Llamando a las puertas del cielo
Es tan difícil reunir la amalgama de impresiones, de idas y venidas, de blancos y negros que se dieron esta tarde en Las Ventas que hasta tiene uno que recurrir a Bob Dylan para titular la crónica de hoy. Y no porque hubiera nada incontestable en una corrida de Araúz que no fue ni mala ni buena, ni chunga ni babosa, pero sí tan variada que hasta algunos toros tuvieron todas esas cualidades en el lapso de tiempo del cuarto de hora que duró su lidia. Y, sin embargo, dos toreros, dos, estuvieron a punto de recordar la de Araúz como aquélla con la que atravesaron las puertas del cielo. Pero el acero tuvo hoy escaso poder cuando templaba una espada, y a penas un par de vueltas al ruedo se produjeron hoy.
Al cuarto, que se lo llevó puesto por dejarlo crudo en cuanto quiso pegarle un estatuario sin tocar, casi no lo mata por entrar en la enfermería. Terrible la voltereta y tremenda la caída, pero cuando parecía que se había acabado la tarde para el mexicano, tiró de arrestos y muleta y le ofreció metros al castaño animal para que llegase franco, con sus dos pitones astifinos cortando el viento. Le coreó Madrid los muletazos ligeritos de despachar y despachar, pero no fue capaz de pasear una oreja de cada funo porque no viajó el estoque con certera intención. Y entonces, hasta la vuelta al ruedo resultó grosera.
Le hubiera valido a Pepe Moral con una vuelta al ruedo, pero el sevillano cosechó dos silencios con los dos toros con menos virtudes de cuantos saltaron con el hierro de Araúz. Y pasó lo peor que le podía pasar: que no pasó nada. Ni siquiera hincándose de rodillas en los medios para aguantar la llegada atolondrada del quinto, porque le cerró la persiana antes incluso de que se hubiese levantado. Pero es que así es Madrid.
También lo sabe Fernando Sánchez, que hoy iba de tercero con Joselito Adame y se quitó la montera para saludar las ovaciones más sinceras de cuantas se oyeron hoy. Especialmente con ese par al cuarto, que se vino como un tren sin que Fernando se inmutase, que lo quiso reventar cuando lo tuvo tan en corto y que se vio burlado cuando el banderillero colocó el par con extrema facilidad asomándose al balcón que ya tenía muy encima. Una de las imágenes de la tarde, porque también él llamó -como cada tarde- a las puertas del cielo. La diferencia es que los matadores han gastado una bala donde les podían escuchar.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Décima de la Feria de San Isidro. Corrida de toros. 13.602 espectadores.
Seis toros de Araúz de Robles y dos, el primero bis y el primero tris, de Chamaco; tuvo movilidad y embistió galopando el primero de Chamaco por el pitón derecho, por el izquierdo soltó más la cara; rajado y mansurrón el segundo, que no quiso ver la tela y buscó siempre el refugio de las tablas; metió la cara con calidad y quiso humillar, aunque anduvo justito de fuerza el tercero; embistió con menos franqueza por el izquierdo, y metió la cara por emoción por el derecho el cuarto; descastado, echando la cara arriba en mitad del muletazo y sin entregarse el quinto; rajado, no quiso pelea y así lo evidenció desde que salió por la puerta de chiqueros el sexto.
TORO A TORO X mundotoro.com
1ª tris Afanoso, 548 kilos. Ganadería de Chamaco.
Largo, fino, amplio de cuna el tercer toro que tiene que parar Joselito Adame. Muy suelto de salida el de Chamaco, que mansea saliendo huido tras sentir el hierro. Hace lo propio en la segunda vara. Se mueve sin demasiada entrega en banderillas.
Empieza a torear directamente Joselito, más allá del tercio, sobre la mano derecha. Dos series ligadas, dando metros al animal, luciendo su galope, dando tiempos entre las series. Por el izquierdo el viaje del toro es otro, menos entregado, con la cara muy suelta. Regresa a la derecha y firma la serie más compacta, más rotunda, muy erguido, tocando en el momento preciso para concatenar los muletazos. Lo cierra a dos manos con torería y después de un pinchazo consigue una buena estocada. Solvente actuación propia de un torero maduro. La espada le quitó resonancia.
2º Chicloso, 550 kilos.
Largo, ensillado el segundo, fino, alto de cruz, lavado de cara el segundo. Toro que no termina de soltarse del capote de Pepe Moral y que en varas se deja pegar, sin excesivo celo, para repucharse en el segundo encuentro. Espera y corta en banderillas. Muy reservón. Marcando querencia además.
Se saca al toro a los medios Pepe Moral y a mitad de la primera serie se marcha sin disimulo a las tablas. Allí se va a buscarlo el torero sevillano, que en paralelo, entre las rayas, atacando al animal, consigue robarle una serie con la derecha, pero cuando coge la zurda el toro, muy encogido, recula, escarba y sale huido en cuanto tiene ocasión. Toro difícil de darle muerte, muy huido primero y muy tapado luego. Sonaron dos avisos…
3º Campiña, 544 kilos.
Largo, estrecho de cuerpo y sienes el tercero, suelto de carnes, enseñando las palas, con cuello, zancudo. Embiste con son al capote de Téllez. Se emplea en el peto, humilla a la salida del mismo. Bonito quite de Adame con el capote a la espalda y cumplida réplica de Téllez por chicuelinas. Muy afligido el toro en banderillas, a pesar de la buena condición que se le intuye. Hay que llegarle mucho.
Inicio de faena citando directamente desde el tercio. El toro tiene intención, pero le falta fuerza y es difícil cogerle el ritmo. Lo toma en corto, y cuando coge la zurda lo pulsea con temple exquisito. Muy despacio, muy suave. Perdiendo un paso en cada muletazo. El toro tiene gran calidad pero Téllez lo torea al natural de modo superior. Hay cuatro o cinco muletazos soberbios. El final, a pies juntos, dándole pausas, rebozándose en cada muletazo, es soberbio. Una pena el pinchazo previo a la estocada. Gran calidad del toro de Arauz. Con un punto más de pujanza hubiera sido de lío.
4º Carantoña, 540 kilos.
Largo, muy serio, reunido de sienes, tocadito arriba de pitones. Abanto de salida, Derriba en el primer puyazo y se fuga huido. El toro ya entonces canta su condición, arrollando por dentro. Está a punto de llevarse por delante al banderillero mexicano Víctor Mora. Sorprende en banderillas a Fernando Sánchez que le sopla un par de los que contarán a final de la feria.
Intenta iniciar faena por alto, pegado a tablas y el toro se le viene derecho, lo coge de lleno y lo arrolla de modo escalofriante. La caída, sobre el cuello, corta la respiración. Se sobrepone el torero, visiblemente mermado y dolorido. Muy hundido en la arena, tremendamente encajado, por el pitón derecho, dando metros al toro, y esperándolo muy aplastado en el piso. Tremendo. Por el pitón zurdo, que el astado ni humilla ni se emplea, resuelve bien antes de retornar a la derecha y rematar la faena en tono alto e irse a por la espada. Abrocha por manoletinas de gran angostura. Un pinchazo antes de la estocada volvió a quitarle reconocimiento. La vuelta fue de clamor.
5º Chirivito, 515 kilos.
Grande y amplio, con la cara muy abierta. Embiste sobre las manos, sin pasar nunca, en el capote de Pepe Moral. Embiste al pecho del caballo en el tercio de varas. Sin emplearse, saliendo suelto. Sigue embistiendo sobre las manos en la brega. Espera y aprieta para dentro en banderillas.
Inicia Moral faena de rodillas en los medios antes de que se vea de nuevo la mansedumbre del animal, que embiste siempre sobre las manos, derrotando al final del embroque y ensuciando los muletazos de Pepe Moral, que no ha tenido ninguna opción. Gran estocada de remate.
6º Vicuña, 541 kilos.
Asaltillado, hocico de rata, paliabierto el sexto. Muy suelto de salida. Huye a la querencia tras el primer puyazo. Sigue manseando antes del segundo encuentro, pero mete la cara con gran clase, aunque le falta celo.
Inicia faena en los medios directamente. El toro por el pitón derecho se mueve con la cara suelta, sin fijar, arrollando. Mejor por el pitón izquierdo, pero el toro dura poco por su falta de fondo. Defiende Téllez la faena y lo remata de una gran estocada.
Ficha del Festejo: