Cali: Triunfos y Luchas en la Noche de Salento

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La plaza de Cañaveralejo fue testigo de una noche cargada de contrastes, donde cada actuante puso su empeño para agradar y triunfar. Astados desiguales en juego y presentación marcaron el devenir de un festejo que ofreció momentos de temple, valentía y entrega, destacando Antonio Ferrera y Fernando Adrián con dos orejas cada uno y Guillermo Valencia con una oreja, mientras otros lidiaron con las dificultades propias de los astados de Salento.

Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora- www.enelcallejon.co/ – Web Aliada

Cali – Colombia. En una noche donde la diversidad del encaste de Salento fue protagonista, los actuantes se entregaron a su labor con profesionalismo y anhelo de gloria. Ocho ejemplares, cada uno con su propia personalidad, llevaron a los diestros al límite de sus capacidades, exigiendo técnica, temple y entrega.

La faena inaugural de Antonio Ferrera marcó el ritmo de la noche. Ante un ejemplar bravo y encastado, el extremeño desgranó bellas verónicas con capa y un magistral tercio de banderillas que levantó al público de sus asientos. En la muleta, su faena basada en sitio y mando culminó con dos orejas merecidísimas, reflejo de su maestría y conexión con el respetable.

Sebastián Castellá no tuvo la misma fortuna. Con un astado descarnado y manso, el francés apenas pudo hilvanar pases en una faena que, aunque correcta, careció de brillo y fondo. Su labor fue silenciada, dejando en evidencia las dificultades que presentó el burel.

Alejandro Talavante enfrentó similar suerte. Sus intentos de extraer faena se vieron frustrados por un astado huidizo y sin clase. Consciente de la imposibilidad, el extremeño optó por abreviar, sellando su actuación con un silencio que reflejó la falta de opciones.

El mexicano Octavio García «El Payo» demostró que la técnica y la torería pueden prevalecer incluso en circunstancias adversas. Con conocimiento y decisión, hilvanó una faena emotiva que le valió una vuelta al ruedo con fuerte petición de oreja, desestimada por el palco presidencial.

Por su parte, Fernando Adrián cautivó al respetable con una labor impregnada de temple y suavidad. Aprovechó las virtudes de un quinto ejemplar noble y bravo, pese a costarle humillar. Su faena culminó con una estocada certera, recibiendo las dos orejas y consagrándose como una de las figuras de la noche.

Luis Miguel Castrillón, aunque con mucha voluntad, no logró descifrar las complicaciones de su astado. Pese a sus intentos por conectar con el público, la pesadez con el acero selló su destino en silencio tras aviso.

El payanés Guillermo Valencia despertó los vítores del tendido con una faena de decisión y buen gusto, haciendo valer sus ganas y conexión con la parroquia. Una estocada efectiva le otorgó una oreja bien recibida.

Cerró el festejo Juan Sebastián Hernández, quien mostró valentía y amor a su profesión frente a un astado complicado. Aunque hilvanó una faena meritoria, su actuación fue silenciada injustamente, quedando como testimonio de su esfuerzo y dedicación.

En definitiva, la noche de Salento será recordada por la entrega de cada actuante, los contrastes de los astados y los momentos de gloria que mantienen viva la llama de la fiesta brava.

Ficha del Festejo

Santiago de Cali – Diciembre 29 de 2024 – Ejemplares de Salento, muy desiguales en presentación y juego, con matices propios del encaste. Destacó el primero, premiado con vuelta al ruedo; el quinto, aplaudido en el arrastre; y el séptimo, bravo y codicioso. Antonio Ferrera: Dos orejas. Sebastián Castellá: Silencio. Alejandro Talavante: Silencio. Octavio García «El Payo»: Vuelta al ruedo con fuerte petición. Fernando Adrián: Dos orejas. Luis Miguel Castrillón: Silencio tras aviso. Guillermo Valencia: Oreja. Juan Sebastián Hernández: Silencio.

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