Con un amago de lluvia previa, en tarde de sol quemante y ante una magnífica entrada se cumplió con la corrida de la oportunidad en la Feria de Toros y Ciudad en Manizales.
Redacción: Javier Baquero JABA (1º a 5º) y 6º Por: María Francisca Londoño Succar
Manizales – Colombia. Luego del paseíllo de la Libertad en el que se llenaron las calles manizalitas de aguinaldos, toreros, empresarios y en general la gente del toro, todos confluyeron en la plaza del barrio El Bosque. Ya en la plaza un pequeño desfile y mucha emoción en los tendidos.
Se lidiaron astados de Don Ernesto Gutiérrez por parte de seis actuantes colombianos.
El primero de la tarde para el caleño Ricardo Rivera que vistió de turquesa, oro y cabos blancos. Zapatero, primero de la tarde, se inutilizó por una manita partida dio paso a Mesías, al que Rivera le pintó cinco verónicas, una media y una revolera de sello muy personal. Con la muleta muy despacio y con una profundidad inmensa. Trazos largos, con un astado que con nobleza persiguió el engaño. En cámara lenta fue lo de Rivera con la pañosa. Hubo petición de indulto y Rivera en la primera pinchó en todo lo alto, para luego sepultar el acero. Una oreja justa y vuelta al ruedo al buen ejemplar.
El segundo de la tarde, Luis Miguel Castrillón de azul noche, oro y cabos blancos, lidió a Lanzarote, un caballero andante del Gutiérrez. Con la capa poco, pero en buena cadencia. Brindó al público y con la pálida inició en la propia boca de riego, desde donde empezó a ver cómo el bonito negro se desvanecía lentamente. Una o dos embestidas por tanda, luego a buscar el abrigo de las tablas lo que dificultaba la labor. Pasaba obligado después del tercero y a media altura. Castrillón alargó demasiado y la muerte se complicó, dos espadas y descabellos de más.
En tercer lugar, saltó al ruedo Franco Salcedo ataviado de un termo grana y azabache para lidiar a Jicamo, un negro y ligero de carnes. Con la muleta las cosas fueron con altibajos por las condiciones del toro, inserto por momentos, lo que desconcertada a Salcedo y para sumarle el aire no ayudaba. Tardó en buscar la espada y el tema se le complicó. Recado presidencial por tres.
Pasando el Ecuador de la corrida salió al ruedo Rocío Morelli, que vestía un termo vino de burdeos y azabache. Saludó con una embarullada pero valerosa larga cambiada. Buena capa enseguida. Con la muleta ante una embestida bronca de Nicotina, Rocío mostró valor y recursos. El público se le entregó y la colombiana toreo cómodamente. La espada no fue tan rápida, sin embargo, el público la acompaño tras los avisos presidenciales.
El quinto le correspondió a Sebastián Cáqueza que llevaba una termo primera comunión, oro y cabos negros. Con dos largas cambiadas y cinco verónicas algo apuradas paso la primera parte de la lidia. La muleta saludo rodilla en tierra para luego empalmar con series de voluntad y venta a la galería. La espada. La espada en segundo intento de destacar. Una oreja larga.
Para el sexto el matador Manolo Castañeda que lucía de sangre toro, oro y cabos blancos en la crónica de una pequeña niña invitada, María Francisca Londoño Succar de 11 Años. «El último ejemplar de la noche es para Manolo Castañeda. Quien después de pedir permiso a la presidencia decidió recibir a portagayola desde el tercio el toro lo pisó, pero no pasó nada. Al comienzo dio unas muy buenos y elegantes capoteadas. El toro peleo en el caballo al momento de la pica un quite sencillo terminó el tercio. El público le pidió banderillear a lo cual con gusto se entregó. Las primeras banderillas estuvieron estupendas y toda la plaza está muy entusiasmada, las segundas banderillas las puso saliendo desde el estribo colocándolo en lo alto, las terceras las puso al violín y la plaza súper entregada y emocionada. Y Manolo le brindó el toro al público, Hizo cuatro muy buenos derechazos en rodilla y empieza a hacer toreo al natural y el toro muy bueno no se ha agotado, muy bueno. A Manolo el toro lo levantó muy fuerte y muy bruscamente, pero eso no lo detuvo. Después el toro lo revolcó otra vez y Manolo se desmayó. Mucha gente fue a llevarlo a la enfermería, pero no fue nada grave y Manolo se volvió a levantar y empezó a torear otra vez y el público impresionado y orgulloso de Manolo. Intentando emparejarlo para matarlo, pero ha sido un poco complicado, ya emparejado intento matarlo una vez, pero casi no. En el segundo intento tampoco puedo, ya en el tercer intento puedo meter el estoque y callo súper rápido, pero el presidente de la plaza no le quiso dar la oreja mucho esfuerzo tres corneadas (con las del comienzo) casi cuatro, pero no, la plaza está indignada por que no le dieron nada. Lo único que le dieron fue una vuelta al ruedo y toda la plaza lo felicito y lo admiro demasiado«.