Antonio Ferrera dejó detalles en sus faenas y compartió tercio de banderillas con Manuel Escribano
Los toros de Mondoñedo, ganadería emblemática y tradicionalmente reconocida como dura, permitieron a la afición y a la empresa Tauroemoción cerrar un corto pero interesante ciclo ferial en Cali. Si hubiera que hablar de un triunfador de la tarde, que, evidentemente de la terna no saldría, se podría decir que el balance popular indica que fue Antonio Ferrera.
En el primero, la faena careció de armonía. Apenas detalles de Ferrera con la derecha, que no terminaron de romper a pesar de que el toro, de embestida seria, fue de menos a más. Había materia prima para abrir plaza con más decoro.
En su segundo turno, invitó a Escribano a poner banderillas en un emotivo tercio. A la muleta el toro acometía sin mucha clase, pero sí con fijeza y codicia. Ferrera entre adornos y sus personales detalles que ambientan tendidos, no terminó de afinar el libreto, aunque le alcanzó para calentar la plaza y dar la vuelta al ruedo a pesar de dos pinchazos.
A Manuel Escribano esta tarde le faltó intensidad, y no refrendó con su actuación su buena temporada europea. El toro que hizo segundo, de salida no mostró buena condición, y se paró a mitad de los lances de recibo. Escribano cubrió el tercio de banderillas con lucimiento, y solamente el comienzo de faena tuvo intensidad, cambiándoselo por la espalda hasta en dos ocasiones. Después el toro muy parado no permitió ligar las series, y todo quedó en buenas intenciones del torero. Dos pinchazos, y media espada desacreditaron el esfuerzo de Escribano. El quinto fue incierto de salida, pero poco a poco se vino arriba, sin que las condiciones, difíciles eso sí, tuvieran en la muleta de Escribano una vía para dejarlo ver a la afición.
No fue la tarde de Luis Miguel Castrillón, y el buen torero antioqueño salió en medio de los pitos de los aficionados. Desde la salida del tercer toro, que dejó ver su calidad, algo empezó a faltar, tomó el puyazo con codicia, pero al salir del peto dio una voltereta que lo mantuvo un rato descoordinado. En la muleta se recuperó, y lo que embistió Tocayito fue de clamor. Por ambos pitones se rebosó en la muleta de Castrillón, que pecó por exceso de fidelidad a su estilo. El toro fue con hondura y temple a los cites, y a los que no lo fueron también, pero Castrillón eligió una faena de estética que quería imponer a toda costa, excedida en tiempos muertos, cuando el toro quería muleta más punzante, más ligada y con profundidad. La estocada además cayó trasera, y dejó en manos del presidente lo impopular, sacar el pañuelo que reconocía al toro al que, de haberle dado la lidia correcta habría sido indultado, y ningunear al torero. Así fue, clamorosa vuelta al toro, y vuelta de consolación a Castrillón.
No terminaba de pasar el trago amargo cuando salió el sexto, encastado y con genio pero que se desplazaba y dejaba margen para plantarle cara con poderío. Esta vez el error de Castrillón no fue la porfía en un estilo, sino carecer de recursos, y pasar como inédito, aun abrumado por lo sucedido tres turnos atrás. A por la feria 2024.
Cali (Colombia) viernes 29 de diciembre de 2023. Toros de Mondoñedo, bien presentados y de buen juego. El tercero, de nombre Tocayito, fue premiado con la vuelta al ruedo. Aplaudidos 1⁰, 4⁰, 5⁰, y 6⁰. Antonio Ferrera, ovación con saludos y vuelta al ruedo; Manuel Escribano, ovación con saludos en ambos; y Luis Miguel Castrillón, vuelta al ruedo tras petición y pitos. Entrada: Media plaza. Saludó Carlos Rodríguez tras sus pares de banderillas al sexto.