Cayetano Rivera anuncia su retirada de los ruedos al final de la temporada 2025, coincidiendo con el centenario del debut de su bisabuelo Cayetano Ordóñez y sus 20 años de carrera como torero. El espada deja un legado de valores y pasión por el toreo en una despedida cargada de simbolismo.
Redacción: Juan Pablo Garzón Vásquez – www.enelcallejon.co/ – Web Aliada
Fusagasugá – Colombia. El maestro Cayetano Rivera, una de las figuras más reconocidas de la tauromaquia actual, ha anunciado su decisión de retirarse de los ruedos tras la temporada 2025. La noticia, comunicada mediante un emotivo vídeo en su cuenta de X (anteriormente Twitter) en la noche del 29 de noviembre, marca el fin de una trayectoria que ha combinado arte, entrega y la perpetuación de una de las dinastías taurinas más emblemáticas de la historia.
«El año que viene es un año muy especial para mí; se cumplen 100 años desde que mi bisabuelo Cayetano Ordóñez, ‘Niño de la Palma’, daba comienzo a esta dinastía», declaraba Rivera, con la emoción palpable en su voz. «Siento que es el momento de decir adiós».
Con esta decisión, Cayetano Rivera pone punto final a una carrera que abarca 20 años en los ruedos, en los cuales ha lidiado en las principales plazas del mundo taurino. El diestro ha sabido mantener viva la llama del toreo clásico, una herencia que le llegó no solo por sangre, sino también por vocación.
En su mensaje, Rivera quiso subrayar las lecciones aprendidas a lo largo de su carrera, destacando los valores que ha intentado transmitir a través del arte taurino: «No todo ha sido bonito, pero durante este tiempo he intentado reflejar cualidades como el valor, el esfuerzo, la disciplina y la solidaridad».
Desde su alternativa en 2005, Cayetano ha brillado con un estilo inconfundible que combina estética y profundidad. Ha sido protagonista de tardes memorables, cosechando triunfos en plazas de primera categoría y manteniendo siempre un respeto por el toro y el público.
La temporada 2025 se perfila como un año lleno de simbolismo para Cayetano y su afición. Este adiós coincide con el centenario del debut de su bisabuelo Cayetano Ordóñez, el icónico «Niño de la Palma», un hecho que refuerza la dimensión histórica de su despedida. A lo largo del próximo año, Rivera recorrerá las principales plazas del mundo taurino, ofreciendo su arte por última vez en tardes que prometen ser auténticos acontecimientos.
El anuncio también ha generado una ola de reacciones en el mundo taurino, donde compañeros, aficionados y críticos coinciden en que su ausencia dejará un vacío importante. «Se va un torero de dinastía, un hombre que ha sabido dignificar esta profesión con su presencia dentro y fuera del ruedo», comentan expertos del sector.
Más allá del ruedo, Cayetano ha destacado por su labor solidaria y su capacidad para conectar con las nuevas generaciones, convirtiéndose en un referente de modernidad dentro de un arte profundamente tradicional. Su paso por los ruedos ha dejado huella no solo en términos artísticos, sino también en el compromiso con los valores que representa la tauromaquia.
Con esta decisión, Cayetano Rivera concluye un capítulo brillante de su vida, pero deja abierto un legado eterno para la historia del toreo. Su retirada, lejos de ser un adiós definitivo, será un homenaje a la dinastía que ha encarnado y al arte que ha defendido con pasión durante dos décadas.