Fernando Adrián Deslumbra en Madrid con Faena de Entrega y se Prepara Para Conquistar Cali

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Fernando Adrián dejó huella en la quinta corrida de la Feria de Otoño en Las Ventas, enfrentándose a toros de Victoriano del Río en una tarde marcada por el viento y la exigencia del ganado. Adrián destacó con derechos poderosos al primero, una gran estocada en el tercero, y una faena de entrega total en el quinto, donde fue volteado de manera dramática sin consecuencias graves. Aunque los trofeos no llegaron, su actuación fue un despliegue de técnica y coraje que prepara el terreno para su próxima presentación en la Feria de Cali, donde se espera con gran expectación su regreso a tierras colombianas.

Redacción: Juan Pablo Garzón Vásquez – https://enelcallejon.webnode.es/ – Web Aliada

Fusagasugá – Colombia. La Plaza de Toros de Las Ventas, en Madrid, vivió este sábado un festejo cargado de emoción y drama con la actuación de Fernando Adrián en la quinta corrida de abono de la Feria de Otoño. Acompañado en el cartel por Borja Jiménez, Adrián se enfrentó a una complicada corrida de Victoriano del Río, cuyos astados plantearon serios desafíos a los diestros. A pesar de las adversidades, Fernando Adrián mostró su valía, determinación y capacidad técnica en una tarde marcada por el viento y las dificultades del ganado.

Desde su primer toro, Adrián se mostró decidido. Ante el exigente primero, un impresionante ejemplar negro listón chorreado de 537 kilos, llamado Bisonte, el madrileño se fue directamente al portón de los sustos para recibirlo con faroles de rodillas que encendieron los tendidos. A pesar del viento que dificultó el manejo del capote, Fernando logró dejar una serie de ajustadas chicuelinas y una verónica a pies juntos que evidenciaron su buen oficio. En la suerte de varas, Barroso colocó dos puyazos precisos, aunque el segundo fue más leve. Borja Jiménez también aprovechó para ejecutar un quite por chicuelinas que culminó con una revolera vistosa.

La faena con la muleta comenzó con Adrián saludando al animal, que se mostró temperamental y exigente desde el inicio. Brindó este toro a su preparador físico, Bernar Juarranz, como símbolo de la preparación física y mental que requería esta lidia. Las mejores series llegaron por la derecha, donde Adrián dejó tres tandas de derechazos de gran calidad y profundidad, aunque el viento impidió que pudiera sacar al toro hacia terrenos más propicios. El astado, de embestida complicada y genio creciente, fue a menos conforme avanzaba la faena, lo que complicó aún más el lucimiento del torero. Aun así, Fernando remató con una estocada que cayó un tanto baja, lo que le privó de cualquier trofeo. El público, exigente, guardó silencio en reconocimiento al esfuerzo del matador.

Borja Jiménez, por su parte, dejó una obra reposada y con gran temple ante el segundo de la tarde, un Enamorado castaño bragado medio axiblanco de Victoriano del Río que fue noble y codicioso en los primeros compases de su lidia, pero que se fue apagando. hacia el final. Jiménez lo saludó de forma espectacular, y su faena fue emotiva, con un brindis al público que conectó de inmediato con los tendidos. Sin embargo, un pinchazo en su primer intento con la espada le quitó la oreja que había ganado a pulso tras una obra de toreo clásico y reposado, culminando con una vuelta al ruedo tras aviso.

El tercer toro de la tarde, Derramado, con 593 kilos y de astifina presencia, fue una prueba aún más dura para Fernando Adrián. Desde el inicio, el astado demostró genio y poca clase, apretando en el capote y haciendo difícil cualquier lucimiento. Borja Jiménez aprovechó para realizar un bastante por verónicas de mano baja que arrancó aplausos. Con la muleta, Adrián luchó por sacar algún provecho de un toro que, desde el inicio, demostró escasas fuerzas y peor condición. En terrenos del 9, el madrileño intentó porfiar con derechazos y naturales, pero el astado siempre se mostró a menos y su faena quedó en silencio. No obstante, la gran estocada en todo lo alto fue digna de reconocimiento, cayendo el toro sin puntilla.

La segunda parte de la corrida mantuvo la tónica exigente. Borja Jiménez tuvo que enfrentarse al cuarto toro, otro ejemplar de complicado viaje que, desde el inicio, se mostró corto y geniudo. Jiménez intentó templar su embestida con un inicio de faena de rodillas, dejando doblones largos y poderosos, pero el astado fue acortando sus viajes y reponiendo con cada pase. Dos estocadas defectuosas y el uso del descabello terminaron con una obra que nunca pudo despegar del todo, culminando en un silencio tras aviso.

La tarde se volcó emocionalmente con el quinto toro de la tarde, un ejemplar llamado Amante, de 552 kilos, que permitió a Fernando Adrián lucirse desde el capote, con verónicas a pies juntas que capturaron la atención del público. En la faena de muleta, tras un brindis al tendido, Adrián comenzó de rodillas, pasándose al toro por la espalda en dos muletazos que estremecieron a los aficionados. A pesar de la embestida incierta del toro, Fernando logró imponerse con dos tandas por la derecha llenas de poder y temple. Sin embargo, cuando intentó el toreo al natural, sufrió una voltereta espeluznante que dejó en vilo a la plaza. Adrián se levantó sin mayores consecuencias, aunque magullado, y continuó con su faena, cerrando con bernadinas y una estocada media que le valió una ovación tras aviso.

Borja Jiménez cerró la tarde con un sexto toro sin fuelle, que llegó muy apagado al último tercio de su faena. A pesar de los intentos del sevillano por sacar algo de brillo, el astado no le permitió mayor lucimiento y fue despachado con rapidez tras un uso preciso de la espada, culminando la tarde en silencio.

Aunque los trofeos no acompañaron la tarde, Fernando Adrián se ganó el respeto y el reconocimiento de la afición madrileña por su valentía, técnica y entrega absoluta en el ruedo. El dramático episodio de la voltereta en el quinto toro fue un claro ejemplo de su arrojo y capacidad para sobreponerse a la adversidad. Con su nombre en alto y su próxima cita en la Feria de Cali en el horizonte, Adrián se perfila como una de las figuras más esperadas en el ruedo colombiano, donde su determinación y pasión taurina prometen escribir nuevas páginas de éxito.

Ficha del Festejo

Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Feria de Otoño, quinta de abono. Corrida de toros. Tres cuartos largos de plaza (21.412 espectadores). Toros de Victoriano del Río: Exigente el primero; noble y con codicia el segundo; sin clase y con genio acrecentado el tercero; de corto viaje el cuarto; incierto el quinto; y sin fuelle el sexto. Fernando Adrián: Silencio, Silencio y Ovación tras aviso. Borja Jiménez: Vuelta al ruedo tras aviso, Silencio tras aviso, y Silencio. Incidencias: Fernando Adrián y Borja Jiménez fueron obligados a saludar tras finalizar el paseíllo.

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