En la novillada de la Feria de Cali se vivieron momentos que hacen que vivamos el toro de otra forma así:
Lo Bueno
Tercio de banderillas de lujo ejecutado por Garrido y Chiricuto, quien luego de tres años se enfundó en un traje de luces. Saludaron desde el tercio.
La Lidia del Aloi a su primero con mucha seriedad y buenas maneras.
Los dos pares de banderillas de Joselito Calvo al segundo de la tarde.
Calio se dirigió a la puerta de la enfermería para brindar la lidia del cuarto a sus dos compañeros llevados al hule.
El par de banderillas de Ricardo Santana al sexto de la tarde noche.
Lo Malo
Poca asistencia en los tendidos.
El jabonero lidiado en primer lugar dejó estar pero mostró señas d poca casta y andares cansinos.
La espada de Aloi caló al ejemplar.
La espada desprendida del segundo de la tarde.
El tercero presentó una cojera en su remo trasero derecho, lo que se acusaba en algunos momentos de la lidia.
El segundo de Calio, fue un inválido sin fuerza y esmirriado de carnes que no aguantaba un galope, pese a esto tenía un buen son.
El palco en el sexto no quería escuchar el clamor de la afición que pedía la entrega de una oreja.
Lo Feo
Una portagayola en el centro del ruedo por parte de Arturo Cartagena, que ni fue portada gayola, ni larga y si una lance comprometido.
El tercio de banderillas del tercero del festejo. Ni fu, ni fa, ni el uno, ni el otro.
La lidia del tercero de la tarde no vio a un novillero quieto y si aún movedizo oponente.
La falta de quietud precipitó que Barón, tercero de la tarde hiciera presa de Arturo Cartagena, pasando a la enfermaría y dando paso a Arturo Aloi