Los subalternos fueron protagonistas de la jornada taurina del día de ayer, destacándose por su temple, acierto y valentía en cada tercio. La actuación de Emerson Pineda en la brega y la labor precisa de los banderilleros marcaron una tarde de esfuerzos memorables y momentos aplaudidos.
Redacción: Juan Pablo Garzón Vásquez- www.enelcallejon.co/ – Web Aliada
Cali – Colombia. En una tarde marcada por la entrega y la dedicación de los subalternos, cada tercio se convirtió en un testimonio de esfuerzo técnico y pasión taurina. Desde el ruedo hasta las tablas, los hombres de plata brillaron con luz propia, ganándose el reconocimiento del público y consolidando su papel esencial en la fiesta brava.
En la brega, Emerson Pineda sobresalió con una labor templada y precisa que marcó la pauta de la tarde. Su intervención, cargada de temple y oficio, fue un ejemplo del equilibrio perfecto entre arte y profesionalismo.
En el primer toro, Reinario Bulla enfrentó dificultades con una vara trasera que generó protestas desde los tendidos, pero Rafael Viotti destacó con un gran par de banderillas. Héctor Fabio Giraldo, en esta ocasión, no tuvo suerte en su ejecución.
El segundo toro trajo consigo una destacada vara de Francisco Mora, seguida de un vibrante tercio de banderillas protagonizado por Emerson Pineda y Jhon Jairo Suaza. Ambos lograron una ovación de pie, saludando montera en mano ante un público entregado.
Con el tercer toro, Efraín Ospina ejecutó una buena vara que dejó al toro en buen sitio para los pares de banderillas. Carlos Rodríguez colocó un par de excelente factura, mientras que Andrés Herrera cumplió en la ejecución, aunque dejó un solo palo.
En el cuarto, Miguel Ángel Muñoz sobresalió con una vara bien medida. En el tercio de banderillas, Jaime Devia colocó un buen par, mientras que Arley Gutiérrez ejecutó con solvencia aunque con un resultado similar: un solo palo.
El quinto toro vio una vara precisa y medida de Manuel José Bernal, mientras que Alex Benavidez destacó con un par bien colocado, aunque algo trasero. Héctor Fabio Giraldo, en esta ocasión, logró redimirse con un gran par que fue merecidamente aplaudido.
El sexto toro estuvo marcado por una excelente vara de Luis Viloria. En el tercio de banderillas, Juan José Trujillo tuvo momentos de efectividad, pero Jhon Jairo Suaza no corrió con la misma suerte en su intento.
Con el séptimo toro, Edgar Arandia realizó una discreta vara, dejando un «picotazito» que generó menos impacto. Sin embargo, Ricardo Santana y Andrés Herrera compensaron con sendos pares de banderillas que fueron saludados montera en mano.
El octavo y último toro presentó complicaciones desde el inicio debido a una acometida incierta. William Torres no tuvo fortuna en su primer intento, pero el matador, demostrando visión y estrategia, llevó al burel a la querencia para que Miguel Ángel Muñoz ejecutara una vara oportuna. En el cierre, Álvaro Montes y Arley Gutiérrez colocaron los palos sin mayores alardes, cerrando la tarde con discreción.
La jornada dejó en claro que los subalternos son pilares fundamentales de la lidia. Su valentía, técnica y compromiso no solo enriquecen el espectáculo taurino, sino que también aseguran que cada faena se lleve a cabo con el máximo respeto por la tradición y la pasión que define la fiesta brava. Una tarde donde los héroes en la sombra demostraron que el arte del toreo también se escribe con letras plateadas.
