José Arcila Sacó la Cara por la Tercera Corrida de Abono de la Temporada Taurina de Manizales
El matador de toros José Arcila le instrumenta un derechazo al astado Indígena de 458 kg de la ganadería de Las Ventas del Espíritu Santo. Con esta faena conquistó una oreja a ley.
Redacción: Víctor Diusabá Rojas. – lapatria.com PREGONERO | MANIZALES
Tarde que se pudo ir en blanco, pero a la que José Arcila plantó cara para rescatarla, al menos desde el resultado de la misma.
Igual lo quisieron Miguel Ángel Perera y Daniel Luque. Solo que sus buenas intenciones chocaron de frente con un encierro de Las Ventas del Espíritu Santo imposible de rescatar. Sencillamente, porque cuando no hay fondo, todo se va al vacío.
Por eso, mérito inmenso de José Arcila en el tercer turno, ante un toro que no veía bien. O, al menos, eso pareció en el capote y la vara. Incluso en la muleta, donde, como si nada, el torero de la casa fue a jugarse el tipo, pese al evidente peligro que eso significaba. Por eso mismo, los muletazos que logró valieron su peso en estima de parte del público. Espadazo y oreja.
En el sexto, ya con el agua encima, José vino a ganarse el derecho a la puerta grande y en verdad que lo supo hacer, sin exigir mucho a un ejemplar que no humilló y del que tuvo que cuidar para que durara. Oreja y puerta grande.
Así se enderezaba en algo lo que casi siempre anduvo mal. Porque, por ejemplo, sin fortuna anduvo Miguel Ángel Perera en el de apertura de la corrida. Primero, su toro, de prometedora salida, se fue a menos. Los esfuerzos del torero por sacar provecho de lo poco que había por delante, no dieron resultados. Y, luego, él, que acostumbra no fallar con la espada, se fue en racha de desaciertos. Pitos tras aviso.
El segundo tampoco pasó el listón mínimo con su pobre tránsito por el ruedo. Anduvo despistado en la parte inicial de la lidia, para luego pararse. Daniel Luque insistió en esos terrenos cortos, pero no había cómo ni con qué. Palmas al torero y pitos al toro en el arrastre.
Esos muletazos de Miguel Ángel Perera en la propia puerta de chiqueros, al cierre de su faena al manso cuarto de la tarde, fueron la fotografía de lo que sucedió en largos minutos en el que el diestro intentó, hasta más no poder, sacar agua del desierto. La gente se lo agradeció, pero la espada dijo no a algún reconocimiento mayor que las palmas que bajaron de los tendidos después del aviso.
Daniel Luque lo volvió a intentar en el quinto, pero no hubo cómo ni con quién. El toro jamás brindó oportunidades y buscó refugio por donde anduvo, casi siempre en terrenos donde la mansedumbre se siente segura. Palmas al de Gerena.
Ficha de la corrida
Toros de Las Ventas del Espíritu Santo
Bien presentados, pero desrrazados y desfondados.
456, 460, 458, 506, 440 y 446 kgrs.
Miguel Ángel Perera, coral y oro: pitos tras dos avisos y palmas después de aviso.
Daniel Luque, purísima y oro: palmas y silencio.
José Arcila, azul pavo y oro: oreja y oreja.
