En tarde soleada y con una entrada cercana al lleno se cumplió la segunda tarde de toros en la Feria de Manizales, se anunció un encierro de Dosgutierrez, el cual fue remendado con uno de Ernesto Gutiérrez y otro de Mondoñedo, este último dejado como reserva. Los inicialmente anunciados fueros pitados todos en el arrastre como consecuencia de su poca presencia y comportamiento desigual y de complicaciones en general, incluso algunos con partido.
Los toreros encontraron diversidad en sus oponentes y el resultado del festejo fue así:
David Galván: nazareno oscuro, oro y cabos blancos
En primer lugar del festejo el español David Galván saludó a un negro y escaso ejemplar de Dosgutierrez, con 450 kilos que. O se le veían. El ejemplar persiguió la capa de Galván con franqueza pero se escucharon voces de novillo en los tendidos. En el caballo el castigo muy poco.
Brindó al público y en los bajos de sombra armó la muleta para iniciar mayestático una labor que rápidamente lo llevó al centro del anillo.
El ejemplar fijo en el trapo rojo acompañó lo cites sin humillar,con la cara a media altura. Galván correcto en sus tandas hizo sonar el pasodoble. Los óles acompañaban el paso del astado que aunque había abierto la boca, perseguía sin molestias.
David tomó la espada y con mucha agilidad a medio bajar la cabeza dejó una espada tendida y ligeramente caída. Literato claudicó y las palmas afloraron, los pañuelos blancos y una oreja rápida en el palco. Presión y una segunda. Dos orejas, quizás largas, pero el rasero lo habían puesto el día anterior con menos. Más pitos que palmas al toro.
Galván en su segundo encontró al de más bajo peso. Con el capote poco dejó ver. Con la muleta con muchas precauciones ante uno que IVA a media altura, caminaba y miraba mucho. Galván poca quietud demostró. En determinado momento perdió el engaño y tuvo que salir por piernas delante de la cara del toro. Tomo rápido el acero y con complicaciones trató de entrar a matar. Le echo agilidad y dejo una espada tendida y contraria. Descabello y fin a la agonía. Silencio y bronca al astado en el arrastre.
Román: sangre de toro, oro y cabos blancos
El torero más querido en los últimos años en Manizales saludó la feria lidiando a otro ejemplar de pocas carnes, nada en el escroto y mazorca incipiente.
La capa fue corta pero de buenos trazos. El astado recibió poca pica.
Román brindó al público asistente y en el tercio inició su labor, una tanda y al centro donde dio distancia y embarcó las embestidas de Ascendido. La faena tuvo temple por parte del torero español. Las embestidas pasaban a media altura y Román trató de bajar la mano pero por ese camino la faena se hacía más difícil. En consecuencia unos fueron a media altura y otros forzados bajando, no mucho la mano. Román vendió el acto y el público se lo compró.
La espada contraria y con apenas medio recorrido, luego una estocada atravesada, descabello y fin de la labor, todo mientras sonó un aviso.
Silencio Román y Pitos al toro.
Para el quinto Román no la tenía fácil,el público prevenido, dos toros abroncados antes del de el y con ganas de agradar. La plaza tenía un ambiente enrarecido y para completar las tablillas anunciaban la salido de un toro de la ganadería de Ernesto Gutiérrez y no de Dosgutierrez, hecho que no se dio a conocer en la mañana.
Poca capa por parte de Román y paso a los montados. Con la muleta brindó a Felipe Negret Mosquera, con muletazos vistosos llevó rápidamente al astado al centro donde ejecutó una faena bastante entonada. El cambio de ganadería se vio en el ruedo, el de Gutiérrez embestía con presteza. Era fijo en el engaño y humillaba que daba gusto. Román templo con suavidad las embestidas del toro de la tierra. La cosa cambio, el público eufórico, el pasodoble feria de Manizales, toro y torero en el centro construyendo el triunfo. Una máquina de embestir y un torero sacando el mejor provecho, eso sin sin arrimarse mucho. Pañuelos blancos y un indulto merecido a una maquinista de embestir. Dos orejas simbólicas
Juan Sebastián Hernández: primera comunión, oro y remates en blanco.
El diestro colombiano que celebraba su quinto aniversario como matador de toros, inició escuchando una bronca en contra de la poblé presencia del astado, con apenas 442 kilos de peso. La capa fue breve para dar paso al piquero. Cascabelero peleó en el caballo.’
El toro que mostró peligro luego de cogida a Ricardo Santana se hizo dueño de los nervios y la faena inició con ese malestar entre los actuantes. Adicionalmente el toro se para y. No quizo ir a la muleta de Juan, quien trató de buscar el sitio a uno que claramente era un manso con peligro. Entro a marcar y luego tuvo que buscar el verduguillo. Un aviso. Silencio y pitos fuertes al toro.
El torero colombiano cerró el festejo con otro mal presentado de Dosgutierrez, lo que aumentaba su compromiso, pues acababa la plaza de vibrar con un indulto a uno de Gutiérrez y cuatro más de Dosgutierrez pitados y de mal recuerdo. La capa fue poca.
Brindó a Ricardo Santana e inició con muchos deseos frente a uno que tampoco auguraba mucho, con peligro, mirando mucho, sin humillar y buscando al torero. Muy poco para hacer, buscar la espada y tratar de abreviar. Estocada, silencio tras aviso y bronca al toro.