En su 70° edición, la Feria Taurina de Manizales destaca no solo por la calidad de sus carteles, sino por la incansable labor del Dr. Juan Carlos Gómez y su equipo en Cormanizales para superar contratiempos y ofrecer un espectáculo de excelencia. Ajustes necesarios, como la sustitución del torero Tomás Rufo por Daniel Luque, subrayan el compromiso con la tradición taurina y el arte, garantizando emociones inolvidables en cada jornada.
Redacción: Juan Pablo Garzón Vásquez – www.enelcallejon.co/ – Web Aliada
Arbeláez – Colombia. La pasión taurina que venció los obstáculos. La Feria Taurina de Manizales, una de las celebraciones taurinas más importantes de Colombia y el mundo, conmemora este año sus siete décadas de historia. Bajo la dirección del Dr. Juan Carlos Gómez y el equipo de Cormanizales, el evento demuestra que, incluso frente a desafíos, el espíritu taurino prevalece con grandeza.
A pocos días del inicio de la feria, el cartel sufrió un cambio inesperado: Tomás Rufo, joven promesa del toreo, anunció su ausencia debido a una lesión en la rodilla que requirió intervención quirúrgica. Pese a este revés, Cormanizales reaccionó con diligencia y maestría, convocando al torero Daniel Luque, quien, tras sus éxitos recientes y su posición como número tres en el escalafón mundial, promete una actuación memorable el miércoles 8 de enero frente a los imponentes toros de Las Ventas del Espíritu Santo, propiedad del Maestro César Rincón.
Una feria cargada de emoción y excelencia. El programa de esta histórica edición incluye jornadas llenas de arte y bravura, comenzando el 5 de enero con una tarde de rejoneo y novillada. José Luis Rodríguez, Manuel Libardo, Luis Miguel Ramírez y Anderson Sánchez medirán su talento frente a los imponentes ejemplares de Mondoñedo, garantizando una jornada vibrante.
El 6 de enero, la plaza será testigo de la destreza de Román, David Galván y Juan Hernández, quienes lidiarán astados de Dosgutiérrez, una ganadería célebre por la nobleza y bravura de sus ejemplares. La emoción se intensificará el 7 de enero, cuando Antonio Ferrera, Emilio de Justo y el colombiano Juan de Castilla se enfrenten a los toros de Santa Bárbara, emblema de la casta colombiana.
El plato fuerte llegará el 8 de enero con Daniel Luque, Miguel Ángel Perera y José Arcila, enfrentando a los exigentes toros de César Rincón. La bravura de estos ejemplares asegura momentos inolvidables de arte y riesgo.
La feria continuará el 9 de enero con su tradicional festival taurino. Figuras de renombre como Antonio Ferrera, Sebastián Castellá, Cristóbal Pardo, Alejandro Talavante y Emilio de Justo compartirán escenario con jóvenes talentos como Román y Felipe Miguel Negret, lidiando los astados de Ernesto Gutiérrez en una noche que promete emociones inolvidables.
El 10 de enero, la cuarta corrida presentará a los diestros Luis Bolívar, Alejandro Talavante y Daniel Luque. Este destacado cartel enfrentará a los ejemplares de Juan Bernardo Caicedo, reconocidos por su nobleza y calidad, en una tarde que promete grandes emociones.
El cierre de esta histórica feria tendrá lugar el 11 de enero con la quinta corrida, uno de los eventos más esperados. Figuras de talla mundial como Enrique Ponce, Sebastián Castellá y Juan de Castilla se medirán con los prestigiosos toros de Ernesto Gutiérrez, garantizando una tarde de gran arte y maestría en el ruedo.
El legado de 70 años: El Dr. Juan Carlos Gómez, presidente de Cormanizales, ha enfrentado con valentía y determinación los retos impuestos por la organización de esta histórica feria. Su gestión demuestra que la pasión y el compromiso por la tauromaquia pueden superar cualquier obstáculo, consolidando a Manizales como epicentro taurino internacional.
A través de cambios necesarios, como la inclusión de Daniel Luque y la reestructuración de los carteles, el equipo organizador reafirma su compromiso con los aficionados, asegurando que cada jornada estará marcada por el arte, la emoción y el respeto a una tradición que ha unido generaciones.
La Feria Taurina de Manizales no solo celebra sus 70 años; también rinde homenaje al esfuerzo humano, la resiliencia y la grandeza del arte taurino, recordándonos que, más allá de los desafíos, la pasión siempre encuentra su camino para brillar.
