Los valores, entendidos como principios, virtudes o cualidades que caracterizan a una persona o sociedad, se hicieron presentes en el primer festival de la Corporación Libertad Cultural, efectuado el día de ayer en las instalaciones de la ganadería Altagracia del municipio de Villapinzón.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora – https://enelcallejon.webnode.es/ – Foto: Julián Velasco
Ubaté – Colombia. La Corporación Libertad Cultural, en cabeza de Don Gonzalo Sanz de Santamaría, apoyado por Don Juan Carlos García, el Maestro Cesar Rincón, los Matadores Cesar Camacho, Gitanillo de América, Sebastián Vargas, Nelson Segura, Ricardo Arandia, Edgar Arandia, toreros del festival, cuadrillas de subalternos (picadores y banderilleros), mozos (cuadras y espadas), el fotógrafo Farley Betancour, así como la prensa especializada de nuestro país, vieron una vez más que los arraigos culturales de hace más de cinco siglos, continúan en vigencia significativa y constituyen un pilar importante de identidad de este pueblo colombiano, pues todo su esfuerzo y dedicación para llevar a cabo este festival cultural en Villapinzón (Cundinamarca) tuvo todo el éxito esperado.
Con un «lleno hasta las banderas» como se acuña en el argot taurino y con una sentida reflexión del Maestro Cesar Rincón, donde expresó a groso modo que «nuestra libertad y nuestras culturas están en peligro, por cuenta de los fanáticos que intentan prohibir estas fiestas que nacen del pueblo; subsistirán si somos capaces de unidos vencer, tan peregrinos argumentos de nuestros contradictores«, se dio un encuentro de miles de personas que aparte de sentirse identificadas con estas raíces culturales, están inquietas por las trasformaciones negativas que puede ocasionar cualquier prohibición, porque atenta directamente contra derechos fundamentales como la vida, la libertad, la salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opiniones, que manera específica están consignados para su estricto cumplimiento en el articulado de la Carta Magna nacional, específicamente entre los articulados del once (11) al cuarenta y uno (41).
El festejo taurino, incluido en tan variada y propia programación cultural, tuvo éxitos artísticos, ganaderos y sobre todo unos valores inmersos por naturaleza: respeto en todos los componentes, solidaridad entre los actuantes anunciados y no anunciados, amor por la profesión, sentido de pertenencia y ética, valor hoy pasado de línea con propósitos mezquinos que a la luz de la realidad está poniendo en peligro la dinámica de vida de todo el componente nacional. En orden de lidia podemos decir que los astados reseñados para la ocasión fueron en general la expresión viva de la especie única en el mundo, el toro de lidia: 1o de Altagracia: bravo, encastado, noble. 2o de Santa Hermosa: bravo, encastado, de buena condición. 3o de Mondoñedo: bravo, encastado y exigente. 4o de Las Ventas del Espíritu Santo: bravo, encastado, de buena condición. 5o de Achury Viejo: bravo, encastado, con fondo y 6o de Las Ventas del Espíritu Santo: bravo, encastado y exigente.
Juan Rafael Restrepo: hizo gala de su gran habilidad ecuestre, toreo a la gineta con las jacas Bolero, Bandido y Delirio, que a la postre le permitieron expresar el arte de Marialba con sus cánones: toreo con anca, estribo y grupa, sentido de los terrenos y piruetas para colmar aún más de alegría a la parroquia. Dos (2) orejas.
Gitanillo de América: desbordó con el toreo en capa, ejecutó un ramillete de verónicas, rematadas con una buena media que de inmediato fue valorada por el público, luego de un bonito brindis a voz cuello como es acostumbrado, dejó tandas de muleta con mucho contenido artístico, dio la oportunidad de saborear la exquisitez del burel a José Luis de la Vega con una intervención en pañosa y luego ejecutó la suerte suprema como siempre lo ha solido hacer, de manera pura y efectiva. Dos (2) orejas.
Sebastián Vargas: quien a propósito está cumpliendo 25 años de alternativa, mostró su virtud en la madurez torera, el burel en turno exigía muchísimo y sin escatimar así lo entendió el cucuteño, dejó tandas de mucho contenido, poder y valor que sin duda los parroquianos aplaudieron. Dos (2) orejas.
José Arcila: sigue depurando positivamente su concepto, la presentación en Altagracia dejó grata sensación, sobre todo por la parsimonia, manejo de las telas, postura e interpretación, estuvo bien ante el burel en turno donde imprimió gran respeto por la profesión que asumió.
Leandro de Andalucía: pese a que no ha toreado mucho en público, mostró que sigue mas que vigente y con su comparecencia está pidiendo a gritos las ferias que en verdad se merece, pues dejó una buenísima impresión ante el abarrotado tendido, el temple, las posturas, los terrenos y el valor seco hizo parte de su comparecencia, sufrió una voltereta aparatosa, sin nada que lamentar por fortuna. Dos (2) orejas.
Luis Miguel Castrillón: sin duda alguna sus buenas maneras dejan ver lo interesante de su concepto, estuvo a la altura de su oponente y las circunstancias, dejó pinturas tandas que bien recibieron los aficionados, una pena lo pesado con los aceros.
Luego de este componente del festival donde se conjugaron las diversas expresiones artísticas y culturales de nuestro país, vino un hermoso espectáculo del matador Alberto Meza Mendoza «Al-Andaluz» con el flamenco y las tablas.