1ª de Toros y Ciudad de Manizales: Bizcochada de Altagracia

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Se lidiaron novillos justos de presentación y buen desempeño en general, en términos taurinos una bizcochada para los jóvenes novilleros.

Redacción: Javier Enrique Baquero Pardo –JABA­–

Manizales – Colombia. Con una Lluvia de claveles sobres la humildad de los seis novilleros por parte del tendido joven y un público que ocupó más de medio aforo, la mejor entrada en muchos años para el primer festejo, inició la Feria Toros y Ciudad, conmemorando los 176 años de la capital caldense.

Se lidiaron novillos justos de presentación y buen desempeño en general. Calidad y como se dice en términos taurinos una bizcochada para los jóvenes novilleros.

Simón hoyos saludó rodilla en tierra con una larga algo embarullada, Verónica con velocidad y muchos deseos. Con la pañosa mostró grandes progresos. Muletazos templados y largos. La mano izquierda tomó su turno y también dejó ver adelantos, hoyos tiene cabeza y le funciona frente a la cara de los astados. Con la espada aún falta mucho, dejó media muy caída. Palmas cariñosas y saludó desde el tercio. El novillo de Altagracia muy Justo de carnes, fijo en los engaños permitió el lucimiento.

Daniel Sánchez saludó su astado con dos largas en la propia boca de riego, ambas dejando el capote por los aires. Luego verónicas “aprisadas” con más deseos que técnica. Con la muleta el menudo novillero brindó al doctor Cristian Garcés e inició una faena con suavidad, acompañada de una mano sin mucha fuerza para sostener el engaño. Algunos muletazos con trazos poco ceñidos y otros suaves y de buen fin. Con la tizona falta carretón y malicia. Hubo palmas cariñosas para el joven novillero. El novillo fue de menos carnes que el primero y tuvo buenos andares.

Sergio Álzate en tercer lugar aguardó en el burladero la llegada de su amiguete, lances a las verónicas rápidas, pero con buena intención. Con el trapo rojo dejó ver clase y finura, pese a su corto recorrido profesional.  Si bien es cierto le pueden faltar tardes, le sobra calidad. La mano izquierda también con buenas facturas, mostró un futuro prometedor. Falta mucho, pero hay mucho sabor. La espada en dos citas también queda en deuda, la deuda natural. Dio la vuelta al ruedo.

Nicolás Venegas, en el cuarto buscó camino a la puerta de toriles y saludó con dos largas que resultaron emocionantes y bien ejecutadas, ya con las verónicas la deuda creció. Coloco de a una banderilla en un tercio que le sobró. Muchas prisas en los andares y así llegó a la muleta, lo que hizo quelícero novillo de buena calidad no fuera aprovechado en la suavidad. El efectismo fue la fórmula para que el público lo acompañará, pero yo sigo pensando que el arte es lento y entre más lento más arte. La espada encontró camino inesperado y fue efectiva.  Vuelta. El novillo de gran recorrido, nobleza y fijeza.

José De Antia con el quinto dejó buenos momentos con la capa. Suavidad y buenos trazos. Con la muleta muy vertical disfrutó toreando con donosura a uno que se fue quedando corto en el recorrido. La sangre torera de su abuelo, Don Jerónimo Pimentel afloró en cada ejecutoria. No quedó debiendo la mano izquierda. La espada también es materia por surtir. Tres pasodobles cortos sonaron en las alturas.

Daniel Montes cerró el primer festejo de Toros y Ciudad con lances a la verónica con buenas intenciones, algo menos de técnica y mucha tela. En la muleta había más motor y tras un accidentado tercio de banderillas Montes dejó buenos muletazos sin acabar de construir una faena ordenada. La espada sumó en igualdad.

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