Redacción: Tomás Mondragón
Una variada y entretenida tarde se vivió en Cañaveralejo. La empresa Tauroemoción dispuso de una terna que tuvo que ser recompuesta a última hora ante la baja médica de Miguel Felipe.
Los novillos de Juan Bernardo, variados de juego, de cuerna y variopintos, fueron nobles en general, destacando dos con más raza y calidad y dos que mansearon. ofrecieron juego corto, que fue aprovechado en variados niveles de experticia y práctica de los noveles alternantes.
No sé guardaron nada los colombianos Anderson Sánchez, Juan Miguel Ramirez y el español Cristiano Torres.
Los tres con ganas, con entrega, en novilleros que sueñan con llegar a ser toreros.
Anderson logró una buena serie en los medios, pesaba mucho el ejemplar en su búsqueda de tablas, la faena conectó con el público pero la espada borró todo.
Igualmente sucedió en su segundo, un manso con pases, que le permitió mostrar su deseo, su valor, sus procesos técnicos, pero nuevamente la espada terminó silenciando su labor.
El antioqueño Ramírez, mostró su arrojo, entro por sustitución, pero dejó claro que está preparado, con su triunfo en toros y ciudad, que le ha dado la oportunidad de estar en la feria a darse en Manizales en el mes de enero, su trabajo y entrenamientos lo tienen a punto.
Sus ejemplares ofrecieron momentos que supo aprovechar en la mayoría de momentos, parado con valor, alegre, entregado, algo revolucionado por momentos, pero resolviendo con soltura, faenas que conectaron con el público, y dos buenas estocadas que le permitieron tocar pelo de una en una y abrir la puerta grande.
El español Torres, mostró buenas maneras, condiciones, técnica para un el acompañamiento hasta el final de los ejemplares, templó y disfrutó, por momentos algo encimista, en especial al novillo que tuvo buena nota de raza y las protestó, lo cuál permitió ver una resolutiva actuación, con muchos recuersos
También estuvo mandon en algunas tandas, una importante actuación del novillero, que se llevó el premio de tres orejas, dejando un buen sabor.
Una tarde entretenida, matices importantes de los novilleros y unos astados que se dejaron mientras duraron.
