El torero caleño desoreja por partida doble a su lote y suma ya siete orejas en lo que va de feria; Tomás Rufo pasea un trofeo
Redacción: Paulo A. Sánchez
El torero caleño desoreja por partida doble a su lote y suma ya siete orejas en lo que va de feria; Tomás Rufo pasea un trofeo
Una intensa corrida se vivió este viernes en Manizales y lo que se presagiaba apoteósico terminó con la rotunda salida a hombros de Luis Bolívar. Al final el encierro de Las Ventas del Espíritu Santo fue de dos partes, y la segunda no traía la bravura de la primera. Hasta un quinto ter debió salir que no fue de la ganadería titular. Bolívar está en la categoría de maestro y esta tarde fue una prueba fehaciente de ello. Estuvo cumbre con el que abrió plaza, un gran toro con fondo aunque justa fuerza, al que Luis vio claro desde la salida. Faena rotunda, toda una cátedra de toreo fundamental y un compendio de torería en el que el mando, la distancia y las justas proporciones llevaron de nuevo el delirio a los tendidos. El estoconazo recibiendo terminó de confirmar el faenón, y las dos orejas de justicia.Al cuarto instrumentó otra faena de maestro, y a diferencia de la primera, esta fue a un toro de escasa bravura y fuerza. Bolívar planteó la lidia correcta, a favor del toro y del espectáculo. Grandioso ver que la plaza entera entendió que también uno a uno se borda el toreo, y hoy la afición estuvo seria en la valoración de todo lo realizado por cada actuante y por los toros, y a este Bolívar incontestable, Manizales le viene bien. Estocadón para fulminar al toro y las otras dos en el esportón.A Emilio de Justo se le fue el triunfo en el último tercio en ambos turnos. La faena al segundo fue otro repaso de buen pulso y genialidad; tapando mansedumbre con poderío y temple. Puso a humillar al toro y a hacerlo ir tras los vuelos de la muleta. Mejor el pitón derecho que el izquierdo, pero cuando las condiciones las pone el torero, el buen toreo surge a dos manos. Terminó rajado el toro, como iba a empezar, pero Emilio cambió ese designio, para emborronarlo todo con los aceros y que tan importante faena fuera silenciada. El quinto, finalmente fue quinto ter, con el turno corrido y saliendo el reserva de la corrida del miércoles pasado de Juan Bernardo Caicedo que estaba en los corrales de la plaza, y debió ser entorilado. Qué toro más bravo y qué apuros pasó todo el mundo en el ruedo ante tal codicia. Pero De Justo estaba para el bravo y salió a por todas. Se entendieron a las primeras de cambio y a partir de allí todo fue bravura y buen toreo. El toro exigía mando y De Justo estuvo sobrado en ello, la faena fue de entrega de toro, torero y público. Hoy la suerte no estaba del lado del torero y el toro fue arrastrado en medio de ovaciones sin cortársele las orejas que debieron ir a parar a manos del torero de haber acertado con los aceros. Muy buen ambiente dejó Tomás Rufo en esta plaza. Primorosa la faena al tercero, torear más despacio, imposible; con la derecha fue un portento, y el alboroto fue mayor a medida que avanzaba la faena. Chorreaba el buen gusto y dijo con toreo caro a que se refiere la manida expresión “parar el tiempo”, sí, Rufo paró el tiempo en cada serie con la mano derecha, porque con la izquierda costó más. Tiene claro el concepto y lo refrendó con un estocadón que por sí mismo valía una oreja. El presidente aguantó la bronca, porque en su criterio una oreja era lo justo. En el sexto tuvo la virtud de la paciencia para construir pase a pase una faena impecable a la altura que el toro lo permitía y del gusto de la afición que, ya se dijo que hoy tenía alto el estándar, así que no intuyan condescendencias, ¡no! Hizo durar al toro lo inesperado. Tomás Rufo está también para los que no le permiten bajar la mano; sí, les puede. Otra cosa es que con la espada tendrá que afinar el pulso, porque así deja ir las orejas, y hoy malogró el triunfo; al menos el numérico. Pero Manizales se enteró de la tauromaquia de Rufo. Manizales (Colombia), viernes enero 6 de 2023. Toros de Las Ventas del Espíritu Santo, justos de presentación y de juego dispar. Devueltos el quinto y el quinto bis. El quinto ter fue de la ganadería de Juan Bernardo Caicedo. Aplaudidos en el arrastre primero y tercero, y el de Juan Bernardo Caicedo. Luis Bolívar, dos orejas y dos orejas; Emilio de Justo, silencio tras aviso y palmas tras dos avisos; Tomás Rufo, oreja tras fuerte petición de la segunda y ovación con saludos. Saludaron Sergio Blasco y Ricardo Santana, en el tercero.