Alto no es solo una obligación, sino un acto de respeto hacia el arte taurino y sus aficionados.

Ficha del festejo

Plaza de Toros de Manizales. Viernes, 10 de enero de 2025. Penúltima de Feria. Toros de la ganadería Juan Bernardo Caicedo, variados de presentación y juego desigual, en su mayoría mansearon. Luis Bolívar: División de opiniones con dos avisos y dos orejas por indulto. Alejandro Talavante: Silencio y saludo desde el tercio. Daniel Luque: Dos orejas y silencio. Casi lleno.

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