San Agustín de Guadalix: De Castilla Imprime Torería Cara al Igual que Jiménez

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Juan de Castilla corta una merecida oreja luego de cuajar al Baltasar Ibán de su lote y que penosamente la trayectoria del acero no fuera ortodoxa. Borja Jiménez dejó un ramillete de naturales en el toro de Baltasar que pedía tiempos y sitio para expresarse mejor.

Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora

Ubaté – Colombia. La primera tarde de semifinales en la Copa Chennel estuvo cargada de matices de mucho interés, lo primero el mano a mano de hierros, que a la postre era uno de los fuertes atractivos: Cuadri (encaste propio con ascendencia de Urcola, Santa Coloma y Gamero Cívico) y Baltasar Ibán (encaste propio con ascendencia Contreras – Domecq). El otro atractivo sin duda alguna, definir el primer finalista a la Copa Chennel que, adelantando el suceso, está compleja su definición por lo dado por el cabeza de cartel y el colombiano.

Referenciando el encierro podemos decir que los astados de ambas ganaderías fueron bien presentados al individual, dispares en conjunto, lo mismo que en su comportamiento, resalto el corrido en segundo y cuarto lugar de Baltasar Ibán, que afloraron bravura, aunque la casta del primero citado fue limitada y el que obró de tercero de Cuadrí, que pese a las complicaciones plasmadas tenía cualidades para hacer el toreo.

Borja Jiménez (Terno primera comunión y oro): Dejó ver en su comparecencia su profundo amor a la profesión, siempre en torero, con el abre plaza se la jugó, buscó y extrajo lo que traía el burel de Cuadri que siempre buscó los adentros. En el cuarto de lidia ordinaria aprovecho las condiciones favorables del astado de Baltasar Ibán, donde plasmó un ramillete de naturales de gran contenido, pero que falto esa pausa que requería el burel para que el conjunto fuera más contundente. Cortó una merecida oreja y el astado mereció el reconocimiento de vuelta al ruedo.

Juan de Castilla (Terno azabache e hilos blancos) echó guaza, inteligencia y buena expresión, con el primero de su lote estuvo a la altura tanto en capa como en pañosa, hilvanó una faena que gozó de parsimonia, toreó al natural con verdad, citando de frente, metiendo riñones y muy al ralentí, la pena que pese a que el acero entró en lo alto se fue atravesado e hizo guardia, pero bastó para pasaportar el de Baltasar Ibán, ahí cortó una oreja. En el quinto bis de Cuadri volvió a poner la carne en asador, se la jugó con verdad y propino una estoca en lo alto y certera. Vuelta al ruedo con fuerte petición de trofeo.

Rafael Serna (Terno azul turquesa y oro) se llevó un lote muy exigente, tenía teclas que tocar, por citar algunas: justa medida, postura de los chismes en el lugar justo, temple señido, muletazos en tiempo y trazo determinados, entre otro detalles; por eso este sevillano tuvo sus comparecencias sin una relevancia frente a los de sus compañeros de cartel, sin embargo se debe destacar que actuó de la manera correcta, propinando lo debido, pero que al ojo del espectador no caló, el buen aficionado sí lo valoró por ese buen mérito.

Ficha del Festejo:

San Agustín de Guadalix – 1a de Semifinales Copa Chenel – Toros de Cuadri y Baltasar Ibán bien presentados al individual, desiguales en conjunto y juego variado. El cuarto (Baltasar Ibán) premiado justamente con la vuelta al ruedo. Borja Jiménez: Ovación tras aviso y Oreja. Juan de Castilla: Oreja y Vuelta al ruedo con petición. Rafael Serna: Silencio en ambos.

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