Con plaza llena, variada corrida de Achury y tres alternantes con mucha disposición, se celebró el festejo mayor de la feria de Ubaté (Cundinamarca), que la verdad sea dicha, dejó aromas de toreo bueno, muletas poderosas y matices de bravura en los Achury.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora – https://enelcallejon.webnode.es/ – Web Aliada – Fotos: Juan Pablo Garzón Vásquez
Ubaté – Colombia. La ciudad de Ubaté al norte del departamento de Cundinamarca, que se encuentra celebrando sus ferias y fiestas, realizó ayer el festejo taurino de orden mayor, con un encierro de la ganadería Achury Viejo y donde actuaron los matadores Manuel Libardo, José Arcila y el Rejoneador José Gómez Cuellar.
En primera instancia vamos a describir al encierro de la ganadería Achury Viejo, que está cumpliendo 90 años de existencia y que, sin duda alguna, continúa dejando sabores de satisfacción, tanto para actuantes, como para la afición, pues cuentan en repetidas ocasiones con esas características del toro encastado, bravo, imponente, noble y en ocasiones con fiereza y complicaciones que también traen los ejemplares de esta hermosa raza única. La corrida presentada en Ubaté, estuvo bien presentada al individual y desigual en conjunto, pero con los lotes bien referenciados, toro alto con el bajo, el de más cara con el de menos, para lograr la equidad en la terna. Con referencia al comportamiento podemos reseñar: 1o Con calidad en sus embestidas pero duro solo el primer tercio; 2o tardo, esparramo la vista, humilló cuando se le apretó; 3o encastado, algo tardo, noble, embistió humillando por el derecho, más por el izquierdo acudió a media altura; 4o bravo, encastado, se arrancó de largo, fijo, humilló, metió la cara y tuvo mucha nobleza (se le concedió el honor del indulto); 5o exigente, encastado, hizo buena pelea en el caballo pero tuvo muchas teclas que tocar y 6o bravo, con ritmo que vino a menos.
José Gómez Cuellar (Campero en verde botella y azabache), rejoneador colombiano, que viene haciendo una discreta pero contundente campaña en los ruedos nacionales, abrió y cerro plaza, pero en sus actuaciones vio la cara y cruz de esta bonita, pero a la vez difícil profesión. En su primer ejemplar lastimosamente solo pudo lucir en el primer tercio, pues en banderillas el astado se agarró al suelo, debió acortar las distancias y sufrió en varias oportunidades, tanto el como sus jacas, pitonazos fuertes, pero sin consecuencias por fortuna y naturalmente con esa condición del burel no la puso nada fácil para la suerte suprema. Silencio con recado de Usía. Con el cierre plaza las cosas estuvieron mejor, tuvo materia prima y su comparecencia vino de menos a más, la emoción en la parroquia vino sobre todo en las ejecutorias de farpas al violín que tuvieron espectacularidad y buen sitio, cerrando su actuación con un acero en lo alto, cortó una merecida oreja.
Manuel Libardo (Terno malva y oro) fue profeta en su tierra, sin duda el concepto, las formas y la claridad al ver sus toros, son sus recursos valiosos, pues en ambos capítulos desveló artísticamente lo que traían dentro los bureles. Con el primero de su lote dejó ver ese enorme manejo del percal, verónicas muy personales, con bastante gusto que calaron de inmediato con los tendidos, recibiendo una atronadora ovación; en pañosa, sustentado por mano diestra, hilvano una faena llena de contenido artístico, tandas templadas, alargando la embestida y concluyéndolas con elegantes pases de pecho, la pena fue el uso del acero, que le paso factura. Silencio con recado de Usía. Con el cuarto de lidia ordinaria volvió a imprimir esa buena torería que posee, tanto en capa como en muleta imprimió su buen concepto, sitio, temple y mando en cada momento de la lida, sumándole entrega, disposición y algo fundamental, todo a favor del burel para ayudarle a sacar esas bondades que muchas veces se quedan sin explorar por premuras o recursos técnicos, pero la verdad dimensionó por su poder al toro para que el público en su gran mayoría solicitara el honor del indulto (perdonar la muerte del astado). Dos orejas y rabo.
José Arcila (Terno luto y oro) sin lugar a dudas estuvo a la altura de las circunstancias, su lote no fue un dechado de bondades, pero lo que era favorable para el torear lo desvelo el manizaleño con decisión, torería, valiosos recursos técnicos y algo muy importante, el inmenso deseo de siempre agradar y brindar buenas cosas al público. Sin tacha alguna sus dos comparecencias, pues lo mostrado en el ruedo de Ubaté, dice muchísimo de este buen profesional, por ello se llevó de a trofeo en cada comparecencia.
Ficha del Festejo
Domingo 30 de julio, 2023 – Ubaté (Cundinamarca) – Corrida de Feria – Toros de Achury Viejo desiguales de presentación y juego. José Gómez Cuellar (Rej.): Silencio con aviso y Oreja. Manuel Libardo: Silencio con aviso y 2 Orejas y rabo por indulto y José Arcila: Oreja y Oreja. Se registro lleno en los tendidos de la plaza.