Emilio de Justo Borda Una Gran Faena; Ventura y Curro Díaz Triunfan en Jaén

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En una tarde inolvidable en Jaén, Emilio de Justo mostró su maestría con una faena de alto calibre, pero los aceros le privaron de mayor premio. Diego Ventura demostró su brillantez a caballo, cortando tres orejas en dos actuaciones magistrales. Curro Díaz no se quedó atrás, con dos faenas exquisitas que le valieron cuatro orejas. Los toros de Victorino Martín ofrecieron un gran espectáculo, siendo el tercero premiado con la vuelta al ruedo.

Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora – https://enelcallejon.webnode.es/ – Web Aliada

Arbeláez – Colombia. Jaén, penúltima de Feria de San Lucas – Una tarde de gloria taurina con Ventura, Curro Díaz y Emilio de Justo brillando en un espectáculo inolvidable.

Este sábado, la plaza de toros de Jaén fue escenario de una de las tardes más memorables de la temporada, donde se lidiaron seis ejemplares de la ganadería de Victorino Martín, un encierro de categoría, bien presentado y de comportamiento interesante, típico de su encaste Santacoloma. El tercero de la tarde fue premiado con la vuelta al ruedo, destacando un espectáculo completo y variado, que exigió lo mejor de los toreros.

Diego Ventura, maestro del rejoneo, estuvo imparable de principio a fin. El primer toro de la tarde, un bravo ejemplar de Victorino Martín, fue dominado con gran maestría por el rejoneador hispanoluso. Ventura paró al astado con temple y destreza, colocando dos rejones de castigo en lo alto, manejando a la perfección la grupa de sus caballos. En banderillas, el rejoneo alcanzó cotas de alta espectacularidad, toreando con elegancia y alegría, utilizando tanto la grupa como el estribo, adornando su lidia con quiebros ajustados y toreo en redondo, hasta culminar con un soberbio rejón de muerte en buen sitio, provocando una fulminante caída del toro. El público, enardecido, le concedió las dos orejas, premiando su entrega y calidad artística. En su segundo, un toro menos pronto y algo reservón, Ventura supo sacar lo mejor de su caballo Lío, con quiebros limpios y precisos, acompañados de rehiletes al violín. Aunque falló en dos oportunidades con los aceros, un rejón certero le valió una oreja más.

Curro Díaz, siempre torero de gran sensibilidad y arte, recibió al segundo de la tarde, un toro bravo, noble y encastado, con un saludo a la verónica de una belleza inigualable, rematando con una media de sello personal. En la faena de muleta, Curro demostró su dominio del temple, toreando con ambas manos con una cadencia única. Su faena estuvo muy bien estructurada, cada serie más profunda que la anterior, hasta culminar con una estocada certera que le aseguró las dos orejas. Frente al quinto, un toro limitado en fuerza, pero bravo, Díaz desplegó su torería, hilvanando una faena delicada, con larguísimos naturales llenos de finura y temple. La suerte suprema, ejecutada a la antigua con una estocada sin puntilla, le valió otras dos orejas, confirmando una tarde redonda para el torero de Linares.

Emilio de Justo, por su parte, protagonizó una de las faenas más importantes de la tarde, marcada por el valor, la entrega y una técnica exquisita. En su primer toro, el tercero del encierro, que fue premiado con la vuelta al ruedo, De Justo toreó con una suavidad y temple que conectaron de inmediato con los tendidos. Recibió al de Victorino con una serie de verónicas templadas que hicieron vibrar al público, rematando con una media extraordinaria. Con la muleta, hilvanó una faena de gran profundidad, dominando los tiempos, la distancia y llevando al astado con mano firme y mucho mando. Lamentablemente, los aceros no estuvieron a la altura de la faena, lo que le privó de un mayor reconocimiento, aunque se le ovacionó fuertemente en el tercio.

En su segundo, el toro de cierre de la tarde, un bravo y exigente Victorino, Emilio volvió a desplegar su toreo de calidad, con verónicas templadas y ajustadas. Con la muleta, se acopló con facilidad a las complicaciones del astado, toreando con mucho temple y suavidad. El valor del cacereño fue palpable, sin guardarse nada. La faena fue rematada con una media lagartijera en buen sitio y un golpe de cruceta, lo que le permitió cortar las dos orejas del toro y salir en hombros junto a Curro Díaz y Diego Ventura.

Esta tarde en Jaén quedará en el recuerdo de todos los aficionados, marcada por la valentía, el arte y la técnica de tres grandes figuras del toreo que dejaron una huella imborrable en la arena de la Feria de San Lucas.

Ficha del Festejo:

Plaza de Toros de Jaén, penúltima de la Feria de San Lucas. Se lidiaron seis toros de Victorino Martín, correctamente presentados y de juego interesante. El tercero, premiado con la vuelta al ruedo. Diego Ventura (Rejoneador): Dos orejas y Oreja. Curro Díaz: Dos orejas y Dos orejas. Emilio de Justo: Fuerte ovación en el tercio y Dos orejas.

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