El Juli y Roca Rey, tarde grande en Acho; Gilio, oreja de ley en su alternativa
Tres orejas para el peruano y dos para el madrileño que marcan su pauta de magisterio en Lima
Redacción: Luis Miguel León – mundotoro.com
El Juli y Roca Rey. Roca Rey y El Juli. Magisterio en estado puro en Acho. Tres orejas para el peruano, dos para el español en una tarde de clamor para los dos que sacaron a relucir lo más frondoso de su tauromaquia, dejando patente su entidad de primeras figuras del toreo. Junto a ellos, Arturo Gilio, que tomó la alternativa, demostró fondo de torero, una tauromaquia basada en la elegancia y en el corazón. Cortó una oreja del sexto, un trofeo de peso y futuro. Gilio, torero a tener en consideración, que perdió las dos orejas del toro de la ceremonia por marrar con la espada. Y todo ello frente a una variada corrida de El Puerto, que lidió dos ejemplares de gran categoría; Y de San Pedro.
Imprudente es el segundo de la tarde, toro nacional de San Pedro. Lo saca a los medios El Juli con lances de tanteo, no teniendo mucha fijeza. No hay brindis tras la devolución de trastos y con pases de tanteo lo saca a los medios. El toro se mete por dentro y presenta dificultades pero se impone El Juli con su gran técnica, logrando instrumentar dos buenas tandas por el pitón derecho, porque por el izquierdo es inútil. Pinchazo arriba y otro hondo y termina doblando el animal, siendo pitado por un sector de las gradas y silenciada la labor del diestro.
El cuarto es de La Ventana del Puerto. Acude sin certeza al capote de El Juli en los lances de recibo y, tras dos verónicas, remata con la media. Quita por chicuelinas y remata con la media. Brinda El Juli al público y empieza doblándose toreramente por bajo. Hay series de gran mando y poder por ambos pitones, logrando muletazos de gran factura, llevándolo tapado. Molinete de rodillas que hilvana con naturales en los que derrocha su técnica. Redondos finales de importante intensidad y toma la espada para instrumentar una serie más de redondos. Estocada algo trasera pero de efecto letal y se le conceden las dos orejas
Sale al ruedo Carasucia, un toro negro de Puerto de San Lorenzo. Hay verónicas de Roca Rey desmayando las muñecas que remata con la media. Brinda al público entre gritos de «Perú, Perú» y se tira de rodillas para empezar su labor con cambiados por la espalda y derechazos que calientan al público pero que se ven interrumpidos porque el toro pierde las manos. Acusa el burel flojedad de manos y poca transmisión, pero ahí está Roca Rey para llenar de calor la tarde y con mucha sapiencia logra instrumentar series por ambos pitones con muletazos de inmensa calidad. Faena de enorme mérito, haciendo parecer que todo es muy fácil y logrando meter en la muleta a su enemigo. Redondos finales que generan el estallido del público. Estocada hasta la gamuza y le conceden las dos orejas y vuelta al toro en el arrastre.
Bohemio es el quinto, negro listón de San Pedro. No acomete bien al capote el toro y por eso no hay mucha opción. Roca Rey comienza su labor de muleta apoyado en las tablas con pases por alto y el toro acusa su poca calidad pero está firme el peruano y con mucha voluntad aguanta sus parones y logra exprimir lo poco que tiene el animal. Estocada algo tendida y el toro demora algo en caer, pero finalmente lo hace, cortando una oreja tras escuchar un aviso. Abre plaza Arturo Gilio que toma la alternativa. Se sale suelto el toro y lo logra fijar luego de los lances de tanteo, yéndose a los medios y pegando caleserinas rematadas con una media de rodillas. Quite por caleserinas y la media verónica. Brinda a su padre tras la ceremonia de alternativa y tras citar de rodillas, en los tercios en un pase por alto, se sale suelto el toro así que se va a los medios para instrumentar una serie de derechazos de rodillas, hilvanadas con una arrucina, también de rodillas y el de pecho. Series por ambos pitones de gran temple y suavidad, aprovechando la calidad del toro, que repite con gran nobleza. Bernadinas finales y toma el acero. Cala al animal en el primer intento y pinchazo hondo que termina siendo efectiva. Palmas para Gilio tras escuchar un aviso
Buenmozo es el sexto de la tarde, un toro negro de la Ganadería peruana de San Pedro, con el número 267 y con 486 kilos de peso, siendo recibido por Arturo Gilio por verónicas de buena factura. Brinda a su madre el azteca y lo saca de la querencia para intentar por derechazos, logrando un par de buena factura; el toro no tiene calidad y no permite el lucimiento, siendo rescatable la voluntad del recién alternativado, quien logra algunas buenas series de derechazos, uno a uno los muletazos, en distancias muy próximas. Estocada entera y de rápido efecto, cortando una merecida oreja.