En la tarde de hoy sonó el pasodoble anunciado el inicio de la primera corrida de la Feria de Manizales y aunque muchos estuvieron en la plaza siempre hay detalles que se nos escapan, aquí algunos de ellos:
La plaza registró un lleno taurino.
Una pequeña niña abrió plaza montando un ejemplar de paso fino colombiano.
El primero del festejo con apariencia de joven.
Saludó desde el tercio Garrido tras dos buenos pares de banderillas.
David Galván se acomodó para lidiar uno que nunca humilló y al cual tampoco se le pidió que lo hiciera. Mato con agilidad y dos orejas entregó el palco con mucha.
El segundo toro también careció de apariencia ante los aficionados que lo protestaron.
Las banderillas cayeron reiteradamente a la arena, eso como resultado del recicle de los pinchos que hace el buen Vallejo. Bueno para él pero malo para el espectáculo.
Ricardo Santana recibió un fuerte golpe en su cabeza tras no alcanzar a ganar la boca del burladero luego de colocar el tercer par al tercero de la tarde, primero de Juan Sebastián Hernández. Paso a la enfermería y el parte inicial habla de trauma cerrado en tórax y abdomen, es trasladado a centro hospitalario para realización de estudios radiológicos. Permanece consiente.
El tercero fue fuertemente abroncado en el arrastre.
Dos buenos pares de Chiricuto en el cuarto, lo que le valió saludó desde el tercio.
Galván se las vio con otro regalito, cara arriba, mirando y no dejando estar. Mato de estocada y descabello certero.
El cuarto también abucheado en el arrastre.
Sin justificación alguna y sin haber sido anunciado por la Junta Técnica en el sorteo, es decir salió un ejemplar de la ganadería a de Ernesto Gutiérrez. Cadenero de 460 kilos, número 197, que fue presentado como de Dosgutierrez.
La faena del toro de Gutiérrez fue del agrado de todo el público. Toro importante, una máquina de embestir. Román bien pero abusando de las comodidades desplazando mucho al ejemplar.
El que cerró el festejo fue otro impresentable toro, sin contenido en el saco testicular.
Juan Sebastián Hernández salió dispuesto pero su toro tampoco era de fiar. Miraba por encima del engaño, no humillaba y tenía malas ideas.