En el primer festejo de la Feria de Manizales en sus 70 años se vivieron muchos detalles que quizás algunos no los vieron y nosotros se los contamos:
La buena presentación en corrales de los astados.
La plaza lució perfectamente pintada y organizada.
Tres cuartos del aforo
Una pancarta en el tendido, “Por la Libertad”
Una pancarta en los tendidos “gracias”
José Luis Rodríguez vistió a la Federica, en caña y oro. Tricornio negro.
Pasó el tiempo, el palco hizo sonar dos avisos, y el tercero nunca afloró. Salió el sobresaliente y una estocada.
La faena de Manuel Libardo correcta, aunque con cierta distancia del cuerpo
El alcalde de la ciudad, Jorge Eduardo Rojas ocupó su palco en la corrida.
Luis Miguel Ramírez no encontró compás con su oponente.
En la novillada no estuvieron los tradicionales caballos de arrastre, fueron remplazados por un par mulas.
Hubo música española en los tendidos.
El cuarto peleó con fuerza en el caballo.
Garrido dejó un fantástico par tras pasar en falso en el cuarto. Y le sumo uno arriesgando su humanidad. Saludó desde el tercio.
Tercero y cuarto novillos pidieron credenciales y no alcanzaron a validarlas.
El rejoneador lleno de vacíos alargó la mojada del público.
Los caballos que trajo Rodríguez eran todos de una cabaña colombiana.
Encierro encastado de Mondoñedo.
El ganadero Gonzalo Sanz no ocupó el palco de ganaderos, se ubicó en el callejón en un burladero de Cormanizales.
El sexto fue más pena que gloria en manos de Libardo. Mansurron con complicaciones.
Séptimo y octavo bravos y sin suerte en su lidia.
