Manizales – enero 8 En tarde acompañada de esa lluvia que moja, pero no acaba de definirse, se cumplió con la tercera corrida de la Feria de Manizales en sus 70 años. Se corrieron astados de Las Ventas del Espíritu Santo, bien presentados y mansos en general.
La plaza registró una entrada cercana al lleno total y en el cartel Miguel Ángel Perera, Daniel Luque y José Arcila, quien a la postre fue el unico triunfador tras cortar, con mucho mérito, una oreja a cada uno de sus astados. Perera y Luque dieron todo de sí para lograr el triunfo y tapar todo lo que le faltó al encierro.
Miguel Ángel Perera: carnecí, oro y cabos blancos.
Con el primero de la tarde Perera dejó poco en el capote previo a la vara, luego algunas verónicas de buena factura.
En los bajos de sombra, muy vertical inició su labor en redondo. Pocos muletazos por bajo y al centro donde ya la construcción de la faena tenía más razón. El negro toro, pasaba obedeciendo los cites pero al pasar hacia cada vez más cortó su recorrido. El ejemplar fue obligado a pasar con una muleta de poder.con la mano izquierda el recorrido era mínimo y en el tendido él huy, huy. Capitán no decía nada y el mérito en manos del diestro español. Veinte segundos de pasodoble y Perera fue a buscar el acero.
Tres intentos, tres pinchazos. El descabello a la mano y se alargó el tema. 2 avisos tras varios fallos con los aceros y el verduguillo. División de opiniones para el toro
Para el cuarto de la tarde cundo solo Arcila había cortado un trofeo y eso a pulso , salió Perera a lidiar un castaño que iba y venía, hasta que se enteró del trapo rosa. Nativo peleó poco en el caballo.
En el centro del ruedo Perera esperó a que Nativo se enterara de que había un torero.finalmente el castaño arrancó y Miguel Ángel Perera ejecutó una primara tanda. Luego dos o tres más con más mérito en el torero que el toro y canto la gallina, a buscar tablas.
En el abrigo de las tablas Perera trato de sacar algo más de partido pero la condición de mansedumbre superaba los deseos del torero, incluso trató con la zurda y por ese pitón tampoco hubo contenido. Lo realizado todo fue mérito del coletudo. Varios redondos en contrario y mucho pundonor, el público hubiese agradecido igual lo matara rápido. La espada, tres pinchazos y una estocada. Silencio y bronca al toro
Daniel Luque: agua marina, oro y cabos blancos
Luque vio salir un castaño requemado que no embestía de la mejor manera y mejor dio paso a los montados. El toro como una tromba se paseó por todo el ruedo, salí escopetado d3l caballo de querencia y se fue prácticamente sin pica.
La embestida poco franca también atacó a los banderilleros. Luque brindó al público no muy seguro de lo que le superaba. Armo la muleta y poco a poco fue llevando el toro pegado a su muleta.
Luque porfiaba sin tener materia de donde lucir, hecho la muleta a la zurda pero por ese pitó el esfuerzo tampoco sacó réditos, hubo mucha voluntad de Luque, pero sin toro es muy complicado. Silencio y bronca al toro
Llegó el quinto y todos esperábamos se cumpliera y viejo aforismo, salió un negro bajito y armado toro, un cinqueño y la ilusión no perdía la esperanza. Con la capa ni un lance, salieron los montados y el toro arremetió al que estaba en la querencia.
Con la muleta Luque trató pero el toro no dejó, otro mansurron.los pitos en los tendidos nuevamente afloraban. La espada y estocada casi completa. Descabello y adiós al suplicio. La lluvia se volvió más intensa. Silencio y bronca al toro
José Arcila: azul pavo, oro y cabos blancos
El torero de la tierra vio salir un hermoso toro castaño, el cual fue abroncado desde el primer lance, pues cual manso pasó sin mirar siquiera al torero. Salieron los piqueros y sin pelé. Arcila brindó más por cariño a una aficionada de sus entrañas, “Toñita”, que por lo que pudiese encontrar en el toro. Muy correcto Arcila esgrimió todos los argumentos para sacar partido al manso que solo buscaba el bulto. Valor en el manizalita, espada completa. Una oreja justicia – bronca al toro
Por fin el último decíamos en el callejón y se abrió la puerta del toril, uno negro con cabeza pero sin culata. Arcila al centro deseosa de agradar. Poca capa, los montados y el toro repuchando. Arcila brindó al público con la ilusión de brindar espectáculo. Desde las tablas y hasta el centro del ruedo el manizalita haciendo las cosas despacio y, tirando del toro y la música sonó, premio al esfuerzo.. La lluvia apretaba. El negro ya no quería pasar y Arcila persistía, fue a las tablas y el palco creyó que iba a acortar, pero no solo cambió de trapo, montó la espada y disidido a matar. Estocada oreja justa – bronca al toro y puerta grande.
